Recientemente terminamos uno de los Juegos Olímpicos más inusuales. Los Juegos Olímpicos de Verano de 2020 (¿2021?) En Tokio se jugaron prácticamente sin espectadores, los movimientos de los atletas y los medios de comunicación fueron limitados, y muchos competidores ni siquiera pudieron quedarse para las ceremonias de clausura debido a una nueva regla que les obligaba a abandonar los Juegos dentro de 48 horas después de su último evento. Sin embargo, con todas estas restricciones, el Comité Olímpico Internacional consideró oportuno flexibilizar las reglas cuando se trataba de permitir que un varón biológico de Nueva Zelanda compitiera en el levantamiento de pesas femenino (1).
Fuente: Family Foundation. 30 de agosto de 2021*
Esta semana estamos en medio de los Juegos Paralímpicos, donde personas con algún tipo de discapacidad física demuestran sus excepcionales capacidades físicas en otras áreas. La mayoría de estos atletas naturalmente necesitan algunas adaptaciones y asistencia especiales para competir de manera efectiva.
Mientras que en los Juegos Olímpicos se pueden hacer nuevas adaptaciones especiales para las personas con disforia de género, las adaptaciones que los atletas paralímpicos esperaban y en las que confiaban se han visto reducidas. Becca Meyers, dos veces estrella de la natación paralímpica, sorda de nacimiento y ahora legalmente ciega, tuvo que retirarse antes de que empezaran los juegos (2) porque el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos no le permitió llevar a Tokio a su asistente personal (PCA), en este caso su madre. Se le pidió que dependiera de la única PCA asignada a 34 atletas del equipo de natación paralímpico de Estados Unidos.
Gracias a la inflexibilidad del USOPC al negarse a conceder a Meyers la asistencia que siempre ha tenido, no podrá añadirse a las seis medallas que ya ha ganado (tres oros, dos platas y un bronce) en los dos últimos juegos. Pero, bueno, ahora un hombre puede competir en el deporte olímpico femenino. En esta cultura al revés en la que vivimos, no debería sorprendernos.
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