CIENTÍFICOS de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) han utilizado el cuero cabelludo de bebés #abortados de entre 18 y 20 semanas, de forma inducida, para injertarlo en la espalda de ratones vivos.
El objetivo es estudiar las enfermedades y las respuestas inmunitarias en ratones y ratas "humanizados". Como resultado de los experimentos, los roedores desarrollaron piel y pelo humanos. Los investigadores también tomaron algunos de los órganos internos de los bebés y los cortaron en dados lo suficientemente pequeños como para inyectarlos en los roedores. Los resultados se publicaron en la prestigiosa revista Nature. La financiación del experimento procedió de los ingresos fiscales de EE.UU. generados por el Instituto Nacional de Salud (NIH).
Fuente: One Of Us Europa*
Evaluación bioética
En nuestra opinión, se trata de un nuevo intento de humanizar a algunos animales de experimentación con el pretexto de conseguir ciertos avances científicos. Como hemos escrito en otras ocasiones, los experimentos para obtener órganos o tejidos humanos de animales no son nuevos. Hay dos dificultades bioéticas en este tipo de pruebas: la primera y más grave es el uso de #células #fetales procedentes de abortos inducidos como material de investigación, una práctica que indirectamente intenta legitimar el #aborto. Con motivo de la investigación y producción de ciertas vacunas contra el Covid-19 que utilizaban células procedentes de abortos #inducidos, hemos publicado estudios que aclaran las dificultades éticas de estos procedimientos.
Un segundo aspecto #bioético muy controvertido de este intento de humanizar a los animales de laboratorio es la imposibilidad de garantizar que esta humanización se limite exclusivamente a los tejidos útiles y que las #células #humanas no colonicen otros tejidos no deseados del animal, entre los que podría estar su propio cerebro. Aunque no sea así, el uso de células humanas de fetos abortados debe denunciarse de nuevo como un intento utilitario de legitimar dichos #abortos. Actualmente existen alternativas al uso de células fetales humanas para estos experimentos que no presentarían dificultades éticas.
*Fuente: One Of Us Europa. Por Julio Tudela: Farmacéutico, profesor universitario en Universidad Católica de Valencia.
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