Los niños tienen la asombrosa capacidad de vivir la vida sin miedo, con entusiasmo, esperanza y curiosidad sin trabas. Esto es lo que podemos aprender de nuestros hijos, para traer más felicidad, gracia y amabilidad a todas nuestras vidas:
“No hay siete maravillas del mundo a los ojos de un niño, hay 7 millones” – autor Walt Streightiff
Fuente: Human Race Asia*
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1. Encontrar alegría en los placeres simples: atrapar una pelota, un tiempo de juego de calidad entre hermanos, un amistoso 'hola' de un extraño que pasa: estas son pequeñas cosas que hacen sonreír a Amelia Sachiko, la hija menor de la familia Thomson-Guevara. Transmita felicidad a los extraños al saludarlos, ¡tal como lo hace ella!
2. Ser intrépido: Joachim Isaac no podía seguir instrucciones simples cuando era más joven y, a menudo, sus compañeros y sus padres lo evitaban. Pero nunca ha dejado que la negatividad lo deprima. Tuvo el coraje de superarse, desarrollando sus talentos artísticos y deportivos en su propio tiempo. Hoy es un artista extraordinario y un nadador competente.
3. Nunca rendirse: Conoce a una joven con el corazón de un león, Fahsai Saejang . Nació con un agujero en el corazón y necesitaba medicación a diario. Cuando era pequeña, se quedaba sin aliento con facilidad y no podía participar en ninguna actividad física. Poco sabían todos que algún día se convertiría en baterista, animadora y atleta. ¡Está decidida a no dejar que nada se interponga en su camino!
4. La resiliencia para levantarse después de una caída: después de que Abdul Mannan perdiera a su padre, abuelo y hermano en un trágico incendio, fue el único rayo de esperanza en la vida de su madre. El niño de 10 años sufrió graves quemaduras en el incendio y tuvo que someterse a varias operaciones e innumerables tratamientos de seguimiento. Pero nunca se dio por vencido. Hoy, ha vencido las adversidades y se ha convertido en un niño alegre y confiado. ¡La capacidad de desempolvarte cuando te caes, saltar y encontrar la felicidad es una lección valiosa para todos nosotros!
5. Ningún sueño es demasiado grande: conoce a Anusorn Prabkraisi, cariñosamente llamada Mai. Creció sin una figura paterna y no tenía muchos amigos con quienes jugar a la pelota. Pero eso no le impidió trabajar por su sueño de convertirse en futbolista. Hoy, juega para el equipo de fútbol de su escuela y espera algún día representar a Tailandia en las Olimpiadas Especiales. Practica en casa casi todos los días con su madre, y ama tanto el deporte que incluso usa ropa de fútbol para dormir.
Los niños son capaces de encontrar alegría e inspiración en las cosas simples que damos por sentadas como adultos, sorprendiéndonos con su espíritu y fuerza. ¿No sería la vida mucho más maravillosa si todos pudiéramos absorber estas valiosas lecciones y dejar que nuestro niño interior cobre vida?
*Fuente: Human Race Asia. Human RACE es una plataforma que da voz a los atletas con discapacidad intelectual y la comunidad que los rodea.
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