El 9 de junio, el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS) anunció que el uso de fármacos bloqueadores de la pubertad en menores y jóvenes que experimenten incongruencia de género se permitirá solo «como parte de la investigación clínica».
Antes del cambio de postura, el NHS inició una consulta ciudadana, que llegó a recibir casi 5.200 comentarios. La Junta de Supervisión de la Disforia de Género en Niños y Jóvenes del NHS aprobó también una investigación para saber cómo afectan los bloqueadores de la pubertad a los menores.
Fuente: AGABI*
Los bloqueadores de la pubertad actúan suprimiendo el estrógeno y la testosterona, que pueden afectar los huesos, el cerebro y otras partes del cuerpo de los jóvenes. Algunos expertos señalan, además, que los bloqueadores pueden interrumpir el desarrollo del cerebro en áreas de alcanzar un pensamiento crítico, autorreflexión y habilidades para resolver problemas.
La nueva disposición de la Sanidad inglesa propone que «las hormonas supresoras de la pubertad no se receten de forma rutinaria ya que no hay suficientes evidencias para respaldar su seguridad o eficacia clínica». El nuevo enfoque clínico del NHS se centrará en una «exploración terapéutica cuidadosa» del niño como individuo.
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La medida del NHS entrará en vigor cuando se abran nuevas clínicas para reemplazar al Servicio de Desarrollo e Identidad de Género (GIDS).
Este instituto cerrará en marzo de 2024, después de que una revisión independiente halló problemas graves, incluida una denuncia sobre las consecuencias de los tratamientos.
El caso de Inglaterra se suma al de otros países como Suecia, donde en 2019, el principal hospital en investigación de bloqueadores canceló este tipo de tratamientos.
En Finlandia, fue su sistema de salud el que aconsejó que se priorizaran las intervenciones psicológicas, como tratamiento de primera línea. En Noruega, una comisión de salud, aseguró que no había evidencia científica de seguridad y eficacia en estos tratamientos, y que había que detenerlos.
Algo similar ocurre con Francia, Australia y Canadá, donde también se han tomado medidas restrictivas en este sentido. Los medicamentos no están aprobados por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) para su uso en niños y adolescentes.
*Fuente: AGABI, Asociación Galega de Bioética. Por Ricardo García-Mayor. Junio 2023.