Esta semana, Jacques Arènes examina esta noción de reconocimiento, que lamentablemente cae en desuso. Sin embargo, ser conscientes de nuestra suerte es más imprescindible que nunca.
Pasé la Navidad en una abadía del Mediterráneo, no muy lejos de la costa... Los faisanes se paseaban por las callejuelas, y la vid y el vino eran alegres y reconfortantes. Con el hermano que dirige el hotel, hablamos de los tiempos particulares que vivimos, y de cómo la gente que acude a los monasterios a veces sufre, busca un sentido, sin estar necesariamente afiliado a la tradición cristiana.
Me recordó la búsqueda de personas que venían a su encuentro, su sentimiento de ruptura durante el período Covid: ruptura temporal, ruptura del vínculo, cuestionamiento de la vida anterior, especialmente con la pregunta persistente del significado que se le debe dar a este período... Una de sus frases me impactó. El significado es el siguiente: "la gente de hoy ya no puede adoptar una actitud de elogio por su existencia, por lo que ha recibido". Retuve esta palabra, sin duda porque también me reconocí en ella.
Fuente: La Vie*
Volver a poner la gratitud en el centro de nuestra vida
Esta es una pregunta para trabajar realmente en el próximo año. Si usted es un creyente "oficial" o no: ¿Por qué la gratitud ya no es apropiada? No necesariamente gratitud por el jefe o el prójimo, frente al que no nos cae bien o nos hace daño. Pero, gratitud en general. Hacia la vida si no creemos en nada -menos en la vida, que ya es mucho- y hacia Dios o lo divino si creemos en algo o en alguien.
Es realmente una pregunta para ser "trabajada" hoy. Algunas psicoterapias muy serias ofrecen a los pacientes que llenen un cuaderno de “gratitud”. Básicamente es una versión secular de una visión cristiana que comienza con la gratitud. Por supuesto, esto no es obvio. ¡Algunos de nosotros no percibimos fácilmente lo que puede ser un apoyo para la gratitud en nuestra existencia!
Dar gracias por haber nacido en este mundo
Al mismo tiempo, la gratitud es lo que nos permite, de manera muy funcional, vivir juntos y apoyarnos unos a otros. Nuestros padres tuvieron sus límites y sus defectos, pero nos dieron la vida. Podemos darnos cuenta plenamente de lo que no pudieron ofrecernos, e incluso del mal que a veces ejercieron sobre nosotros, pero también nos damos cuenta de sus andanzas, de sus investigaciones, y podemos, en la mayoría de los casos, sentirnos en deuda por ello.
La gratitud se está desvaneciendo hoy. Yo no sé por qué. Tengo la sensación de que nos cuesta más reconocernos dependientes de personas que no necesariamente son perfectas, pero que nos han acompañado y con las que estamos en deuda. (...)
*Fuente: Por Jacques Arenes. 12 de enero de 2022. La Vie. Malesherbes Publications.
