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馃嚚馃嚭 Cuando quedarse no es una opci贸n: el 茅xodo de las deportistas cubanas

 

Melissa Hurtado, Thal铆a de Armas y Ayumi Leyva son algunas de las 70 deportistas que emigraron entre 2022 y 2024, escapando del control estatal y la falta de recursos en Cuba.

MADRID, Espa帽a.- A finales de enero de 2023, en una base de entrenamiento en Amiens —a dos horas de Par铆s—entre el eco de los golpes en un tatami gastado y el murmullo de los compa帽eros del equipo cubano, Melissa Hurtado sinti贸 el peso de una decisi贸n largamente meditada. Durante la gira preparatoria para acumular puntos de cara a los Juegos Ol铆mpicos de 2024, y ante la realidad en Cuba, no lo dud贸: regresar a la Isla equivaldr铆a a renunciar a sus sue帽os. Por lo que, antes de lo planificado, Hurtado y una compa帽era se decidieron a abandonar la delegaci贸n cubana. La sensaci贸n de dejar atr谩s todo lo conocido fue abrumadora, pero tambi茅n estaba la certeza de que esa «era la oportunidad de luchar por su propio camino».

«Si regresaba, perd铆a mi carrera». Con esta frase, la judoca Melissa Hurtado resume la encrucijada en la que se encuentran muchas deportistas cubanas. 

Como ella, decenas de atletas han optado por el exilio ante la imposibilidad de desarrollarse dentro del sistema deportivo del pa铆s. La falta de recursos, el estricto control estatal y la ausencia de autonom铆a sobre sus propias carreras las han empujado a escapar en busca de oportunidades. Algunas, como la tenimesista Thal铆a de Armas y la judoca Ayumi Leyva, lo hicieron en escalas de viajes oficiales o tras contratos gestionados por el Instituto Nacional de Deportes, Educaci贸n F铆sica y Recreaci贸n (INDER). 

Estos no son casos aislados. Seg煤n un an谩lisis realizado para este reportaje, solamente entre 2022 y 2024 casi 70 deportistas cubanas emigraron en busca de mejores oportunidades en el extranjero. La edad promedio de las atletas que abandonaron Cuba fue de entre 23-26 a帽os, lo que indica que la mayor铆a de ellas se encuentran en la plenitud de su carrera deportiva.

«El perfil de las atletas que emigran ha cambiado porque ha cambiado la realidad y el contexto socioecon贸mico-pol铆tico del pa铆s. Hace 10 o 15 a帽os atr谩s no hab铆a una desesperaci贸n tan marcada como existi贸 en el 2022, 2023 y 2024, de salir en cualquier delegaci贸n, de aprovechar cualquier oportunidad. En Cuba hab铆a un nivel de vida pobre, pero no tan ca贸tico como ahora en este 煤ltimo lustro», se帽ala el periodista especializado en la emigraci贸n de deportistas cubanos Francys Romero, refiri茅ndose a que la crisis migratoria abarca desde las primeras figuras y campeonas ol铆mpicas hasta j贸venes que apenas est谩n despuntando en su carrera. 

En el periodo mencionado, M茅xico se posicion贸 como el principal pa铆s receptor, con al menos 27 deportistas emigrando hacia all铆, debido a su cercan铆a geogr谩fica y la cantidad de torneos en los que participaron atletas cubanas. Le siguieron Par铆s (11), Chile (7), Estados Unidos (6) y Canad谩 (5). Otros destinos incluyen Espa帽a (4), El Salvador (2), Guatemala (1), Brasil (1), Serbia (1) y Jap贸n (1). 

A su vez, los deportes con mayor 铆ndice de fugas fueron el judo, con 12 casos, seguido del balonmano (9), hockey (7), baloncesto (7) y lucha (6). Adem谩s, disciplinas como atletismo (5), b茅isbol (5), karate (3) y remo (3) tambi茅n registraron la salida de varias competidoras, evidenciando que la fuga de talento se extiende a la mayor铆a de las especialidades. Otras disciplinas en las que tambi茅n se reportaron casos fueron voleibol (2), b谩dminton (1), pentatl贸n moderno (1), taekwondo (1), gimnasia (1), halterofilia (1), pelota vasca (1) y tenis de mesa (1).

En este reportaje, conocemos los testimonios de tres deportistas que han emprendido ese camino: Melissa Hurtado, Thal铆a de Armas y Ayumi Leyva. A trav茅s de sus experiencias, se reflejan las razones que llevan a cientos de atletas a dejar el pa铆s, los desaf铆os que enfrentan tras su salida y la lucha constante por mantenerse en la 茅lite deportiva en el extranjero.  


Judoca Melissa Hurtado: «Empezar de cero ha sido lo m谩s duro»

«Lo m谩s duro ha sido empezar de cero, lejos de mi familia y mi pa铆s, sin saber qu茅 iba a pasar», confiesa la judoca Melissa Hurtado Mu帽oz. Para muchas deportistas, las opciones para salir de Cuba se reducen a dos: escapar de una delegaci贸n durante una competencia o preparaci贸n internacional o romper un contrato con una liga extranjera. Melissa eligi贸 la primera. El 27 de enero de 2023, durante una gira de entrenamiento en Francia, escap贸 del equipo, un paso premeditado tras a帽os de frustraci贸n.

«Los tatamis estaban deteriorados y conseguir suplementos o una dieta adecuada para el alto rendimiento era pr谩cticamente imposible», recuerda. Su salario como atleta apenas llegaba a los 3.500 pesos cubanos mensuales, una cifra insuficiente incluso para cubrir productos esenciales. «Esto hac铆a muy dif铆cil sostenerme econ贸micamente y, mucho menos, invertir en mi desarrollo con una mejor alimentaci贸n, suplementos o equipo de entrenamiento adecuado», agrega. 

A estas carencias se sumaba el control estatal sobre su carrera, impidi茅ndole negociar contratos o acceder a oportunidades en el extranjero sin la aprobaci贸n del Gobierno. «Viajar para competir o entrenar en mejores condiciones depende de permisos oficiales, y si un atleta decide irse por su cuenta se le considera un ‘desertor’ y pierde todo reconocimiento en Cuba. Esto hace que muchos deportistas se sientan atrapados», explica la subcampeona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018.

Desde 1962, cuando el INDER aboli贸 el deporte profesional en Cuba, esta entidad se convirti贸 en la 煤nica autorizada para gestionar y controlar el desarrollo, las competiciones y las actividades de los atletas en la Isla; incluso su participaci贸n en ligas extranjeras. Cualquier club o equipo del exterior interesado en un deportista cubano debe negociar exclusivamente con la federaci贸n de su disciplina, bajo los t茅rminos que las autoridades consideren pertinentes.

«Aunque logr茅 salir legalmente, siempre existe el miedo a represalias, porque el sistema no ve con buenos ojos que los deportistas busquen oportunidades fuera del pa铆s… pero si regresaba, perder铆a mi carrera y la oportunidad de convertirme en la atleta que quer铆a ser», afirma Hurtado. Por eso decidi贸 quedarse en el extranjero, aunque dar ese paso no fue sencillo.

La noche previa a su escape, el miedo y la incertidumbre se mezclaban con la adrenalina. «Junto con otra judoca, tomamos la decisi贸n antes de lo planeado. Fue un torbellino de emociones. No sab铆amos con certeza qu茅 iba a pasar despu茅s, pero tambi茅n hab铆a una convicci贸n interna de que est谩bamos dando un paso hacia algo mejor», recuerda. 

M谩s all谩 del desaf铆o emocional, la incertidumbre legal y econ贸mica tambi茅n pesaba sobre ella. «No sab铆amos bien c贸mo funcionaban las cosas en Francia ni qu茅 pasos seguir para establecernos. Fue un proceso de adaptaci贸n complicado, lleno de dudas y momentos de estr茅s. No hablaba franc茅s, no conoc铆a a nadie y todo era completamente nuevo. No ten铆a cabeza para pensar en el deporte ni en entrenar. Los primeros d铆as fueron un caos mental, tratando de procesarlo todo y aceptar que est谩bamos empezando de cero en un pa铆s desconocido», dice.

Un amigo cubano residente en Espa帽a la puso en contacto con un profesor de judo en Madrid, quien, a su vez, ten铆a v铆nculos con otra judoca cubana. Gracias a este contacto se integr贸 al Judo Club Kaizen, donde pas贸 aproximadamente tres meses. Durante ese tiempo, recibi贸 apoyo en entrenamiento, alojamiento y respaldo econ贸mico por parte de los miembros del club, lo que le permiti贸 sobrellevar sus primeros meses en el exilio.

«Despu茅s de ese tiempo en Espa帽a, decid铆 regresar a Francia ya que, tras hablar con varias personas, incluidos abogados, entend铆 que lo m谩s conveniente era solicitar asilo en el pa铆s donde inicialmente me hab铆a quedado. Francia era el lugar donde ten铆a el derecho a realizar ese tr谩mite», explica. 

Su determinaci贸n la llev贸 a buscar oportunidades hasta que conoci贸 a Fernando L贸pez, entrenador principal de MMA Factory Paris. «Me dejaron entrenar un d铆a y, tras evaluarme, me dieron la oportunidad de quedarme», cuenta.

Desde entonces, MMA Factory Paris se convirti贸 en su hogar deportivo, brind谩ndole la oportunidad de forjar una nueva carrera en las Artes Marciales Mixtas (MMA). En solo ocho meses de entrenamiento, no solo se prepar贸 para su debut en la disciplina, sino que tambi茅n compiti贸 en Jiu-Jitsu Brasile帽o, donde logr贸 varias victorias y se consagr贸 campeona de Francia en cintur贸n azul No-Gi.

Su evoluci贸n en el MMA ha sido r谩pida, pero no exenta de desaf铆os. «En el mundo del MMA, especialmente en niveles profesionales, sigue habiendo menos oportunidades y visibilidad para las mujeres en comparaci贸n con los hombres. Pero eso nunca fue un obst谩culo para m铆, sino una motivaci贸n para demostrar mi val铆a», afirma. Finalmente, en marzo de 2024, hizo su debut en MMA con un triunfo que confirm贸 su potencial. 

«Empezar de cero, lejos de mi familia y mi pa铆s, sin saber qu茅 iba a pasar, ha sido lo m谩s duro», reflexiona Melissa. A pesar de todo, se mantiene firme en su objetivo de convertirse en campeona de Ares y, eventualmente, llegar a la UFC. A largo plazo, aspira a abrir su propio club exclusivo para mujeres y a seguir desarrollando su proyecto Women Machines MMA. 

«No solo quiero ganar peleas; quiero hacer historia», concluye. Algo que, sin duda, dif铆cilmente hubiera conseguido en Cuba. 


Tenimesista Thal铆a de Armas: «Ten铆as que pensar como ellos»

Para las deportistas cubanas, la emigraci贸n no es solo una b煤squeda de mejores condiciones, sino una salida inevitable de un sistema que las asfixia. Francys Romero lo resume as铆: «El sistema tiene m煤ltiples fallas y de ah铆 se desprenden todas las razones para que las deportistas quieran emigrar. Creo que no hay una raz贸n que prevalezca por encima de la otra, no es lo econ贸mico por encima de la falta de oportunidad. Es una falla de un sistema que no puede mantener a sus atletas, a sus ciudadanos, dentro de un pa铆s con las condiciones normales de vida que existen. El sistema fall贸 en lo econ贸mico, en la pol铆tica, fall贸 en todo lo dem谩s. Y es un sistema sobre todo atrasado con respecto al mundo, es un sistema amateur, sin competiciones profesionales, y es muy dif铆cil mantener atletas as铆». 

Thal铆a de Armas es una de esas deportistas que sinti贸 en carne propia las grietas de este sistema. Lleg贸 a Espa帽a el 8 de febrero de 2023 mediante un contrato gestionado por el INDER con el Club CTM Jerez. Sab铆a que al finalizar su contrato en mayo deb铆a regresar a Cuba, pero tambi茅n ten铆a claro lo que eso significaba: volver a la precariedad y a un sistema que, en lugar de impulsar su desarrollo, lo frenaba. 

«El salario era insuficiente incluso para cubrir necesidades b谩sicas. Los accesos a recursos eran muy pocos, ya que depend铆amos de quien viajaba para, por ejemplo, armar una raqueta, o de alg煤n extranjero que ven铆a a entrenar o competir y nos ayudaba con material. Apoyo estatal no hab铆a, lo que se consegu铆a era a trav茅s del patrocinio», recuerda la joven de 22 a帽os.

La noche antes de su vuelo de regreso, algo termin贸 de convencerla de que no deb铆a volver: «Fui a un supermercado y agarr茅 unos “chupa-chupas” para venderlos all铆 (en Cuba). Me detuve un momento y dije: “Yo esto no lo quiero para mi vida, s茅 que voy a volver a estar sin dinero y me voy a arrepentir de haber vuelto”». 

Su decisi贸n tuvo consecuencias inmediatas. El club rompi贸 relaciones con ella. «El club no quiso seguir conmigo por t茅rminos legales, ya que ten铆a un contrato con la federaci贸n cubana», explica. A pesar de este obst谩culo, logr贸 fichar por otros equipos y actualmente es jugadora y entrenadora en el Club Oviedo Tenis de Mesa.

Adem谩s de las dificultades econ贸micas y deportivas, su carrera en Cuba estuvo marcada por el control estatal y la discriminaci贸n por razones ideol贸gicas. «Ten铆as que pensar como ellos o hund铆an tu carrera», afirma. Su abuelo, opositor al r茅gimen, fue un factor que afect贸 directamente su trayectoria. «Quer铆an mantenerme fuera del entorno de mi abuelo solo porque era opositor», relata.  


Desde 1959, el r茅gimen cubano ha utilizado el deporte como una vitrina pol铆tica, presentando cada triunfo internacional como prueba de la supuesta superioridad del modelo socialista. 

Sin embargo, detr谩s de esta fachada, los atletas enfrentan restricciones, precariedad y un f茅rreo control ideol贸gico que limita tanto su desarrollo profesional como su libertad personal.

Una de las sanciones m谩s dr谩sticas impuestas a los deportistas que deciden no regresar a Cuba o romper con la Federaci贸n es la prohibici贸n de regresar al pa铆s durante ocho a帽os. Para muchos, esta medida tiene consecuencias devastadoras a nivel personal. Tal fue el caso de Thal铆a, quien, tras su llegada a Espa帽a, sufri贸 la p茅rdida de su abuelo. «No poder despedirme de 茅l fue lo m谩s dif铆cil», dice con tristeza.

La sanci贸n impuesta por la Federaci贸n Cubana la mantiene alejada de su familia y le impide visitar su pa铆s durante ocho a帽os. Esta medida no es exclusiva para los deportistas; el Gobierno cubano la aplica a los profesionales y ciudadanos a quienes considera «desertores» por no culminar con los tiempos determinados para trabajar fuera del pa铆s, o no regresar en la fecha establecida. 

En la pr谩ctica, se trata de un destierro sin respaldo legal. Aunque popularmente se conoce como la «Ley de los Ocho A帽os», esta prohibici贸n no est谩 legislada como una norma jur铆dica espec铆fica. Ni la Asamblea Nacional, ni el Consejo de Estado, ni el Consejo de Ministros han promulgado una ley que establezca expresamente esta restricci贸n. No obstante, el Estado la aplica de manera sistem谩tica a trav茅s de regulaciones migratorias o de relaciones exteriores. 

«No poder volver a Cuba por tanto tiempo es duro, pero no me arrepiento de mi decisi贸n», asegura Thal铆a. 

Sobre su proceso de adaptaci贸n en Espa帽a comenta: «Me qued茅 sola y a煤n contin煤o mi vida en este pa铆s sola». Al principio, tuvo que enfrentarse a la incertidumbre de no saber c贸mo se desarrollar铆a su carrera. «Con la ayuda de Dios y poni茅ndole ganas, las cosas van a mejorar», se repet铆a en los primeros meses tras su llegada.

Ahora ha logrado consolidarse en la liga espa帽ola. Pas贸 de jugar en Divisi贸n de Honor a enfrentar a jugadoras de alto nivel con resultados satisfactorios. Y, a pesar de los retos, Thal铆a sigue firme en sus metas: «Mi expectativa es mantenerme entre las mejores jugadoras de la liga y ser una buena entrenadora».


«Romper cadenas», ganar combates: La historia de Ayumi Leyva 

Con solo 19 a帽os, la judoca Ayumi Leyva tom贸 una de las decisiones m谩s importantes de su vida: escapar durante una escala en Madrid, en su viaje al clasificatorio Panamericano Junior de Cali, en agosto de 2021. «En Cuba no ten铆a las condiciones para entrenar y mi salario era de 20 d贸lares mensuales. Siempre supe que all铆 no ten铆a posibilidades de crecer en el deporte. Ten铆a que salir para poder ser alguien en el judo», dice Ayumi. 

Por eso, ni siquiera lleg贸 a la competici贸n. En cuanto aterriz贸 en Barajas no lo dud贸. Sab铆a lo que ten铆a que hacer. Llevaba tiempo plane谩ndolo y contaba con el apoyo su madre. Durante la escala escap贸 con una compa帽era y solicitaron asilo a la Polic铆a en el control de pasaportes del aeropuerto. 

Al llegar, tras pedir asilo pol铆tico, estuvo varios meses en una casa de acogida en Madrid. Pronto, su talento la llev贸 al Centro de Alto Rendimiento de Judo en Valencia, donde comenz贸 a entrenar bajo la gu铆a de los exol铆mpicos Sugoi Uriarte y Laura G贸mez. 

«Fue muy duro cuando llegu茅 porque no ten铆a a nadie en Espa帽a y me sent铆a sola y asustada, pero siempre confi茅 en el proceso. La parte econ贸mica muy mal, no ten铆a de d贸nde sacar dinero ya que no pod铆a trabajar. De vez en cuando mi hermana me ayudaba en lo que pod铆a». 

En enero de 2022 dijo al diario espa帽ol Marca: «En Cuba, los entrenadores nos maltrataban, nos humillaban constantemente; incluso si nos lesion谩bamos, ten铆amos que seguir entrenando. Lleg贸 un punto en que no aguantaba m谩s». 

«Era la primera figura en -48 kg en Cuba, pero no ve铆a futuro ni soportaba m谩s las humillaciones. Nos amenazaban con que, si habl谩bamos, nos echaban», relata.

Hoy, Ayumi confirma que este fue uno de los motivos clave para su decisi贸n de emigrar: «Un d铆a, un entrenador me humill贸 tan fuerte que supe que no quer铆a seguir en ese equipo. Me dije a m铆 misma: “Este no es mi sitio”».

En 2023, Ayumi obtuvo la nacionalidad espa帽ola y comenz贸 a destacar en el circuito internacional. En 2024 gan贸 el bronce en los Grand Slam de Antalya y Astan谩. En diciembre de ese a帽o sum贸 un oro en el Europeo Sub-23 en -52 kg. Recientemente, en febrero de este a帽o, alcanz贸 otra medalla de bronce en el Grand Slam de Par铆s.

Lo que m谩s extra帽a de Cuba es a su madre. Hablan todos los d铆as, pero la distancia le pesa. No poder compartir sus triunfos con ella es una de sus mayores tristezas. Precisamente, «lo m谩s duro que he vivido en este proceso es dejar la familia atr谩s, la despedida de mi madre», de la que tendr谩 que estar separada por bastante tiempo. «No puedo entrar a Cuba por ocho a帽os y me dan muchas ganas de ver a mi madre», lamenta. 

A pesar de todo, su determinaci贸n sigue intacta. Su meta es clara: «seguir cosechando 茅xitos y convertirse en una de las mejores judocas del mundo. La vida es una sola, y hay veces que tenemos que afrontar cosas duras por el camino».

***

Las experiencias de Melissa, Thal铆a y Ayumi son parte de un patr贸n cada vez m谩s com煤n en el deporte cubano, donde la emigraci贸n de atletas no solo ha sido constante, sino que ha crecido de manera alarmante en los 煤ltimos a帽os.

Uno de los antecedentes m谩s notorios fue el caso de Niurka Montalvo. Nacionalizada espa帽ola en 1999, la saltadora de longitud vio frustrada su participaci贸n en los Juegos Ol铆mpicos de S铆dney 2000 debido a la Norma 46 de la Carta Ol铆mpica, que impide a los deportistas representar a un nuevo pa铆s hasta tres a帽os despu茅s de su cambio de nacionalidad. A pesar de este veto, Montalvo continu贸 compitiendo hasta 2006.

A帽os despu茅s, en 2018, Yulenmis Aguilar, una de las mejores jabalinistas cubanas, fue expulsada del equipo nacional sin explicaciones. Durante a帽os vio su carrera estancada hasta que en 2020 lleg贸 a Espa帽a sin dinero ni recursos. «Llegu茅 sin un euro en el bolsillo, como todos los inmigrantes, pero Raimundo [Fern谩ndez] fue un padre para m铆», recuerda sobre su entrenador. Con mucho esfuerzo logr贸 lo que parec铆a imposible: en 2024, represent贸 a Espa帽a en los Juegos Ol铆mpicos de Par铆s.

Otras atletas han abandonado Cuba no solo por falta de oportunidades, sino por la decepci贸n con el sistema deportivo. Yarelis Barrios, multimedallista mundial en lanzamiento de disco, dej贸 la Isla en 2022 tras a帽os de frustraci贸n. «Tom茅 la decisi贸n de partir porque, de veras, ya era insostenible la situaci贸n», explic贸 al llegar a Estados Unidos tras realizar la ruta migratoria centroamericana. Barrios intent贸 impulsar mejoras en las condiciones de los atletas tras su retiro en 2016, pero sus propuestas fueron ignoradas. Ese mismo a帽o, el Comit茅 Ol铆mpico Internacional le retir贸 su medalla de plata de Beijing 2008 por un supuesto positivo en dopaje, una acusaci贸n que siempre neg贸. «No quiero recordar los aterradores momentos vividos cuando Jos茅 Ram贸n Fern谩ndez [entonces presidente del Comit茅 Ol铆mpico Cubano] quer铆a obligarme a declararme culpable. Yo le repet铆a una y mil veces que no lo har铆a porque no era justo». Cuando el COI le exigi贸 la devoluci贸n de la medalla, Barrios ya no la ten铆a: la hab铆a vendido en eBay por 11,600 d贸lares para poder sobrevivir.

Para otras, la decisi贸n de irse fue impulsada por la precariedad extrema en la que entrenaban. Dailis Su谩rez, jugadora de hockey, abandon贸 la delegaci贸n cubana en mayo de 2023 junto a dos compa帽eras durante un torneo en Gran Canaria. «No lo pens茅 dos veces. Pens茅 en mi futuro y en mi familia, y dej茅 todo atr谩s por algo mejor», cont贸 a 14yMedio. Las condiciones en Cuba eran deplorables: entrenaban con equipos deteriorados y una alimentaci贸n deficiente. «Entren谩bamos con hambre, porque no hab铆a pan para el desayuno. Hac铆amos tres sesiones de entrenamiento con el est贸mago vac铆o», denunci贸.

Dos a帽os despu茅s, Su谩rez sigue en Espa帽a, pero sin poder volver al hockey profesional. Ahora reside en Jumilla, Murcia, donde trabaja como ayudante de cocina.

Las historias de todas estas mujeres son fragmentos de una misma realidad. La emigraci贸n de las deportistas cubanas no es un acto impulsivo, sino una necesidad impuesta por un contexto donde la falta de recursos se combina con la presi贸n pol铆tica y la ausencia de autonom铆a sobre sus propias carreras. Para muchas de ellas, permanecer en la Isla significa ver truncados sus sue帽os, sin medios ni independencia para avanzar en sus disciplinas. Sin embargo, dar el paso hacia el exilio no es sencillo: implica alejarse de la familia, renunciar a la selecci贸n nacional, enfrentar sanciones y empezar de cero en un entorno desconocido, muchas veces sin apoyo ni garant铆as de 茅xito.

Aun cuando logran salir de Cuba, muchas enfrentan barreras adicionales para continuar sus carreras en el extranjero. Seg煤n Francys Romero, aunque la emigraci贸n deportiva afecta a hombres y mujeres por igual, las oportunidades para reinsertarse en el deporte profesional no son las mismas: «No creo que exista una diferencia abismal entre ambos sexos en cuanto a oportunidades. S铆 es m谩s complicado reinsertarse en el deporte femenino profesional cuando emigras porque no son las mismas oportunidades que brinda quiz谩s el sistema ol铆mpico. Por ejemplo, si se quedan tres hockeyistas que jugaban en el equipo nacional de hockey en Cuba, como ocurri贸 en 2023 en Chile, es muy complicado en el 谩mbito femenino, mucho m谩s que en el masculino, volver a entrar a un equipo nacional de otro pa铆s».

Adem谩s de las dificultades para acceder a ligas y equipos nacionales, las deportistas que emigran enfrentan obst谩culos adicionales para reinsertarse en el 谩mbito profesional debido a la desigualdad de g茅nero en el deporte. Aunque en muchos pa铆ses esta brecha se ha reducido, a煤n cuentan con menos financiamiento y visibilidad que sus colegas masculinos, adem谩s de una marcada disparidad salarial. A esto se suman factores sociales y culturales, como la presi贸n de priorizar la familia sobre la carrera deportiva, una barrera que sigue presente en diversas sociedades. La maternidad tambi茅n supone un desaf铆o significativo, ya que puede afectar tanto el rendimiento como la continuidad en la competici贸n.

Pero el mayor peso que cargan las deportistas cubanas no es solo la incertidumbre de su futuro profesional. Es la imposici贸n de un sistema que las castiga por tomar las riendas de sus propias carreras y que les cierra las puertas de su pa铆s y de sus familias. La sanci贸n de los ocho a帽os, la falta de reconocimiento a su esfuerzo una vez que emigran y la presi贸n ideol贸gica son obst谩culos que siguen marcando el destino de quienes deciden escapar. Y, aun as铆, lo siguen haciendo. Porque, a pesar de los desaf铆os, muchas han encontrado en el exilio la posibilidad de alcanzar lo que en Cuba era un sue帽o imposible. Hoy, compiten bajo otras banderas, entrenan en condiciones dignas y construyen un camino que les pertenece. 

Incluso aquellas que no logran continuar sus carreras deportivas han encontrado, aunque no sin sacrificios, una vida m谩s estable y segura, con oportunidades que jam谩s habr铆an tenido dentro del sistema cubano.

Melissa Hurtado lo sab铆a desde el principio: «No pod铆a pensar solo en el deporte, sino en todo lo que implicaba alejarme de mi familia, dejarlo todo atr谩s y lanzarme a lo desconocido», pero con la certeza de que estaba tomando la mejor decisi贸n posible.


* Fuente: CUBA NET. Por Odette Gonzalez. Mayo 2025.

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