El nuevo favor a los violadores aprobado por la izquierda española entre aplausos.
Hicieron oídos sordos y dejaron intacto el peligroso Artículo 41 de la Ley Trans.
España sufre los efectos de una izquierda tan ensimismada en sus dogmas ideológicos que se niega a ver los efectos que ya están teniendo en otros países.
Fuente: Contando Estrelas*
Una ley que lesiona derechos fundamentales.
El Congreso de los Diputados aprobó la llamada "Ley Trans". Si alguien desconoce su contenido, aquí se puede leer el texto aprobado por el Congreso y las dos enmiendas del Senado aprobadas ayer, y aquí se puede ver su dosier parlamentario, en el que figura lo que ha votado cada partido.
Antes de abordar su contenido, hay que señalar que la Ley Trans fue tramitada como una ley ordinaria a pesar de que regula -y lesiona- derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la igualdad, la libertad de expresión, la libertad de educación, la libertad de información e incluso la presunción de inocencia, ya que su Artículo 66 establece la inversión de la carga de prueba, es decir, que si te acusan de discriminación tengas que probar tu inocencia, algo impropio de una democracia y más típico en regímenes totalitarios.
Su tramitación ha violado el Artículo 81 de la Constitución.
Recordemos que el Artículo 81 de la Constitución Española exige que este tipo de normas sean tramitadas como leyes orgánicas, para cuya aprobación se requiere una mayoría absoluta. Así lo recordó el Consejo General del Poder Judicial en su informe sobre esta ley (ver punto 30 bis del informe), pero el gobierno hizo caso omiso. Se trata de una causa de inconstitucionalidad de raíz, pero la izquierda confía en que el Tribunal Constitucional, ahora controlado por ella, haga la vista gorda incluso ante una irregularidad tan grave como ésa.
Destrozará la salud de menores de edad de forma irreversible.
En lo que respecta al contenido de esta nueva norma, la Ley Trans impone los dogmas de la teoría queer, la versión más extremista de la ideología de género, para la cual la biología es irrelevante a la hora de determinar el sexo de una persona y la mera autopercepción basta para cambiar el sexo registrado en el censo e incluso para someter a menores de edad a tratamientos quirúrgicos que destrozarán su salud, y concretamente sus genitales, de forma irreversible. No es una suposición: ya está ocurriendo en otros países, pero la izquierda española decidió mirar hacia otro lado. Ya sólo por esta característica, esta ley debería llevar aparejada la exigencia de responsabilidades penales a sus promotores -empezando por la Ministra de Igualdad, la comunista Irene Montero- sobre los gravísimos efectos que va a tener para la salud de las personas.
El favor de la Ley Trans a los agresores sexuales.
Pero los efectos nocivos de esa irresponsable ley no se acaban ahí. Hace dos meses ya vimos los riesgos de su Artículo 41 y de qué forma podría favorecer a agresores sexuales, al darles acceso a espacios reservados para las mujeres, como prisiones, duchas y vestuarios femeninos. Como ya vimos en ese artículo, tanto Vox como el PP alertaron sobre esos riesgos en sus enmiendas a la ley, pero éstas fueron rechazadas por la mayoría izquierdista del Congreso. Grupos feministas también dieron la alerta sobre ello, pero han sido ignorados por el gobierno. Irene Montero no quería que nadie tocase ni una coma de su ley, y de hecho su grupo, Unidas Podemos, incluso votó ayer contra una enmienda que se limitaba a corregir un error terminológico en la redacción de la norma.
El precedente de la Ley Trans escocesa que la izquierda ha obviado.
No estamos hablando de riesgos hipotéticos. Como ya vimos en diciembre, ya ha habido casos en otros países de agresores sexuales que se han aprovechado de leyes como la Ley Trans española para pedir su traslado a centros penitenciarios femeninos y, una vez en ellos, agredir sexualmente a mujeres. De hecho, un caso como ése ha precipitado la dimisión de la ministra principal de Escocia tras haber promovido una ley como la aprobada ayer en España. Un hombre condenado por dos violaciones y que ahora se define como trans fue enviado a una prisión de mujeres. Se trata de una persona que sigue estando dotada de pene, lo cual le permitiría seguir violando en prisión. A eso hay que añadir que 521 delincuentes sexuales han cambiado su nombre en tres años, sacando provecho de la Ley Trans escocesa. La Ley Trans española no incluye ninguna previsión para evitar algo así.
La misma arrogancia que acabó beneficiando a más de 500 agresores sexuales.
La ley promovida por el gobierno de coalición formado por socialistas y comunistas tampoco pone barreras a que un chico que se registre como chica pueda acceder a baños y vestuarios femeninos en centros educativos o instituciones deportivas, con el consiguiente riesgo para chicas menores de edad. El gobierno de izquierdas se ha dejado llevar por un maximalismo ideológico ajeno a la realidad, que no admite que sus formulaciones puedan contener errores y conllevar graves efectos para la sociedad, y en concreto para las mujeres.
Se trata de la misma actitud arrogante que se vio en el trámite de la Ley Orgánica de Libertad Sexual, también conocida como "ley del sólo sí es sí" (por el lema usado por Irene Montero para promoverla). El resultado ha sido más de 500 rebajas de condenas -de momento- para condenados por violación y pederastia. Además de ver reducido su tiempo de estancia en prisión, ahora la izquierda les hace otro favor más al proporcionarles un fácil acceso a prisiones de mujeres. Un curioso "hito" para un sector del mapa político que presume constantemente de ser "feminista" y de defender a las mujeres.
*Fuente: Contando Estrelas. Elentir. España. Febrero 2023.