La imputación de Begoña Gómez por corrupción ha sido un duro golpe para el dirigente socialista a pocos días de las elecciones europeas.
Abascal desactiva parte de esa estrategia socialista con su visita a Israel. Mientras sanchez sigue con los intentos por desviar la atención del escándalo de su mujer.
Sánchez conocía esa imputación desde hace un mes, justo antes de publicar la famosa carta en la que se tomó cinco días de descanso para decidir, según él mismo aseguró, si dimitía o permanecía al frente del gobierno. Ahora, esa maniobra queda como un burdo intento por desviar la atención del escándalo de su mujer.
Hay que señalar que ésa no ha sido la única maniobra de distracción de Sánchez. Los conflictos diplomáticos provocados por su gobierno con Argentina e Israel, en el primer caso retirando a la embajadora de España en Argentina y en el segundo caso alineándose con los aliados de Hamás, quedan ahora al descubierto. Más allá de los ingredientes ideológicos de ambos conflictos, Sánchez sólo pretendía hacer ruido para tapar el escándalo de su esposa y también los casos de corrupción que afectan al Partido Socialista (PSOE), del cual es secretario general.
El partido de Sánchez insulta ahora a Giorgia Meloni.
A pesar de que esa estrategia de distracción ha quedado expuesta ante la opinión pública, los socialistas insisten en apostar por esa forma de manipulación.
Ayer, mientras la noticia de la imputación de Begoña Gómez iba ocupando las portadas de los diarios digitales y se convertía en tema de conversación en las redes sociales, el PSOE lanzó un incendiario vídeo en Twitter calificando como "fascista" a Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia, acusando a Alberto Núñez Feijóo, el presidente del Partido Popular, de querer pactar con ella.
El vídeo, muy cutre y claramente improvisado, es una evidente maniobra desesperada de un PSOE acorralado por los escándalos de corrupción y especialmente por el que ahora afecta al propio entorno personal de su máximo dirigente.
Primero incendió las relaciones de España con Argentina y después con Israel, en un intento de que el humo ocultase las noticias que se vienen publicando sobre las causas judiciales que afectan al Partido Socialista y a la esposa de Sánchez. Ahora intenta provocar un incendio diplomático con Italia, con el mismo propósito.
Dos días antes el gobierno agradeció a Meloni su invitación al G7.
La paradoja es que ese vídeo incendiario llega sólo dos días después de que se conociese que el gobierno de Sánchez ha agradecido a Meloni haberle invitado a la reunión del Grupo de los Siete (G7), formado por los jefes de Estado y presidentes de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Todo ello después de que Sánchez intentase imponer un cordón sanitario contra Meloni en Europa, una medida que el dirigente socialista español no ha propuesto contra dictaduras como Turquía, Qatar, Venezuela o Cuba.
Sánchez elige gobernantes afines a Vox para atacarles: ¿el próximo será Petr Fiala?
Casualmente, Sánchez siempre elige a gobernantes próximos a Vox para provocar estos conflictos diplomáticos. El presidente argentino Javier Milei ha mostrado varias veces su afinidad hacia el partido que lidera Santiago Abascal. El Likud, el partido del primer ministro israelí Netanyahu, es aliado de Vox, igual que Fratelli d'Italia, el partido de Meloni.
Siguiendo esa línea, el próximo cartucho de Sánchez para tapar el escándalo de su mujer sería provocar un incidente diplomático con la República Checa, pues el primer ministro de ese país, Petr Fiala, es el líder del Partido Democrático Cívico, el socio checo de Vox.
La 'máquina del fango' de los socialistas españoles.
El caso es que ese vídeo insultando a la primera ministra italiana ha sido lanzado por el mismo partido que habla de una "máquina del fango" para desprestigiar a los medios independientes que han sacado a la luz el escándalo de su esposa. En su estrategia de distracción, Sánchez también ha recurrido a la carta del victimismo, presentándose como la víctima de una ola de insultos.
Sin embargo, tanto en el caso de Milei como en el caso de Israel, el partido y el gobierno de Sánchez han sido los primeros en atacar con graves insultos y difamaciones. En el caso del presidente argentino, los ataques de los socialistas españoles empezaron ya antes de su elección.
En el caso del primer ministro israelí, el gobierno de Sánchez ha llegado a la calumnia al acusar al Estado judío de cometer un "genocidio", una acusación falsa difundida por Hamás y sus aliados y propagada activamente por la ultraizquierda.
Todo parece apuntar que los socialistas quieren hacer con Meloni lo mismo que en los dos conflictos diplomáticos. Primero insultan a un mandatario extranjero y, ante la más leve respuesta de éste, fingen sentirse ofendidos e inician una escalada para mantener ocupados a los medios y que las noticias sobre el escándalo de Begoña Gómez no ocupen las portadas de los periódicos. Una estrategia muy burda pero eficaz.
Abascal desactiva parte de esa estrategia socialista con su visita a Israel.
El problema de esa estrategia es que es ya demasiado evidente y hay formas de desactivarla. Ayer Santiago Abascal cortó de raíz el incendio diplomático provocado por Sánchez con Israel, con una visita sorpresa a Netanyahu, en la que el líder de Vox recibió del primer ministro israelí el compromiso de que respetará la unidad de España en su respuesta a las provocaciones del gobierno de Sánchez.
Abascal también comunicó a Netanyahu lo que hay detrás de esos incendios diplomáticos provocados por Sánchez, indicando que está "tapando sus casos de corrupción política y económica con el reconocimiento del estado palestino".
Todo parece indicar que la izquierda española y sus aliados separatistas esperaban que Israel adoptase una actitud antiespañola para seguir alimentando ese conflicto diplomático e indisponer a más españoles contra el Estado judío. Ahora el gobierno de Israel ya sabe que millones de españoles apoyamos a su país y que Sánchez no nos representa.
Abascal le ha hecho un gran favor a España y ha dejado en evidencia a Sánchez. Tal vez ésa sea la razón por la que en las últimas horas los activistas socialistas estaban muy furiosos con el líder de Vox, lanzando contra él toda clase de insultos. Abascal ha torpedeado la estrategia socialista impactando en su línea de flotación.
*Fuente: Contando Estrelas. Elentir. España. Junio 2024. Foto: Governo.it. El presidente del gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, en un encuentro con la primera ministra de Italia, la conservadora Giorgia Meloni, el 4 de mayo de 2023.