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馃嚭馃嚫 EEUU. La r谩pida disminuci贸n de la fertilidad es una crisis existencial y mundial

 

La humanidad ha entrado en una nueva era de r谩pido declive poblacional. A nivel mundial, es probable que la tasa de fecundidad total ya est茅 por debajo del nivel de reemplazo, es decir, por debajo del nivel necesario para sostener la poblaci贸n a largo plazo, aproximadamente 2,18 hijos por mujer. 

En Estados Unidos, ronda los 1,6; sin inmigraci贸n, nuestra poblaci贸n ya habr铆a comenzado a disminuir. Si no logramos abordar nuestra crisis de fertilidad, Estados Unidos se enfrentar谩 a una crisis econ贸mica existencial impulsada por una pronunciada ca铆da de las tasas de fecundidad, cuyo impacto podr铆a alcanzar billones de d贸lares. 

Estar "por debajo del nivel de reemplazo" no significa que la poblaci贸n mundial se estancar谩 inmediatamente. Debido a un fen贸meno conocido como impulso poblacional, el crecimiento continuar谩 durante aproximadamente 30 a帽os m谩s. La tasa de natalidad mundial actual es temporalmente alta porque grandes cohortes de mujeres nacidas a finales de la d茅cada de 1990 y principios de la de 2000 tienen hijos mientras sus padres a煤n viven. Sin embargo, todo el crecimiento poblacional mundial actual se debe 煤nicamente a este impulso.

Pocos pa铆ses se mantienen por encima del nivel de reemplazo, salvo los del 脕frica subsahariana y Asia Central. Adem谩s, las tasas de fertilidad est谩n disminuyendo de forma m谩s significativa y, lo que es m谩s importante, a un ritmo m谩s r谩pido de lo que se previ贸 hace unos a帽os. Esta tendencia es evidente tanto en pa铆ses ricos como pobres, en estados religiosos y laicos, en pa铆ses con gobiernos de derecha e izquierda, y en pa铆ses con acceso al aborto gratuito y en aquellos con leyes restrictivas. Elija cualquier pa铆s al azar en un mapa del mundo y es muy probable que su tasa de fertilidad est茅 disminuyendo r谩pidamente. 

En Am茅rica, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, solo Hait铆, Honduras, Bolivia, Paraguay y un pu帽ado de peque帽as naciones caribe帽as est谩n en camino de superar los niveles de reemplazo en 2025, y solo por poco. 

Los gigantes demogr谩ficos de la regi贸n —Estados Unidos, Brasil, M茅xico, Colombia, Argentina y Canad谩— ya se encuentran significativamente por debajo del nivel de reemplazo. Cabe destacar que, a principios de 2025, Estados Unidos ten铆a una tasa de fertilidad m谩s alta que Brasil, M茅xico, Colombia, Argentina y Canad谩.


En Asia, pa铆ses como China, India, Jap贸n, Vietnam, Tailandia, Turqu铆a, Ir谩n y Corea del Sur, entre muchos otros, se encuentran significativamente por debajo de los niveles de reemplazo. 

En China, Jap贸n, Corea del Sur y Tailandia, las muertes superan actualmente a los nacimientos; estos pa铆ses han agotado su impulso, lo que ha provocado un declive poblacional. Al ritmo actual, China podr铆a perder hasta 600 millones de habitantes para finales de siglo.

El 脕frica subsahariana presenta un panorama menos claro, ya que la calidad de los datos es deficiente (muchas de las cifras de la ONU se basan en estimaciones). Sin embargo, algunos indicios sugieren que la fertilidad tambi茅n est谩 disminuyendo all铆. Hace tres semanas, un economista de Ghana me dijo: «En mi pueblo ya nadie tiene hijos». El plural de an茅cdota no es un dato, pero su observaci贸n coincide con otros indicadores.

Actualmente, la tasa de fecundidad en EE. UU. ronda el 1,6%, significativamente por debajo de la tasa de reemplazo de 2,1%. (Cabe destacar que la tasa de reemplazo global de 2,18% es ligeramente superior a la de EE. UU. debido al aborto selectivo de ni帽as en Asia y a la mayor mortalidad femenina en 脕frica). Este problema no es nuevo; EE. UU. ha estado por debajo de la tasa de reemplazo desde la d茅cada de 1970, aunque el reciente descenso de la fecundidad no tiene precedentes. De hecho, sin la afluencia de inmigrantes (como yo) y sus hijos nacidos en EE. UU., la poblaci贸n estadounidense probablemente habr铆a comenzado a disminuir hace una d茅cada.

Las implicaciones del descenso de la fertilidad en Estados Unidos son el problema econ贸mico m谩s crucial de nuestro tiempo. 

Considere la ecuaci贸n contable fundamental del crecimiento econ贸mico. El crecimiento de la producci贸n es igual a la tasa de crecimiento de la producci贸n por trabajador (una medida de la productividad) m谩s la tasa de crecimiento de la fuerza laboral. Desde la Guerra de Secesi贸n, la tasa de crecimiento promedio a largo plazo de la producci贸n por trabajador en Estados Unidos ha sido de aproximadamente el 1,9 % anual. Esta tasa ha sido ocasionalmente mayor (como se observ贸 en las d茅cadas de 1950 y 1960) y en otras ocasiones menor (como se observ贸 en las d茅cadas de 1970 y 2010). Sin embargo, las desviaciones de este promedio hist贸rico generalmente no han sido significativas. 

 

Por lo tanto, cuando el n煤mero de trabajadores aument贸 aproximadamente un 1 % anual, el crecimiento econ贸mico estadounidense se mantuvo en torno al 2,9 % anual. Durante los a帽os de bonanza, en particular durante las expansiones econ贸micas, cuando la productividad se dispar贸, la econom铆a alcanz贸 tasas de crecimiento del 4 % o m谩s. En los a帽os m谩s d茅biles, cuando la productividad se desaceler贸 o cay贸, la producci贸n creci贸 solo un 1 % o un 2 %. La producci贸n total solo se contrajo durante un a帽o entero en raras ocasiones.

Adelant茅monos a la d茅cada de 2040, cuando la tasa de crecimiento de los trabajadores podr铆a ser del -1 % anual. Incluso si mantenemos la tasa de crecimiento del producto por trabajador en el 1,9 % (una gran incertidumbre), la econom铆a crecer谩 a un magro 0,9 % anual. En a帽os de prosperidad, podr铆amos alcanzar el 2 %; en 茅pocas de recesi贸n, la econom铆a se contraer谩, no solo crecer谩 m谩s lentamente. 


¿Es este un escenario improbable? Lamentablemente, no. Ya lo hemos presenciado: se llama Jap贸n. 

Entre 1991 y 2019, el PIB de Jap贸n creci贸 a una tasa anual del 0,83 %, significativamente inferior a la del 2,53 % de Estados Unidos. ¿El principal factor de su d茅bil desempe帽o econ贸mico? El dr谩stico colapso demogr谩fico de Jap贸n. 

Entre 1991 y 2019, la combinaci贸n de la baja fertilidad previa y el envejecimiento de la poblaci贸n provoc贸 una disminuci贸n anual del 0,54 % en el n煤mero de adultos en edad laboral. El total de horas trabajadas disminuy贸 a un ritmo similar del 0,43 % anual; la diferencia entre estas cifras refleja una mayor participaci贸n laboral entre los trabajadores de mayor edad y las mujeres. 

En contraste, Estados Unidos, impulsado por tasas de fertilidad m谩s altas y una inmigraci贸n significativa, experiment贸 un crecimiento anual del 0,91 % en su poblaci贸n en edad laboral, con un aumento del 1,04 % en el total de horas trabajadas. En consecuencia, el PIB por adulto en edad laboral de Jap贸n creci贸 a una tasa del 1,39 % anual, en comparaci贸n con el 1,65 % en Estados Unidos, una diferencia relativamente peque帽a. Si se mide en t茅rminos de producci贸n por hora trabajada, el crecimiento de Jap贸n fue del 1,26 % anual, mientras que el de Estados Unidos fue del 1,53 %.

Excluyendo principios y mediados de la d茅cada de 1990, cuando Jap贸n se vio envuelto en las consecuencias de su burbuja inmobiliaria, el crecimiento per c谩pita de Jap贸n entre 1998 y 2019 super贸 al de Estados Unidos.

El d茅bil desempe帽o econ贸mico de Jap贸n durante los 煤ltimos 25 a帽os no es un misterio; es simplemente el resultado de una poblaci贸n en declive. La demograf铆a define el destino, incluso en t茅rminos de crecimiento econ贸mico. En otras palabras, la situaci贸n econ贸mica actual de Jap贸n (buen desempe帽o del crecimiento por adulto en edad laboral, pero bajo crecimiento de la producci贸n total) anticipa el futuro de la econom铆a estadounidense.

Las consecuencias de una desaceleraci贸n significativa del crecimiento de la producci贸n ser谩n graves para la econom铆a estadounidense. Si bien consideramos el crecimiento de la producci贸n per c谩pita al evaluar el bienestar (y el crecimiento de la producci贸n per c谩pita no disminuir谩 tan dr谩sticamente como el crecimiento de la producci贸n total), este es crucial para abordar la financiaci贸n de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid, el servicio de la deuda p煤blica y la financiaci贸n de las fuerzas armadas ante la creciente competencia internacional. Una vez que empezamos a considerar las implicaciones fiscales de una poblaci贸n en declive, se vuelve dif铆cil centrarse en cualquier otra cosa.

Cuando llego a este punto en seminarios, conferencias o entrevistas con los medios, invariablemente recibo tres preguntas: cambio clim谩tico, inmigraci贸n e inteligencia artificial.


¿No es una poblaci贸n en descenso una buena noticia para el medio ambiente y el cambio clim谩tico?

Parad贸jicamente, no. Una poblaci贸n estable o en lento declive puede ayudar a aliviar la presi贸n sobre el medio ambiente y facilitar la transici贸n hacia cero emisiones netas de CO2. Sin embargo, un colapso poblacional, como el que probablemente experimentaremos dadas las tasas de fertilidad actuales, generar谩 tantos problemas fiscales que no habr谩 margen en los presupuestos gubernamentales para las preocupaciones ambientales.

Esto no es mera especulaci贸n. Los desaf铆os econ贸micos actuales que enfrentan muchas econom铆as europeas se deben principalmente al r谩pido aumento del gasto en seguridad social y atenci贸n m茅dica para las personas mayores, que ha eclipsado otras prioridades presupuestarias. En las democracias donde el votante promedio es mayor, se tiende a prestar menos atenci贸n a las cuestiones ambientales a largo plazo y a garantizar las cotizaciones a la seguridad social. Si bien esta puede ser una visi贸n aleccionadora de la naturaleza humana, se basa en la experiencia hist贸rica.

¿Por qu茅 no traer simplemente m谩s inmigrantes?

Sorprendentemente, la respuesta es no.

Estados Unidos tiene un estado de bienestar. Esto significa que las personas que est谩n por debajo del percentil 60 de la distribuci贸n del ingreso son receptores netos de fondos del gobierno durante su vida (es decir, el valor actual neto de lo que aportan es menor que lo que reciben m谩s adelante, como la Seguridad Social y Medicare), quienes se encuentran entre el percentil 60 y el 90 son contribuyentes netos aproximadamente cero, y solo los que se encuentran entre los percentiles 10 superiores son contribuyentes netos. En otras palabras, todos los inmigrantes que llegan a Estados Unidos est谩n por debajo del percentil 90 y no ayudar谩n a resolver los problemas fiscales creados por la baja fertilidad. Los pa铆ses europeos que cuentan con las bases de datos detalladas necesarias para calcular estas cifras cuidadosamente han descubierto que ni siquiera la segunda generaci贸n (es decir, los hijos de inmigrantes nacidos en el pa铆s) es un contribuyente neto al estado de bienestar.

Necesitamos evaluar la pol铆tica migratoria en funci贸n de diversos factores, adem谩s de sus implicaciones fiscales. Mi argumento es m谩s modesto: «Si cree que aumentar el n煤mero de inmigrantes de baja y media cualificaci贸n resolver谩 los problemas fiscales a largo plazo que enfrenta Estados Unidos, se equivoca».

¿La inteligencia artificial (IA) realmente resolver谩 todo esto? 

Esta es mi pregunta favorita, tanto porque refleja la confusi贸n generalizada sobre la IA entre el p煤blico como porque gran parte de mi investigaci贸n acad茅mica se centra en ella. De nuevo, la respuesta es no. La clave est谩 en la paradoja de Moravec. 

Elija al azar a cualquier estudiante de primer a帽o de la Universidad de Pensilvania y p铆dale que resuelva un sistema de ecuaciones en diferencias parciales, un modelo matem谩tico que ilustra c贸mo m煤ltiples cantidades interconectadas cambian continuamente en el tiempo y el espacio, describiendo fen贸menos como el clima o la demograf铆a. El estudiante de primer a帽o probablemente encontrar谩 esta tarea abrumadora. De hecho, incluso la mayor铆a de los estudiantes de posgrado en matem谩ticas aplicadas y ciencias naturales luchan durante a帽os con ella. Sin embargo, la IA puede resolver este sistema sin esfuerzo. 

Ahora, p铆dele al mismo estudiante de primer a帽o que haga su cama o limpie su dormitorio. Puede hacerlo, aunque a rega帽adientes, como la mayor铆a de los adolescentes, sin ning煤n problema. Estamos lejos de tener un robot con IA capaz de hacer camas o limpiar dormitorios fuera de casos de prueba experimentales y bien estructurados.

Esta es la paradoja de Moravec: programar computadoras para realizar tareas que la mayor铆a de los humanos considera muy dif铆ciles (p. ej., matem谩ticas avanzadas) es mucho m谩s f谩cil que programarlas para realizar tareas que la mayor铆a de los humanos consideran triviales (p. ej., tender la cama). Desafortunadamente, los problemas que enfrentaremos debido a la disminuci贸n de la poblaci贸n, como la necesidad de cuidados para personas mayores, requieren habilidades como tender la cama y no matem谩ticas avanzadas.


Entonces, ¿qu茅 puede hacer Estados Unidos para abordar la crisis de fertilidad?

Esta es la pregunta del cuatrill贸n de d贸lares (s铆, abordar la fertilidad tiene un impacto medido en t茅rminos descontados de cuatrillones de d贸lares, no solo en calderilla como un m铆sero bill贸n de d贸lares aqu铆 y all谩). Seguimos inseguros. Sabemos, por ejemplo, que ofrecer exenciones fiscales por fertilidad no parece tener mucha importancia.

En cambio, casar a m谩s personas (y hacerlo a una edad m谩s temprana) s铆 parece ser significativo. Estados Unidos deber铆a reestructurar toda su pol铆tica econ贸mica hacia un enfoque familiar que facilite el matrimonio. 

Destacar los principales componentes de dicha pol铆tica ameritar铆a un art铆culo aparte. Sin embargo, esta abarca la asequibilidad de la vivienda, la reforma del sistema educativo y la mejora de las habilidades laborales y sociales de muchos j贸venes.

Volviendo al tema del cambio clim谩tico, muchos j贸venes est谩n profundamente preocupados por la posibilidad de que nos enfrentemos a la extinci贸n debido a este problema. Si bien comparto la preocupaci贸n por el cambio clim谩tico, no es tan urgente como nuestra crisis de fertilidad: ya hemos desarrollado las tecnolog铆as necesarias para la transici贸n a cero emisiones netas. El desaf铆o actual radica principalmente en la implementaci贸n pol铆tica. Esto requerir谩 esfuerzo y podr铆a causar m谩s da帽o al planeta que el que habr铆a causado una pol铆tica ideal, pero creo que lograremos este objetivo. El verdadero desaf铆o econ贸mico de nuestro tiempo, para la humanidad en general y para Estados Unidos en particular, es la crisis de fertilidad. Pong谩monos manos a la obra cuanto antes.


*Fuente: The American Enterprise. Por Jes煤s Fern谩ndez-Villaverde, profesor visitante John H. Makin en el American Enterprise Institute, donde estudia macroeconom铆a, econometr铆a e historia econ贸mica. Marzo 2025.  

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