Aunque en la escuela o en otros entornos sociales se les anima a convertirse en líderes, es en el hogar donde los niños encuentran sus mayores ejemplos de liderazgo.
Por eso es fundamental que los padres se pregunten si el ejemplo dado está motivando a los niños y adolescentes a ser meros seguidores (de ideas o incluso de personas) o si les está mostrando que es posible ser protagonista en las situaciones que la vida impone.
Las familias que sobreprotegen a sus hijos, no dejándoles sufrir las consecuencias de sus actos o incluso no permitiéndoles contacto con los problemas que existen en el mundo, están creando lamentablemente una generación que tendrá serios problemas para adaptarse a la realidad que se les imponga en la vida adulta.
Las situaciones de crisis dentro de la familia o de carácter global son complejas de vivir. Pero períodos como este, si los experimentan los niños con una comprensión dentro de sus limitaciones, son valiosos. Y por eso, es necesario que los padres estén preparados para liderar y enseñar esto no como algo beneficioso para ellos mismos, sino para el bien común.
¿Cómo enseñar a los niños a superar la adversidad?
Los padres deben seguir adelante y superarlos junto con sus hijos. Se reflejan mucho en lo que ven a su alrededor. Si los niños ven un mundo sin frustraciones, sólo con su propio éxito o el de sus amigos, no sabrán cómo superar la adversidad. Es necesario delegar responsabilidades, ver que sus padres se esfuerzan en su vida diaria y toman decisiones difíciles.
En mi infancia, por ejemplo, pasé por muchos momentos difíciles, mi padre nunca se quejó. Pero, en uno de esos momentos, mi madre me explicó la situación en la que estábamos y me exigió que sacara buenas notas y ayudara a mis hermanos, ya que no trabajaba fuera de casa.
Muchos dicen que evitan que sus hijos sufran, porque no quieren que pasen por lo que ellos vivieron en su infancia. Esto es absurdo, que bueno que tu hijo pase por lo mismo que pasaste tú, incluso peor. ¿Cual es el problema? Quizás él está de paso y tú crees que no, debido a una falsa protección.
¿Cómo puede el liderazgo familiar ayudar a moldear el liderazgo de los jóvenes?
Por referencia. Se trata de dar a los jóvenes la oportunidad de decir "como lo decía mi madre, como lo hacía mi padre, etc." La educación y el ejemplo familiar no tienen resultados inmediatos. Es necesario comprometerse y creer en el trabajo realizado y esperar que el niño crezca, así como esperamos el crecimiento de una planta, a la que no se puede tirar hacia arriba para acelerar su proceso. De hecho, nos resulta difícil esperar. Por eso, son importantes las iniciativas que muestran lo que hay detrás de la familia, que saben contar y escuchar historias de la vida real.
¿Cuál debe ser el límite de la interferencia de los padres? ¿Cómo ayudar a los niños a seguir su propia voluntad?
Educar en la responsabilidad, el niño tiene que tomar decisiones. Como médico, a menudo tengo que decirle a mis pacientes: "¿Se ha dado cuenta de que su hija ya es una mujer? Si no lo ha hecho, mírela y deje de tratarla como a un bebé".
Es bueno compartir los problemas con los niños y darles responsabilidad de las decisiones, dándoles tiempo para pensar en las consecuencias de cada una. Si no se les enseña a reflexionar, si no se les da tiempo para madurar, los deseos de los padres terminan reflejándose, ya que los jóvenes no tomarán sus propias decisiones.
¿Qué importancia tiene el liderazgo en la familia?
Liderazgo es una palabra importante, sin duda. Sin embargo, ya ha sufrido un gran desgaste, como otras palabras que surgen en un momento dado y, con el tiempo, acaban convirtiéndose en algo común. Necesitamos volver al origen.
En el cine, por ejemplo, Sylvester Stallone, en Rocky Balboa, al escuchar a su hijo decir que no necesitaba luchar, nos da una lección: “Mira, no sé cuándo dejaste de creer en ti mismo. (…) Nadie te va a pegar tan fuerte en la vida, pero no se trata de qué tan fuerte golpees. Se trata de cuánto puedes aguantar y seguir adelante, lo importante es cuántas veces te levantas”.
Este es el liderazgo que se debe ejercer, no puede ser un liderazgo protocolario ni para que lo vean otros. Es el padre hablando con su hijo, quien sabe cuándo hablar y dirigir al joven. Entonces, el liderazgo es saber ser modelo. Tal como decía un libro que leí: “Los niños siempre son un poco sordos a lo que dicen sus padres, pero nunca se equivocan cuando ven lo que hacen sus padres”.
Los padres y las madres deben enfatizar la importancia de escuchar, de dejar el teléfono a un lado para participar en una conversación, de dar ejemplo, ante todo. Además, deben recordar que son mucho más que simples amigos en las redes sociales, que confían en las acciones de sus hijos y en lo que comparten con la familia.
*Fuente: Gazeta Do Povo-Sempre Familia. Por Sissy Zambão. Febrero 2025.