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La eutanasia tiene causas culturales muy específicas: ¡aquí están! ⎪ CULTURIZAR MEDIOS -

Desde hace algunas décadas, la demanda de eutanasia ha ido creciendo en muchos países, entendida tanto como la legitimación legal y moral de "matar por razones compasivas" como el reconocimiento de la voluntad de un individuo, que tendría el poder de solicitar y, por tanto, también de obtener la #muerte, cuando hace tal petición y cuando ésta se produce bajo ciertas condiciones. 

Este fenómeno debe ser examinado en profundidad en sus múltiples aspectos. En primer lugar, debemos tomar nota del hecho de que se está extendiendo rápidamente en la sociedad una actitud de aceptación, si no incluso de apoyo, a la idea de que la demanda de muerte tiene su propia legitimidad moral y, por tanto, también legal; que es "normal" y que, como tal, posiblemente también debería fomentarse y percibirse como una evolución fisiológica de las costumbres. 

Fuente: Marcia Per La Vita*

Además, este fenómeno tiene evidentes repercusiones jurídicas, ya que provoca cambios en los sistemas estatales en una dirección permisiva. 

El debate político tiende a imbuir esta demanda con un significado evolutivo, casi como un síntoma de un desarrollo positivo de la civilización, una promesa de mayor libertad para los individuos y una liberación del estado secular de los "grilletes" de la tradición cristiana.


Estas tesis están fuertemente influenciadas por una visión ideológica, una distorsión de la antropología correcta y una concepción a menudo positivista del derecho. Es necesario destacar las contradicciones de estas concepciones, trabajando en un plano estrictamente racional. Hay que reconocer que la difusión de una mentalidad favorable a la eutanasia se ve alimentada en primer lugar por una serie de elementos propios de la sociedad contemporánea, que actúan como un verdadero "caldo de cultivo" para la legalización de la "muerte dulce". Estos elementos pueden resumirse como sigue:

- Dios es retirado de la vida pública y desposeído de sus derechos. El hombre sólo responde ante sí mismo, destacando los conceptos de autodeterminación y autonomía. De este modo, el hombre se constituye en norma y medida de sus propios juicios. Por lo tanto, reclama el señorío absoluto sobre su propia vida, el momento y la forma de "salir de la vida".

- Una mentalidad cada vez menos inclinada a reconocer la vida de cada hombre como un valor en sí mismo.

- La doctrina de la llamada "calidad de vida", entendida como la medición del valor de la vida a través de una fórmula que calcula el peso de la vida en función de determinados multiplicadores: eficiencia, disfrute psicofísico, sufrimiento, minusvalía. Si uno de estos factores es cero, el resultado de la ecuación también será cero. Algunas vidas humanas valen cero.

- Siguiendo con este punto de vista, se puede llegar a considerar que ciertas vidas tienen incluso un balance negativo, ya que suponen costes sociales, costes humanos para los familiares, costes de quitar recursos a los enfermos en mejores condiciones, etc.

- En estas condiciones, hay que evitar la vida por todos los medios. Se representa como una prisión de la que hay que escapar para recuperar la libertad.

- La muerte es el nuevo tabú de la sociedad en la que vivimos. El hombre contemporáneo tiene una relación ambigua y problemática con la muerte. En ausencia de dolor y enfermedad, la muerte se percibe como el final absurdo de una vida aún por disfrutar. Por eso, por regla general, no hay que hablar de la muerte ni reflexionar sobre ella.

- Por otro lado, cuando la vida pierde su filo y se ve lastrada por la discapacidad o simplemente por el paso de los años, la #muerte se percibe como una liberación de una existencia considerada sin sentido.

- El hombre sólo responde a las leyes de la sociedad establecidas libremente sobre la base del consenso general o mayoritario. La democracia procedimental o relativista se convierte en el modelo habitual de ejercicio de la soberanía, en el que cualquier contenido puede convertirse en norma jurídica.

- La compasión se utiliza como lubricante para la máquina de la #eutanasia: los sinceros sentimientos de pena, compasión y angustia que afligen a quienes cuidan de un enfermo se convierten en argumentos eficaces para justificar la eliminación repentina del paciente.

- En este clima general, el hecho que se debate se aleja de la discusión ética y jurídica: para practicar la eutanasia hay que realizar literalmente un acto asesino.


En este escenario, la eutanasia puede parecer lógica e incluso humana. No sólo es lícito, sino incluso obligatorio. Se convierte en un "derecho" lo que corresponde un deber por parte de los demás.


Tomado de "Eutanasia: ¿derecho o delito?", de Mario Palmaro


*Fuente: 
Fuente: Marcia Per La Vita.

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