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EEUU. El borrado de las "mujeres" se intensifica ⎪ CULTURIZAR MEDIOS

Palabras específicas para el sexo, como "mujeres", "hembras" y "madres", han desaparecido en algunos de los lugares en los que cabría esperarlas, como en el caso de la "mortalidad materna". En su lugar, descubrimos construcciones incómodas, una y otra vez, como "personas embarazadas, lactantes y puérperas y personas con intención de quedarse embarazadas".  

Conclusiones principales. 

  • ● La campaña para borrar las referencias a las #mujeres alcanza nuevos niveles de absurdo. Ha hecho incursiones en las redes sociales, en las revistas médicas e incluso en la legislación federal.
  • ● Los activistas de #género han impulsado una amplia legislación -la mal llamada Ley de #Igualdad- que consagraría sus puntos de vista en la ley de derechos civiles.
  • ● Ateos como Richard Dawkins se han opuesto a la #ideología #transgénero que inspira estos juegos lingüísticos. Muchas #feministas también se oponen.


Fuente: The Heritage foundation*


La campaña para borrar las referencias a las mujeres ha alcanzado nuevos niveles de absurdo. En las últimas semanas, ha hecho incursiones en las redes sociales, en las revistas médicas e incluso en la legislación federal. 

Por ejemplo, si has pasado mucho tiempo en las redes sociales últimamente, es probable que hayas visto en las ediciones de la ACLU (1) una cita de la ex jueza feminista Ruth Bader Ginsburg (2) para eliminar las referencias ofensivas a las "mujeres".

El pasado mes de octubre, Kamala Harris no tuvo ningún problema en citarla a Ruth Bader Ginsburg sin censura en las audiencias de confirmación del Senado para Amy Coney Barrett. Pero las convenciones sobre estos delicados asuntos cambian rápidamente. Once meses después, la ACLU sintió la necesidad de suprimir las palabras ofensivas.

La maniobra suscitó suficiente controversia como para que la ACLU tuviera que disculparse. Su director ejecutivo, Anthony Romero, confesó que "es un poco orwelliano reescribir expresiones históricas para ajustarse a las sensibilidades modernas".

Aun así, "habiendo pasado tiempo con la jueza Ginsburg", explicó Romero, "me gustaría creer que si estuviera viva hoy, nos animaría a evolucionar nuestro lenguaje para abarcar una visión más amplia del género, la #identidad y la #sexualidad". En otras palabras, aunque sea mejor no alterar las citas del pasado, deberíamos evitar las referencias regresivas a las "mujeres" a partir de ahora.


La portada del 25 de septiembre de The Lancet es aún más inquietante. Presenta una única y descarnada cita sobre fondo blanco, que reduce a las mujeres a "cuerpos con vaginas". 

La revista médica, al igual que la ACLU, ha emitido su disculpa a medias. No pretendían #deshumanizar y marginar a las mujeres, explicó el redactor jefe Richard Horton. Su objetivo, más bien, es "subrayar que la salud de los #transexuales es una dimensión importante de la atención sanitaria moderna, pero que sigue siendo descuidada". Y sigue en esta línea exculpatoria, lamentando el azote de "la vergüenza menstrual y la pobreza del periodo".

O, en palabras de Demi Lovato: Sorry, not sorry (Perdón, no perdón).

Ambos episodios se han reproducido en las redes sociales. Pero hay otra campaña de borrado en marcha en la sombra. Por ejemplo, la jerga noticiosa que se ha colado en el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria para 2021 que se está tramitando en el Congreso. Esta amplia propuesta de impuestos y gastos afectaría a mucho más que a nuestra salud fiscal.


Palabras específicas para el sexo, como "mujeres", "hembras" y "madres", han desaparecido en algunos de los lugares en los que cabría esperarlas, como en el caso de la "mortalidad materna". En su lugar, descubrimos construcciones incómodas, una y otra vez, como "personas embarazadas, lactantes y puérperas y personas con intención de quedarse embarazadas". 

Los paquetes de conciliación se limitan supuestamente a los presupuestos. Pero para los ideólogos de género, el proceso se ha convertido en una oportunidad para empezar a borrar las referencias a las mujeres y a lo femenino.

Aunque "individuo" o "persona" es habitual en los documentos jurídicos cuando el referente puede ser masculino o femenino, eso no explica lo que ocurre aquí. Los autores de esta sección pretenden neutralizar las referencias a las mujeres.

¿Cómo lo sabemos? Porque se apartan del uso anterior, e incluso del uso típico que sigue estando presente aquí y allá en el texto de conciliación cuando se refiere a la ley preexistente o la cita. Tomemos, por ejemplo, la sección de Medicaid, que debe seguir refiriéndose a "mujeres embarazadas y puérperas".

No es de extrañar que una simple búsqueda de palabras en la legislación vigente haga que aparezcan 96 referencias a "mujeres embarazadas" ya en el código federal. Si se busca "mujeres" aparecen 1.118 referencias.

Esto se suma a otros esfuerzos para avanzar en esta jerga noticiosa. Por ejemplo, la presidenta Pelosi, a principios de este año, hizo del lenguaje degradante una práctica habitual en el Congreso.

Los activistas de género han impulsado una amplia legislación -la mal llamada Ley de #Igualdad- que consagraría sus puntos de vista en la ley de derechos civiles. Pero mientras trabajan para conseguir ese objetivo, los activistas se centran en borrar a las mujeres de forma gradual deslizando el mismo tipo de #lenguaje en los proyectos de ley que se están tramitando en el Congreso.


Sin embargo, estos esfuerzos están provocando resistencia, y no sólo de los tradicionalistas comprometidos. La mayoría de los estadounidenses se oponen a la ideología de género. 

Ya sea que se imponga a los menores en el consultorio médico o en el ámbito deportivo, esto es cierto. De ahí que la ACLU y The Lancet se opongan a las maniobras con la bandera. Y de que ambos grupos hayan tenido que pedir disculpas.

La campaña también se enfrenta a la resistencia de sectores no conservadores. Ateos como Richard Dawkins se han opuesto a la ideología transgénero que inspira estos juegos lingüísticos. Muchas feministas, incluidas las radicales, también se oponen.

Mientras tanto, los esfuerzos de los activistas son esporádicos y contradictorios. Lo vemos incluso en las incoherencias internas del texto del proyecto de ley de conciliación presupuestaria, como se ha señalado anteriormente.

Por último, la ideología de género contradice la realidad natural. No sólo la ley moral natural escrita en cada corazón. Estamos hablando de la biología de los mamíferos.

Hechos contundentes como estos deberían darnos la esperanza de que el sentido común se imponga a los esfuerzos de los activistas de género por borrar a las mujeres.



(1) American Civil Liberties Union / Unión Estadounidense por las Libertades Civiles
(2) Ruth Joan Bader Ginsburg ​ fue una jueza y jurista estadounidense judía que se destacó, especialmente, por su trabajo en la lucha por la igualdad legal de género. Desde 1993 hasta 2020 fue jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos, habiendo sido nombrada por el presidente Bill Clinton. Wikipedia


*Fuente: The Heritage foundation. Por Jay W. Richards y Jared Eckert.


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