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Tu cerebro cambia al ser madre: lo que la ciencia acaba de descubrir

 

La materia gris se reduce con el embarazo y es una buena señal. 

¿Qué pasa en el cerebro de las mujeres cuando se convierten en madres? El cerebro de una madre no vuelve a ser el mismo tras el embarazo y ahora, por fin, la ciencia tiene una explicación. 

Un nuevo estudio publicado en 2024 en Nature Neuroscience confirma que la maternidad modifica la materia gris para fortalecer el vínculo con el bebé. Pero ¿qué significa realmente este cambio? ¿Y qué pasa con las madres que no han gestado? La ciencia responde. 

Que las mujeres cambiamos durante el embarazo es una obviedad, pero hasta hace muy poco no había evidencia científica al respecto. No se trata solo de un cambio físico, de carácter, de relación con el entorno o de percepción de una misma, sino también de un cambio a nivel cerebral. Con el embarazo, el cerebro de las madres experimenta cambios anatómicos relacionados con la neuroplasticidad, que es la capacidad para cambiar a lo largo de la vida. Se trata de cambios muy similares a los que se producen durante la adolescencia, de ahí que a este proceso se le denomine Matrescencia.  

El concepto lo acuñó por primera vez, en los años 70, la antropóloga Dana Raphael y sirve para describir el proceso de convertirse en madre desde un punto de vista físico, emocional y social. La doctora en neurociencias Susana Carmona, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital público Gregorio Marañón de Madrid, hace años que estudia los cambios que se producen en el cerebro. Recientemente, en 2024, ha coordinado un estudio pionero que constata que durante ese periodo se produce una reducción de la materia gris. “Disminuye de igual manera que lo hace en la adolescencia para optimizar el procesamiento de información”, explica Carmona en declaraciones a Psicología y Mente. Añade que esta reducción no es algo negativo ni una atrofia, “sino más bien todo lo contrario: una optimización de ciertos procesos”. El resultado del estudio abre muchas incógnitas, pero sobre todo aporta una certeza: cuanto más cambios en el cerebro de las madres, más vinculación tienen con sus bebés. 

Esta conclusión abre también un debate: ¿qué pasa con las madres que no son gestantes o con las madres adoptivas? En este sentido, Carmona es muy clara: “La conducta maternal no depende del cambio del cerebro. Sería absurdo pensar que una mamá adoptiva no va a ser una buena madre porque no pasa por una gestación y un posparto. Nuestro estudio lo que dice es que a mayor transformación, más vinculación. No hace falta una imagen cerebral para ver que una mamá adoptiva es fantástica, pero sí que hace falta una imagen cerebral para demostrar lo que pasa durante una gestación, porque algo parecido ocurre en la menopausia”, subraya la científica. 


No, no estás distraída: tu bebé ha secuestrado tu atención. 

“Desde que tuve a mi primer hijo noté dos cosas muy evidentes: la primera es que me volví una loba, tenía una sensación y una necesidad casi biológica de proteger y tener encima a mi bebé; no quería que nadie lo cogiera”, explica María, madre de dos pequeños de 1 y 4 años. “La otra cosa que noté claramente es una falta de concentración tremenda, ya desde el embarazo, y también que después, en el posparto, se me olvidaban palabras, una sensación muy extraña”, continúa. Las sensaciones de María son comunes en muchas madres y ahora también tienen una explicación científica. 

En la vida de las mujeres se producen tres etapas hormonales: la pubertad, el embarazo y la menopausia. El equipo de la neurocientífica ha demostrado con datos de neuroimagen que los cambios que se producen en las gestantes son muy parecidos en tamaño y forma a los que se producen en la adolescencia. Se trata de grandes momentos de plasticidad cerebral con muchos cambios cognitivos y emocionales, donde el cerebro tiene que adaptarse para aprender cosas nuevas. En el caso de las madres, hay que aprender a mantener con vida a un ser humano muy demandante.

Carmona, que también es autora del libro Neuromaternal: ¿Qué le pasa a mi cerebro durante el embarazo y la maternidad? (Ediciones B, 2024), cuenta que muchas veces, cuando las mujeres se quedan embarazadas, se dice que “se vuelven tontas o que pierden la memoria”, cuando lo que realmente pasa es que tienen que aprender un millón de cosas nuevas y muy relevantes. Las incógnitas son todavía muchas, pero en modelos animales se ha visto que las hormonas gestacionales modifican el cerebro para que los estímulos del bebé sean muy relevantes, tanto que son capaces de secuestrar la atención de la madre: “Si antes, el 100% de la atención estaba destinada al día a día, con el bebé el 50% se destina a él y con el otro 50% hay que hacer todo lo demás”, explica. 


El cerebro de la mujer, un gran desconocido.

Estudios como el desarrollado en el Gregorio Marañón servirán para estudiar el cerebro de la mujer, “puesto que existe un sesgo de sexo y género en biomedicina”: Solo el 0,5% de los estudios de neuroimagen abordan aspectos relacionados con el cerebro de la mujer. Para Carmona, estudiar el cerebro de la mujer es importante no solo para prevenir la depresión posparto, sino también para abordar la menopausia, ya que lo que sucede durante la gestación tiene efectos en ese periodo y en el riesgo de demencia. 


*Fuente: Psicologia y Mente. Por Gisela Rodríguez. Mayo 2025.

Gisela Rodríguez. (2025, marzo 7). Tu cerebro cambia al ser madre: lo que la ciencia acaba de descubrir. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/cerebro-cambia-al-ser-madre-ciencia-acaba-de-descubrir. 

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Los bebés necesitan 18 meses de gestación: 9 dentro y 9 fuera: La exterogestación

 

El concepto exterogestación se usa para hacer referencia a esos 9 meses que los seres humanos necesitan de gestación fuera del útero cuando ya han nacido. 

Nadie puede negar que un embarazo humano dura alrededor de unos nueve meses. La Organización Mundial de la Salud, OMS, considera que cualquier mujer que se ponga de parto entre la semana 37 y la semana 42 de gestación trae al mundo a un bebé a término.

Sin embargo, pese a que consideremos que durante el periodo de gestación intrauterina se ha completado su desarrollo, esto no es del todo cierto. La especie humana nace con una inmadurez considerable en comparación con otras especies.

Es por ello que se requieren otros 9 meses fuera y para englobar este periodo se acuñó el término exterogestación. A lo largo de este artículo veremos qué es, por qué es tan importante y qué podemos hacer cómo adultos para acompañar el proceso de la mejor forma posible.


¿Qué es la exterogestación?

El concepto exterogestación se usa para hacer referencia a esos 9 meses que los seres humanos necesitan de gestación fuera del útero cuando ya han nacido. Vendría a ser algo muy similar a lo que sucede con las crías de los canguros, que acaban de desarrollarse en la bolsa materna.

Esta idea se desarrolló a raíz de las observaciones a nivel evolutivo. Para que un bebé húmedo naciera tan autónomo como otras crías mamíferas la gestación intrauterina debería ser mucho más larga.

Sin embargo, hoy en día se sabe que nacemos con un organismo muy inmaduro tanto a nivel físico como neurólogo. No solo nace inmaduro nuestro cerebro, sino que el sistema nervioso y el sistema digestivo también necesitan continuar madurando a lo largo de los primeros meses de vida. Esto implica que, a diferencia de otras especies, los humanos nacen completamente dependientes de sus cuidadores.

Teniendo todo esto presente, cada vez son más los estudios y autores que defienden la idea de que es necesario que los primeros nueve meses de vida del bebé se parezcan el máximo posible a la gestación intrauterina. Es decir, se deben propiciar entornos seguros y en contacto tan frecuente con la madre cómo sea posible (incluso aunque el bebé no llore).


¿Por qué los bebés humanos necesitan 9 meses de gestación fuera del útero?

El motivo por el cual las criaturas humanas nacen tan inmaduras se debe a un conflicto evolutivo entre el tamaño del cráneo y la adaptación a la bipedestación. Puesto que los humanos han desarrollado un cerebro más grande, los bebés nacen con cráneos más grandes en comparación a otras especies. Además, la pelvis, y con ella el canal de parto, se estrechó para poder adaptarse a caminar erguidos. 

Es decir, si el cerebro de los bebés se desarrollara por completo dentro del útero, la cabeza sería demasiado grande para pasar por el canal de parto. Por este motivo, las criaturas nacen antes de haber completado su desarrollo neurológico y siguen desarrollando su cerebro fuera del útero durante los primeros meses de vida.

Así pues, durante los 9 primeros meses de vida de un bebé su cerebro se sigue desarrollando y creciendo a un ritmo impresionante. Sin embargo, en la mayoría de especies esto sucede dentro del útero materno y, por ello, sus crías nacen mucho más autónomas.

Puesto que los bebés nacen únicamente con un 25% de su cerebro desarrollado, no están preparados para la independencia. Por el contrario, la biología prevé que sean dependientes de sus cuidadores y, por ello, los bebés “esperan” tener contacto de manera constante con sus cuidadores, ser alimentados a demanda, que su llanto sea atendido de forma inmediata y que haya movimiento como en el útero.

Por último, es interesante tener en cuenta que en caso de que no existiera la dificultad del canal de parto, los embarazos humanos serían mucho más largos con el fin de que todo este proceso de desarrollo pudiera darse dentro del útero materno. Es decir, si los bebés nacieran tan desarrollados como otros mamíferos, los embarazos durarían entre 18 y 21 meses.


¿Cómo podemos acompañar la exterogestación?

Si queremos ayudar a que nuestra criatura pueda desarrollarse de forma óptima, es necesario comprender que la exterogestación no es una teoría. Se trata de una necesidad biológica real. Teniendo esto en cuenta, podemos comprender y atender sus necesidades tal y como ellos necesitan. Esto nos va a ayudar a conseguir que nuestros hijos crezcan más seguros y regulados.

Contacto físico. 

Los bebés necesitan contacto físico de manera casi constante puesto que les da seguridad. El contacto piel con piel y portearlos ayuda a imitar las condiciones uterinas puesto que le proporcionan calor y les permite escuchar los latidos del corazón de su figura cuidadora. Además de favorecer el desarrollo neurológico, fomenta la regulación emocional y el desarrollo motor.

Esta cercanía es necesaria también cuando los bebés duermen puesto que es la forma en que se sienten seguros y protegidos. El colecho seguro mejora la calidad del sueño infantil, incrementa la regulación emocional, reduce el estrés y fortalece el vínculo con los cuidadores.

Alimentación a demanda. 

Hoy en día es bien sabido que el mejor alimento para las criaturas es la leche materna. No obstante, sea cual sea la forma en que se alimente al bebé debe hacerse a demanda. Es decir, siempre que pida. Es necesario comprender que para los bebés el pecho no es solo alimento, sino que es seguridad y protección tanto física como emocional. Además, también se fomenta el vínculo afectivo. Por ello, en caso de alimentar al infante con fórmula se debe intentar reproducir al máximo estas condiciones de atención y cercanía.

Atención inmediata al llanto. 

Pese a que en los últimos tiempos se ha expandido el mito de que atender el llanto del bebé les malcría y les acostumbra a los brazos, debemos comprender que no es así. Ya hemos comentado anteriormente que, en realidad, las criaturas nacen biológicamente programadas para estar en contacto constante y ser atendidas debido a su inmadurez. Recordemos que el llanto es la única forma que tienen los bebés para comunicarse. Atenderles de forma sensible cuando lo necesitan únicamente aporta aspectos positivos como el establecimiento de un alegro seguro y la confianza en su entorno.

Vínculo afectivo. 

Los bebés necesitan ser cuidados y atendidos debido a su completa dependencia. Esto aplica tanto a nivel físico como emocional. Además de contacto físico, las criaturas necesitan interacciones (miradas, voz suave, caricias, etc.) cálidas y amorosas que les hagan sentir seguros y protegidos.

Entorno predecible.

En el útero las condiciones son relativamente tranquilas, estables y predecibles y esto es a lo que están acostumbrados. Los ambientes calmados en los que hay rutinas suaves y respetuosas contribuyen a que se sientan seguros. 

Los cambios repentinos o ambientes bruscos pueden ser estresantes. La exterogestación es un periodo de adaptación a la vida fuera del útero y requiere paciencia y mucho cuidado.

Estimulación respetuosa. 

El cerebro del bebé se encuentra en pleno desarrollo durante los 9 primeros meses de vida. Pese a que hoy en día se nos mandan mensajes constantes sobre la necesidad de estimular a las criaturas, no debemos caer en la sobreestimulación. El contacto piel con piel, las interacciones amorosas y los juegos tranquilos con sus cuidadores son, habitualmente, estímulos suficientes.


*Fuente: Psicologia y Mente. Por Nera Moreno. Marzo 2025.

Nerea Moreno. (2025, marzo 12). Los bebés necesitan 18 meses de gestación: 9 dentro y 9 fuera. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/salud/bebes-necesitan-18-meses-de-gestacion

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🇩🇪 Alemania. Trauma: Cómo las víctimas de abuso infantil afrontan la paternidad

 

¿Qué significa para las sobrevivientes de abuso sexual infantil convertirse en padres y asumir la responsabilidad de criar a sus hijos? 

Este es el enfoque de un nuevo estudio que examina cómo el abuso pasado puede influir en la paternidad.

"Muchas sobrevivientes se preocupan mucho por si tener hijos o no porque tienen mucho miedo: ¿Y si a mis hijos también les pasa? ¿Y si no puedo protegerlos lo suficiente?", afirma Ava Anna Johannson, una de las sobrevivientes que participó en el estudio encargado por la Investigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil en Alemania.

Johannson es una sobreviviente de abuso infantil. Creció cerca de Bremen, en el norte de Alemania, y sufrió abusos sexuales por parte de su abuelo y otros familiares desde los tres años. Tras una juventud difícil con periodos en clínicas psiquiátricas, Johannson terminó la escuela, fue a la universidad, se casó y tuvo hijos.

Sin embargo, la experiencia de dar a luz a su primer hijo hizo que el trauma del abuso pasado volviera a aflorar. "Me impactó muchísimo", explica. "Tenía una sensación muy fuerte de que me trataban como a un objeto, de que no se trataba en absoluto de mí ni de mis necesidades, de que hablaban de mí y no de mí".


Falta de concienciación sobre el trauma entre el personal médico. 

Johannson establece una conexión entre el trato que recibió por parte del personal médico durante el parto y el abuso que sufrió de niña, incluyendo la misma sensación de impotencia. Un procedimiento médico para agrandar el canal del parto, llamado episiotomía, fue particularmente traumático.

"Me abrieron el vientre para obligar al bebé a salir sin siquiera avisarme", declaró a DW. "Creo que hay un fuerte paralelismo con el abuso... Se supone que uno debe alegrarse de que el bebé esté sano y estar entusiasmado con él".

Los autores del estudio encuestaron a más de 600 sobrevivientes de abuso sexual infantil de entre 20 y 70 años, el 84 % de las cuales eran mujeres. Afirman que la violencia y la falta de respeto durante el parto constituyen un grave problema social, sanitario y de políticas para la mujer. Para abordar este problema, se necesita formación específica que tenga en cuenta el trauma y el establecimiento de servicios integrales de apoyo profesional.

"Hay una increíble falta de sensibilidad sobre estos temas a la hora de dar a luz y ese es un problema general, no solo para las mujeres que han sido abusadas sexualmente, sino que las afecta particularmente", afirma la socióloga Barbara Kavemann, una de las autoras del estudio.


Se necesitan más redes de apoyo para los sobrevivientes. 

El estudio formula una serie de recomendaciones para los responsables de la formulación de políticas y los profesionales de la salud, como las matronas, con la esperanza de que las sobrevivientes reciban un mejor apoyo en la planificación familiar y en su vida cotidiana como padres. Esto incluye apoyo especializado para niños en jardines de infancia y escuelas.

"Las experiencias traumáticas pueden transmitirse a la siguiente generación, pero no es inevitable. El peligro no es que los padres hayan sufrido violencia, sino que no reciban suficiente apoyo y se queden solos", afirma Kavemann.

Otra cuestión planteada por los participantes del estudio, especialmente los hombres, fue el miedo a convertirse en agresores, lo que no solo les impide tener hijos, sino también buscar el apoyo que tanto necesitan. «Temen solicitar apoyo en consejería, bienestar juvenil y otras agencias, porque les estigmatizan como víctimas de violencia y les dicen que no pueden cuidar de sus hijos», explica Kavemann.

La mayoría de los abusos sexuales contra menores ocurren en el ámbito familiar, y casi una cuarta parte de los padres encuestados reportaron la dificultad de evitar que sus hijos tengan contacto con el agresor. Una de las recomendaciones es establecer mejores redes de apoyo para quienes han perdido su red de apoyo familiar, ya sea por haber sido marginados o por haberse distanciado activamente porque su familia no quiere distanciarse del agresor.

"Los grupos de autoayuda también juegan un papel muy importante", explica Kavemann, y añade que el personal de los centros de planificación y asesoramiento familiar "prácticamente no sabe nada" sobre el tema.

También es importante que los padres expliquen a sus hijos, cuando alcancen la edad adecuada, lo sucedido en el pasado y que puedan responder a sus preguntas, lo que ayuda a aliviar la carga tanto de padres como de hijos, según Kavemann. «Los niños pueden afrontar estas situaciones siempre que sepan y comprendan que ellos y sus padres tienen derecho a recibir apoyo y, sobre todo, que sepan que no es su culpa. Eso es fundamental», afirma.

Johansson coincide en que muchas cosas cambiaron para ella cuando por fin pudo hablar con sus hijos sobre lo que le había sucedido de niña. "Todo empezó cuando les dije que me sentía bien, que había una razón para ello y que buscaba apoyo. Eso siempre fue lo más importante para mí: que mis hijos no tuvieran que preocuparse por mí, que no se sintieran culpables y que yo recibiera ayuda", afirma.


Se propone un monumento en reconocimiento a los sobrevivientes de abusos. 

Creada en 2016 por la Cámara Baja del Parlamento, la Comisión Independiente de Investigación sobre Abuso Sexual Infantil ha investigado el alcance, la naturaleza y las consecuencias de la violencia sexual contra niños, niñas y jóvenes en la República Federal de Alemania y la RDA. La comisión realiza entrevistas y publica informes con recomendaciones para la prevención futura y para brindar a las víctimas un reconocimiento adecuado.

No se dispone de información precisa sobre la magnitud del abuso sexual infantil en Alemania debido a la falta de datos. La Organización Mundial de la Salud ha pedido al país que rectifique este problema para visibilizarlo más abiertamente. Las últimas estadísticas de la Agencia Federal contra el Crimen estiman que 54 niños y adolescentes son víctimas de abuso sexual cada día en Alemania.

Kavemann dice que un gran problema es la falta de atención que se presta al abuso sexual infantil que ocurre dentro de las familias [...]

Una de las ideas discutidas en el informe es crear un sitio conmemorativo en reconocimiento a aquellas personas afectadas por abuso sexual infantil que deciden no tener hijos como resultado de sus experiencias o que no pueden hacerlo debido al daño físico causado por sus abusadores.

Es una idea que Johannson, quien aún lidia con las consecuencias del abuso que sufrió, también acoge con satisfacción. "Tuve un comienzo difícil en la vida, pero lo aproveché al máximo y creo que crié bien a mis hijos", dice. "Simplemente no tengo adónde ir para obtener algún tipo de reconocimiento oficial por lo que me pasó ni ninguna compensación. Es un trago amargo".


*Fuente: Deutsche Welle. Por Helen Whittle. Marzo 2025.  

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La mujer como pilar de la sociedad: el retorno de la feminidad en el mundo moderno

 

El feminismo, tal como se entiende más comúnmente en la sociedad actual, es profundamente antifemenino: ha establecido el cuerpo masculino como una norma social.

El papel de la mujer ha cambiado a lo largo de los siglos, pero su importancia no ha disminuido.

Incluso en lo que ahora se conoce como períodos patriarcales, la mujer era considerada el pilar del hogar familiar, y las ciencias sociales demostraron entonces que una familia estable es necesaria para el progreso general de la sociedad, por lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos incluyó una disposición que establecía que “la familia es la célula natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección del Estado y de la sociedad”.

Aunque no tenían ciertos derechos políticos y sociales, las mujeres habían sido anteriormente un apoyo insustituible para sus maridos (gobernantes, científicas, escritoras – y a lo largo de la historia ha habido mujeres en puestos de poder en diversas sociedades), desempeñaban papeles importantes en la vida social de la comunidad organizando sociedades de mujeres y otras organizaciones tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra (en nuestro país tenemos un ejemplo del famoso Círculo de Hermanas Serbias y la Sociedad de Mujeres de Belgrado), y dejaron su huella en la literatura, el arte, la ciencia, etc.

Inevitablemente, debemos mencionar ejemplos de un pasado lejano, como la reina Helena de Anjou, que fundó la primera escuela para niñas en Serbia, y la monja Yefimia, la primera escritora serbia.

A menudo se acusa a los conservadores de querer restablecer el “patriarcado” o alguna otra forma de orden del pasado, pero sabemos que no hay ningún momento en la historia de la humanidad en el que la sociedad en general, y la posición de la mujer, fuera ideal, y al que nos gustaría volver.


Es indiscutible que las mujeres, al igual que los hombres, están dotadas de inteligencia, talentos y diversas habilidades y conocimientos, y que deben ser capaces de utilizar estos dones en beneficio de la familia y la sociedad. 

A mediados del siglo XX, apareció la primera píldora anticonceptiva, lo que hizo posible la revolución sexual de finales de la década de 1960, lo que llevó a un declive general de las normas morales tradicionales sobre la sexualidad.

Los testimonios de mujeres de esa época muestran que muchas mujeres entraron en relaciones sexuales no deseadas porque no tenían ninguna razón para decir que no: hay una píldora, no hay peligro de embarazo (en su mayoría), así que ¿por qué no?

La expansión de la llamada libertad sexual fue parte de la agenda del movimiento feminista, pero dio frutos amargos. Louise Perry, autora de “El caso contra la revolución sexual”, dice que las mujeres y los niños son los mayores perdedores de la revolución sexual. 

Sobre la base de premisas erróneas, este movimiento les decía a las mujeres que debían suprimir su feminidad, y buscar la llamada “feminidad”, posición igualitaria en la sociedad comportándose como hombres.

Así es como se creó la imagen de la mujer moderna realizada: es una persona que no da a luz, cuya carrera es más importante que su familia y que es capaz de cambiar de pareja sexual con frecuencia sin estar atada a ellas.


El mensaje es claro: no debemos esforzarnos por que el hombre y la mujer sean iguales como seres humanos, sino por que las mujeres sean iguales al hombre.

El feminismo, tal como se entiende más comúnmente en la sociedad actual, es profundamente antifemenino: ha establecido el cuerpo masculino como una norma social que no da a luz ni amamanta, ha degradado la importancia de la maternidad no solo para la realización personal, sino para la sociedad en su conjunto, y constantemente envía mensajes sutiles a las mujeres de que no son lo suficientemente buenas como son, pero que deberían ser como los hombres.

Por lo tanto, no es de extrañar que la mayor parte del movimiento feminista adopte la ideología transgénero y la idea de que un hombre puede convertirse en mujer, y permita que los hombres que afirman ser mujeres tengan acceso a habitaciones de mujeres (baños, vestuarios), categorías deportivas femeninas, cárceles de mujeres e incluso concursos para la mujer más bella. 

Las feministas acusan a la sociedad patriarcal de no permitir que las mujeres sean visibles, de no quererlas en puestos de liderazgo y de importancia, y la ideología transgénero va un paso más allá: coloca a los hombres como mujeres en lugar de mujeres, afirmando que son “mejores mujeres que las mujeres”.

La gendarmería busca alterar fundamentalmente toda nuestra existencia, nuestra identidad ontológica como ser bisexual, y se dirige principalmente contra las mujeres. 


El vocabulario que describe la experiencia femenina y el mundo femenino es particularmente indeseable y ahora la madre se ha convertido en una “persona que da a luz”, la lactancia materna es en inglés “lactancia materna” y la leche materna ya no es de la madre sino “leche humana”. 

Las “personas que menstrúan” también pueden ser hombres, nos dicen, razón por la cual los productos menstruales ahora se colocan en los baños de hombres.

Hoy en día, el uso del pronombre incorrecto es un acto de violencia, el llamado Confusión de género. Y nos preguntamos, entonces, ¿cómo llamaríamos el borrado de todo el vocabulario que describe a las mujeres?

El último ejemplo de la eliminación de las mujeres proviene de Gran Bretaña, donde dos mujeres, las únicas fundadoras sobrevivientes de una asociación de apoyo a la lactancia materna, renunciaron porque la sociedad dijo que la palabra “madre” era un obstáculo para la inclusión, que cuestionar la ideología de género era “dañino” y que había comenzado a aceptar a los hombres que querían amamantar.

Una de ellas, Miriam Maine, dijo que se negaba a ayudar a los hombres a “realizar una lamentable imitación de la lactancia materna” que representaba un riesgo para el bebé.

Otra fundadora, Marianne Thompson, escribió en una carta pública: “Nuestra organización está siendo destruida por esta desviación de las normas naturales, que son la esencia de la maternidad a través de la lactancia materna, todo con el fin de satisfacer las fantasías de los adultos”.

La autora de la serie de Harry Potter, J. K. Rowling se vio obligada a establecer una casa segura solo para mujeres, en la que las mujeres que son víctimas de violencia serán asistidas exclusivamente por mujeres porque algunas mujeres que han sufrido violencia no se sienten seguras o relajadas en presencia de hombres inmediatamente después del trauma, incluso si el hombre es un psicólogo o un trabajador social, mientras que las autoridades quieren permitir el acceso a casas seguras, a hombres que afirman ser mujeres, ya sea en el papel de víctimas violencia o que formen parte del personal que ayuda a las mujeres.

Que la “liberación sexual” no empodera en absoluto a las mujeres se puede ver en las estadísticas sobre el número de matrimonios divorciados, padres solteros (la mayoría de las veces madres), adolescentes con comportamientos problemáticos y adicciones, la epidemia de enfermedades de transmisión sexual, un gran número de abortos, el creciente consumo de contenido pornográfico que se está volviendo cada vez más violento, así como la experiencia vivida de innumerables mujeres y niñas que confirman que según muchos indicadores no son más felices ni están más satisfechas de lo que estaban sus abuelas o madres, a pesar de haber recibico todos los derechos que les prometió el movimiento feminista, entre los que destacan el derecho al aborto y al divorcio sin culpa.

Un estudio [1] encontró que el 77% de las mujeres habían tenido experiencias sexuales no deseadas, y que el alcohol desempeñaba un papel importante en gran medida en la capacidad de razonar en un momento dado.

Otro estudio [2] encontró que el 78% de las mujeres se arrepienten de haber tenido aventuras de una noche, sienten arrepentimiento por lo que han hecho y, muy a menudo, se disgustan.


La cultura de las citas casuales que se ha extendido en el mundo occidental implica entablar relaciones con una persona que acabamos de conocer, por lo que tal acto pierde el epíteto de “íntimo” y se reduce a la satisfacción primitiva de los instintos. 

Cuando añadimos a esta reducción de la mujer a un medio de satisfacción de necesidades el predominio de la pornografía, que, como he dicho, se está volviendo cada vez más violenta, llegamos a una parte de la explicación de por qué la violencia contra la mujer está aumentando. 

Los hombres jóvenes que crecen con contenido pornográfico, donde se les ofrecen ideas poco realistas sobre cómo debe verse una mujer y qué debe hacer, no pueden crecer para ser esposos y padres que respeten tanto a sus esposas como a todas las demás mujeres, que los protejan y, si es necesario, se sacrifiquen por ellas.

Todos pensamos que tenemos nuestras propias opiniones, que tenemos control sobre nosotros mismos y nuestros cuerpos, y que los demás no pueden ni deben decirnos qué hacer, y no nos damos cuenta de lo vulnerables que somos realmente y de lo fácil que es manipular la mente y la voluntad de una persona. Un ejemplo notable de esto es la reacción de las mujeres liberales en Estados Unidos después de la victoria de Trump en las elecciones presidenciales.

Se han tragado la propaganda liberal y piensan que durante los próximos cuatro años vivirán casi en un campo, que no podrán abortar a los niños no deseados, cambiar de sexo, vestirse como quieran, etc.

Después de grabarse en las redes sociales llorando desconsoladamente o gritando de rabia, ahora se cortan el pelo en señal de protesta y aceptan llevar brazaletes azules para reconocer y mostrar solidaridad.

También revivieron los llamados “movimiento 4B”, que se originó en Corea del Sur a finales de la década de 2000, lleva el nombre de cuatro palabras en coreano que comienzan con la letra B, que significa “no tener sexo con hombres, no dar a luz, no salir con hombres y no casarse con hombres”.

“Huelga sexual” para molestar a los hombres que votaron por Trump, demostrando así que todavía es posible hacer lo que es más saludable para ellos, que no es acostarse con hombres desconocidos, sino buscar una relación estable con un hombre de confianza.


Es necesario un cambio de paradigma en la sociedad moderna, para lo cual las mujeres necesitan ser femeninas y los hombres masculinos de nuevo. 

Las mujeres no deben rechazar su naturaleza y los dones únicos que tienen, y la sociedad debe respetar especialmente a las mujeres precisamente por estos dones, extremadamente conscientes del hecho de que una mujer que no trabaja no es de ninguna manera “sólo” una ama de casa, sino el factor social más importante que determina el camino que seguirá toda la sociedad.

El llamado “empoderamiento de la mujer” jugó un papel clave en la destrucción del matrimonio y la familia a través de la “liberación de la mujer de los grilletes del patriarcado”.

Por lo tanto, es lógico que la solución para la recuperación de la familia también pase por las mujeres, pero esta vez a través del verdadero empoderamiento de las mujeres, a través de mujeres que no rechacen sino que acepten su feminidad, y así llevar a un cambio en el paradigma cultural, creando una sociedad que eleve a las mujeres por lo que son, y que valore la maternidad y los dones únicos que tanto el padre como la madre aportan a la familia por encima de todo. 


[1 ] Flack, W. F., et. al., “Risk Factors and Consequences of Unwanted Sex Among University Students”, Journal of Interpersonal Violence, 2007

[2 ] Fisher, M. L., et. al., “Feelings of regret following uncommitted sexual encounters in Canadian university students”, 2012


*Fuente: International Family NewsFebrero 2025. Por Marija Stajić: Es coeditora del portal web The Orthodox Christian Parent, miembro de la junta directiva de la organización benéfica Pro-Life Centre, con sede en Belgrado, y miembro del Centro Científico Serbio. Es licenciada en Filología Inglesa y tiene una amplia experiencia en traducción e interpretación. Escribe, edita y traduce artículos sobre temas relacionados con la familia y los derechos humanos, como la libertad de expresión, la libertad religiosa y cuestiones bioéticas, como el aborto y la eutanasia.

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🇭🇺 La maternidad es ampliamente respetada en Hungría ⎪ CULTURIZAR MEDIOS


En Hungría, las madres son reconocidas tanto por las familias como por el Estado. La mayoría de los húngaros celebran el Día de la Madre y el Estado apoya a las madres con una serie de medidas. 

⎪MATERNIDAD, FAMILIA, NATALIDAD⎪ 


Una encuesta anterior del Instituto Mária Kopp para la Población y las Familias (KINCS) reveló que el 96 por ciento de los húngaros saludan a sus madres en el Día de la Madre. 

La mayoría (91%) afirmó tener una buena relación con su madre, como lo demuestra el hecho de que ocho de cada diez hablan con ella a diario. 

La mayoría de los húngaros cree (78%) que las madres mantienen unidas a las familias y que tienen el papel más importante en la crianza de los hijos. 

En Hungría hay 3,13 millones de madres que han dado a luz a un total de 6,22 millones de niños a lo largo de su vida, lo que significa que las madres en Hungría tienen una media de dos hijos. Desde principios de la década de 2000, alrededor de tres cuartas partes de las mujeres en edad adulta han sido madres. 

En comparación con 2011, el número medio de hijos en el grupo de edad de 20 a 35 años ha aumentado ligeramente (de 1,67 a 1,72), mientras que entre las madres de 45 a 49 años hay ahora 10.000 madres más con familia numerosa, es decir, tres o más hijos, que en 2011. 

Hungría basa su política familiar en las madres y una parte importante de las medidas se adaptan a sus necesidades. El gobierno ofrece muchas oportunidades que apoyan específicamente a las madres. 

La maternidad y la crianza de los hijos se reconocen mediante beneficios fiscales para las madres (exención de impuestos para madres con cuatro hijos y menores de 30 años), elevando el importe de la tasa de cuidado de los hijos al cien por cien del salario anterior, GYED Extra, condonación de la deuda de préstamos estudiantiles, trabajo Beneficios del mercado (beneficios a tiempo parcial y vacaciones adicionales), así como Mujeres 40, que amplía las posibilidades de las abuelas. 

Hungría y el pueblo húngaro valoran a las madres.  


*Fuente: Instituto Mária Kopp para la Población y las Familias (KINCS), Dudapest.

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 CULTURIZ.AR   MEDIOS 

El análisis costo-beneficio de tener un bebé ⎪ CULTURIZAR MEDIOS

¿Cómo se calcula el valor de tener un hijo? Para averiguarlo, este economista entrevistó a mujeres cuyas familias numerosas están desafiando la crisis de fertilidad. 

⎪FAMILIA, PADRES, VALORES⎪ 


“¿Debería tener un bebé?” ", se lee en el asunto de un correo electrónico reciente de Emily Oster, la economista convertida en experta en consejos para padres que saltó a la fama al decirles a las futuras mamás ansiosas que pueden dejar de asustarse por ingerir sushi o vino durante el embarazo. Hice clic en abrir su correo electrónico la semana pasada para encontrar esta desalentadora pregunta del lector de la semana:

Tengo 35 años y mi marido también. Amamos nuestra vida y nuestro perro, y no tenemos hijos. Tenemos muchos amigos sin hijos que parecen relativamente felices, considerando todo. Tenemos algunos amigos que tienen hijos y la mayoría parece más deprimida que antes de tener hijos. Es muy, muy, muy difícil para nosotros decidir si queremos tener un bebé. Parece que tener hijos se presenta exteriormente como el significado de la vida, pero en privado se experimenta como un costo enorme para la vida. Nadie puede decirte tampoco si se arrepiente de haber tenido hijos. Así que no tengo claro cómo es realmente la experiencia para mis amigos que parecen tan aislados y aburridos. Me preocupa perderme esta ventana cada vez más pequeña en la que podríamos tener un bebé. Me preocupa tener un bebé y ser infeliz. ¿Cómo toman esta decisión las personas que no siempre han querido ser padres?

—Treinta y tantos con un perro (Mid-30s with a Dog)

Si bien hay mucho que analizar aquí, desde “un enorme costo de vida” hasta su “ventana cada vez más pequeña”, parece que lo que “Mid-30s with a Dog” realmente busca es un análisis adecuado de costo-beneficio. Y si la caída en picada de la tasa de natalidad de nuestra nación es un indicio, ella no está sola. 

Es en contra de esta mentalidad tan predominante que Catherine Pakaluk, economista con doctorado en Harvard, se propuso escribir "Los hijos de Hannah: Las mujeres que desafían silenciosamente la escasez de nacimientos" (Hannah's Children: The Women Quietly Defying the Birth Derth). Aunque se ha hablado mucho sobre la disminución de la fertilidad en nuestro país y lo que deberíamos hacer al respecto, Pakaluk adoptó un enfoque diferente para abordar la crisis del fracaso de los bebés. 

En lugar de estudiar el tipo de mujeres que le escriben a Emily Oster acerca de que los bebés obstaculizan su felicidad, Pakaluk viajó por todo el país para entrevistar exactamente a lo opuesto: mujeres con educación universitaria y cinco o más hijos. Muchas mujeres que entrevistó también estaban embarazadas (de su sexto, séptimo u octavo bebé) o estaban sopesando la decisión de agregar bebés a su prole, y no a expensas de su felicidad, sino por la oportunidad de expandirla. 

Como científica social licenciada en economía y madre de ocho hijos, Pakaluk se encuentra en una posición única para estudiar por qué en un mundo con dos hijos, que tiende a ser de un solo hijo, estas mujeres deciden tener familias tan ridículamente numerosas. Pakaluk y su equipo entrevistaron a mujeres no sólo sobre sus elecciones o circunstancias, sino también sobre sus motivos, y las historias que comparte en "Los hijos de Hannah" tienen mucho más que ofrecer a las «treintañeras con perro» que las mencionadas amigas con hijos «que parecen tan aisladas y sosas». 


Pakaluk se apresura a desmentir las dos suposiciones más extendidas sobre las mujeres que tienen mayores tasas de fecundidad: o son «incultas» o «religiosas». 

Ambas suposiciones no sólo dependen de una falsa confusión entre correlación y causalidad, sino que implican la visión machista de que estas mujeres o no pueden decidir por sí mismas o son «víctimas de creencias religiosas patriarcales». Sí, las mujeres con familias numerosas suelen ser religiosas, pero no todas las mujeres religiosas tienen muchos hijos. De hecho, la mayoría no los tiene. Sin embargo, todas las entrevistadas por Pakaluk, excepto una, atribuyeron un significado religioso a su maternidad, pero ninguna dijo haber tomado esa decisión porque un líder religioso se lo hubiera ordenado o porque estuvieran en contra de los métodos anticonceptivos artificiales. 

Como dijo uno de los entrevistados de Pakaluk, hay una distinción entre «decir que [tienes hijos] porque eres católico, lo que implica... una adhesión ciega», y tener hijos porque «realmente has considerado algo... porque crees que es bueno». Así que, sí, Los hijos de Hannah está lleno de exégesis bíblica, pero no da respuesta a las preguntas que se propuso plantear. Como economista, se centra más en utilizar las teorías económicas de la elección para entender qué tipo de cálculo utilizan estas mujeres al planificar sus familias numerosas. Abandona la perezosa respuesta de «Oh, son católicas» o «son mormanas», y en su lugar considera las ganancias, las pérdidas y el valor de añadir (o no) un hijo. 

Ya sea religiosa o no, aquí es donde «Mid-30s with a Dog» podría protestar porque no está debatiendo tener su quinto o sexto hijo, sino simplemente la idea de tener incluso un solo hijo. Y yo sugeriría que si usted es el tipo de mujer rodeada por el arquetipo demasiado prevalente (y demasiado en línea) de la madre trabajadora estirada y ansiosa que parece dominar los Reels de Instagram y los titulares del New York Times, entonces es justo que se sumerja con caridad en las historias de mujeres con una fuerza aparentemente sobrenatural que llevan la crianza de los hijos al extremo y siguen siendo irracionalmente felices. Y no, ninguna de las mujeres que aparecen es de la variedad influencer trad-wife. Por lo que sé, siguen teniendo hijos porque les gustan de verdad, no porque busquen seguidores o el patrocinio de una marca. 


Una valoración diferente. 

Las mujeres toman decisiones sobre tener hijos basándose en «costes y beneficios», aunque no en el sentido económico que solemos asociar a ese término. «Las mujeres comparan el valor personal subjetivo de tener otro hijo con el valor personal subjetivo de lo que se perderán si lo tienen», escribe, aunque también reconoce que estos valores no suelen ser cuantificables ni comparables entre todas las mujeres. 

Por supuesto, no hace falta ser economista para hacer esta observación. Cualquier madre, tenga el número de hijos que tenga, entiende perfectamente estas teorías económicas, concretamente el coste de oportunidad. Como dijo sucintamente Danielle, una de las entrevistadas del libro y ex médica reconvertida en madre a tiempo completo de seis hijos, embarazada del séptimo: «Otras cosas mueren». 


No sólo murió su carrera cuando eligió ser madre a tiempo completo, sino también otras cosas como comer en restaurantes e ir a museos sola el fin de semana. Se sacrifican incluso los bienes más básicos, como el sueño, la comodidad y los ingresos. Todos esos son bienes que ella valoraba, pero no «los bienes que tenían más valor para ella y su familia». 


Este es el quid de la lucha de Mid-30s with a Dog, pero si las mujeres de Hannah's Children pudieran hablar de la raíz de su problema, probablemente no dirían que son sus deseos egoístas los que tienen toda la culpa aquí. Muchas de estas mujeres dieron testimonio de que su propia naturaleza egoísta obstaculizó en algún momento sus decisiones. 

En cambio, Pakaluk descubrió que estos testimonios apuntaban a un cambio social más amplio en los incentivos para la planificación familiar, y hace correr ríos de tinta argumentando por qué es poco probable que los incentivos en dinero del gobierno hagan mella en las tasas de fertilidad. 

Por supuesto, hubo un cambio inicial en el valor que los hijos tenían para las familias, de una época en la que era necesario maximizar el número de hijos para ayudar en la granja o dirigir el negocio familiar. Pero ahora, con la disminución del valor económico de los niños, hay cambios siniestros en juego. Por ejemplo, la disminución de la formación religiosa y el aumento de las carreras profesionales reducen el tiempo que se pasa en casa con los niños pequeños y las recompensas emocionales que ello conlleva. 

Como señaló Kyra, madre de cinco hijos, «es difícil decir qué está destruyendo a las familias. Pero no son las mujeres que hacen más. No son las mujeres que trabajan. No son las mujeres siendo empoderadas. Sino cuando toman todo esto y presionan demasiado a una mujer y la apartan de las cosas importantes que estaba haciendo, actuando como si no importara todo lo que ha hecho antes».

Hay un hilo común entre los sujetos de Pakaluk: confiar el tamaño de su familia a Dios y a su providencia, pero más que eso había una escala de valores diferente. No se trataba sólo de determinar si valoraban más una carrera o su «identidad», como dice la narrativa popular, sino de atribuir un tipo diferente de valor a un hijo: «ese algo era el tipo de cosa por la que típicamente merece la pena morir: el amor por un ser amado, el amor a Dios, el amor a la vida eterna y la búsqueda de la felicidad». 

Hasta que las mujeres no comprendan ese tipo de valor que un niño tiene para ellas mismas y para nuestra nación en general, por supuesto que sólo considerarán el valor de un niño «un enorme peaje para la vida».»


*Fuente: The Federalist, una revista web de cultura, entretenimiento y política. Por Madeline Osburn. Jefa de redacción en The Federalist.  

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🇺🇸 EEUU. Maternidad desaparecida: ¿quién tiene la culpa? El caso Taylor Swift ⎪ CULTURIZAR MEDIOS


Un periódico sensacionalista británico publicó el lunes un sombrío titular en el que anunciaba "El desplome de la fertilidad en Estados Unidos", sobre un artículo en el que se detallaba la precipitada caída de la tasa de natalidad en Estados Unidos durante los últimos 15 años. 

El descenso fue mayor en Utah, cuya tasa de natalidad cayó más de un tercio a pesar de la reputación del Estado de la Colmena de tener familias numerosas. 

Fuente: TownHall* 


Ignorando una tendencia tan nefasta a largo plazo que perjudica la salud y la felicidad del pueblo estadounidense, nuestros medios de comunicación se han pasado la mayor parte de 2023 promocionando entretenimiento dirigido a las jóvenes solteras, empezando por Barbie. Esa película taquillera presentaba a una mujer soltera y sin hijos, con la mera aparición en un cameo de un personaje embarazada que es retratada como una marginada.  

Al fenómeno Barbie se une el de la estrella femenina del pop Taylor Swift, cuya gira de conciertos, que batió récords, provocó un colapso sin precedentes en Ticketmaster. Ahora, la versión cinematográfica ha batido el récord de taquilla para una película de conciertos, atrayendo sobre todo a mujeres jóvenes a los cines, donde bailan en las sillas y cantan desafinando en lugar de limitarse a mirar. 

A Taylor Swift, ella misma sin hijos y con casi 34 años, le preguntaron cuando cumplió 30 si quería tener hijos. Contestó secamente: "No creo que a los hombres se les haga esa pregunta cuando cumplen 30, así que no voy a contestar ahora". 


La fertilidad de un hombre, por supuesto, no empieza a decaer a los 30 años. Pero toda mujer joven debería estar advertida de lo mucho más difícil que se hace tener hijos a medida que avanza por la treintena. 

Taylor Swift no necesitará hijos para mantenerse económicamente en su vejez, debido a su fortuna. Pero el futuro de nuestro país y de los "Swifties", como se llama a sus seguidores, es menos halagüeño en nuestra sociedad cada vez más sin hijos. 

El porcentaje de mujeres menores de 45 años que tienen hijos se ha reducido a apenas la mitad en la actualidad. Los jóvenes adultos sin hijos acabarán convirtiéndose en una población de edad avanzada dependiente de las ayudas públicas, pero la Seguridad Social sólo funciona si hay suficientes trabajadores jóvenes para financiar el sistema de forma continuada. 

En su mayoría, los suifties no han acudido a estos conciertos en citas con hombres jóvenes. Se calcula que el 90% de los fans de estos conciertos son mujeres, un desequilibrio tan grave que ha causado estragos en la disponibilidad de baños en los lugares de actuación. 

Nuestra nación ya cuenta con un número récord de mujeres y hombres solteros en el grupo de edad de 18 a 29 años: el 34% de las mujeres y el 63% de los hombres. Muchos de ellos han renunciado a buscar una relación. 


Este aislamiento no es saludable para nuestra sociedad, ni para las mujeres jóvenes. Las mujeres solteras son obesas entre un 7 y un 12% más que las casadas, y Taylor Swift tuvo que eliminar una referencia a la "gordura" en uno de sus vídeos musicales el año pasado para apaciguar a sus fans. 

Mientras tanto, el número de hombres que no tienen amistades íntimas se ha quintuplicado en los últimos 30 años, hasta alcanzar el 15%. Las hordas de hombres y mujeres jóvenes que no están casados hoy en día tienen dificultades para encontrar parejas que compartan sus opiniones políticas, mientras los políticos demócratas juegan a la política de la brecha de género en su beneficio. 

Las mujeres casadas suelen votar a los republicanos, igual que los hombres casados. Pero las solteras votan mayoritariamente a los candidatos demócratas, en parte porque los demócratas gastan miles de millones de dólares en publicidad dirigida a ellas. 

El porcentaje de jóvenes de 18 a 34 años casados es hoy menos de la mitad que hace una generación. En la liberal Seattle, se predice que pronto el número de adolescentes mayores y adultos que nunca se han casado superará al número de residentes casados allí. 

Las mujeres con estudios deciden no tener hijos. Alrededor del 25% de las mujeres en edad fértil que tienen al menos un máster no tienen hijos. 


El descenso de la natalidad es algo que el presidente Trump y el Congreso republicano abordaron frente a la oposición demócrata allá por 2017, instituyendo un crédito fiscal anual de 2.000 dólares por cada hijo menor de 17 años. 

Pero este crédito fiscal por hijo ha caído en valor real debido a la inflación, y un impulso en él durante Covid no se extendió más allá de 2021. 

Este crédito fiscal por hijo es mísero comparado con los beneficios que cada estadounidense recién nacido aporta a nuestro país a lo largo de su vida. Además del servicio militar y otros sacrificios, el estadounidense medio pagará 500.000 dólares en impuestos a lo largo de su vida, por lo que el crédito fiscal por hijo debería ser muy superior a 2.000 dólares. 

Otros países han cambiado sus políticas para fomentar la maternidad. La China comunista sustituyó su política del hijo único por la de los dos hijos en 2016, y luego puso fin a su política de los dos hijos en 2021 en favor de la promoción de tener tres hijos. 

El gobierno de tendencia conservadora de Polonia acaba de ser expulsado del poder en parte porque permitió que la tasa de natalidad de Polonia disminuyera a su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial. Nuestra minúscula desgravación fiscal por hijos, mermada por la inflación, debería convertirse igualmente en un tema electoral a medida que nuestra tasa de natalidad caiga en picado. 

 

*Fuente: TownHall. Por John y Andy Schlafly, son hijos de Phyllis Schlafly (1924-2016) y dirigen la continuación de las organizaciones Phyllis Schlafly Eagles con escritos y trabajo político. 

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🇺🇸 Kelly Osbourne dice que la maternidad es "lo mejor que me ha pasado" ⎪ CULTURIZAR MEDIOS

La estrella de reality y diseñadora de moda Kelly Osbourne habló sobre su viaje hacia la maternidad y dijo cuánto disfruta la vida con su hijo. 

En una entrevista con E! News, Osbourne habló sobre su hijo, nacido el año pasado con su pareja Sid Wilson. “Ahora soy mamá, me encanta. Es lo mejor que me ha pasado en la vida”, dijo, y agregó: “Da muchísimo miedo porque no quieres cometer un error”. 

Fuente: Live Action*


Osbourne es hija de la estrella de rock Ozzy Osbourne y Sharon Osbourne, y apareció en el programa de MTV "The Osbournes" a principios de la década de 2000. Sharon Osbourne ha hablado anteriormente sobre haberse sometido a un aborto cuando era adolescente y cómo esto todavía la persigue siendo adulta. 

“Tuve un aborto a los 17 años y fue lo peor que he hecho en mi vida. Era la primera vez que tenía relaciones sexuales y eso estaba fatal. Siempre pensé que serían todos violines, y fue simplemente horrible”, dijo en una entrevista en 2004, explicando que su madre le dijo que tenía que “deshacerse de esto”. 

“Ella me dijo dónde estaba la clínica y luego prácticamente me empujó. Estaba tan enojada. Dijo que me había metido en este lío y que ahora tenía que sacarmelo”, continuó Sharon. “Pero ella no vino. Fui sola. Estaba aterrada. Estaba lleno de otras chicas jóvenes, y todas estábamos aterrorizadas, mirándonos unas a otras y nadie decía una maldita palabra. Aullé y fue horrible”. 


Sharon dijo además que no recomendaría el aborto a nadie y cree que eso la llevó a sufrir tres abortos espontáneos. “En la vida, sea lo que sea, se paga en algún momento”, concluyó. "Hay que rendir cuentas". 

Por parte de Kelly, parece disfrutar de su papel de madre primeriza y sus padres están ahí para brindarle consejos y apoyo. “Que no se trata de ti”, dijo sobre la mejor sabiduría que había recibido de sus padres. "Ahora, tu vida se trata de tu hijo". 

Hoy, Kelly dijo que le encanta ver crecer a su hijo. “Casi gatea, lo cual es asombroso. Es como deslizarse hacia atrás y girar en círculos”, dijo. "Ahora lo que más me gusta es que él está obsesionado con mamá, justo donde, si me ve, me alcanza, y me encanta". 


*Fuente: Live Action. Por Cassy Fiano-Chesser.

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MUJERES 🇺🇸 Katie Zaferes, triatleta y madre al mismo tiempo, alienta la maternidad para las deportistas ⎪ CULTURIZAR MEDIOS


Lo que la triatleta olímpica Katie Zaferes les diría a las atletas que están considerando la maternidad. 

Después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Katie Zaferes pensó que podría retirarse como triatleta profesional. Había ganado casi todo lo que se puede ganar en el triatlón, incluidas dos medallas olímpicas en Tokio, más el título de la Serie Mundial de Triatlón de 2019, y ella y su esposo, Tommy Zaferes, querían formar una familia. 

Un año menos 20 días después de ganar una medalla olímpica de bronce en triatlón femenino, Zaferes dio a luz a su hijo, Kimble William Zaferes (7 de julio de 2022). Aunque no entrenó durante el embarazo, Zaferes se mantuvo activa. Inspirada por otras triatletas de élite que ahora son madres, como la dos veces medallista olímpica Nicola Spirig de Suiza, Zaferes se dio cuenta de que no tenía que elegir entre su carrera deportiva y ser madre

Fuente: Team USA* 

 

“Tenía muchas ganas de volver al triatlón porque amo mi trabajo”, dijo Zaferes por teléfono mientras empujaba a Kimble en un cochecito por su nueva ciudad natal de Cary, Carolina del Norte. “Nunca me sentí cansada del deporte o quemada por él. Además de querer formar una familia, no había ninguna razón por la que quisiera parar”. 

Entonces, un mes después del nacimiento de Kimble, Zaferes comenzó a entrenar nuevamente, lentamente al principio, con una carrera de solo un minuto. Para octubre, había reanudado lo que considera un entrenamiento normal con su entrenador Joel Filliol. 

Ahora, Zaferes, de 33 años, está de vuelta en las carreras, con la vista puesta en el equipo olímpico de EE. UU. 2024, lo que serían sus terceros Juegos. Llamándolo "una ronda de bonificación", los objetivos de Zaferes no se centran solo en ganar el oro. Y tiene sabios consejos para otras atletas que están considerando la maternidad, consejos que se aplican a todas las mujeres. 


Volviendo al Triatlón. 

Cuando se le preguntó sobre los mejores y peores aspectos de volver al triatlón como mamá, Zaferes se rió. Hubo un tiempo este invierno cuando viajó sola con Kimble y todo su equipo al Centro de Entrenamiento Olímpico en Colorado Springs. Tenía su bolsa de bicicleta, una carriola con Kimble adentro, un asiento para el automóvil y otro equipaje variado para arrastrar desde el reclamo de equipaje hasta el mostrador de alquiler de automóviles. 

“Era como un caballo de carga”, se rió. “Nunca más daré por hecho viajar solo con una bicicleta”. 

Aún más divertido, en retrospectiva, un compañero de viaje se ofreció a ayudar. Pero ella se negó, asumiendo que él simplemente la llevaría a la acera. Entonces, ¿dónde estaría ella? Acabó en el mismo mostrador de alquiler de coches. 

Ahora Kimble está aprendiendo que puede moverse, lo que se suma a la diversión de viajar en avión en el futuro. 

“A él le gusta mucho la gente, así que simplemente se para en mi regazo y mira a los demás”, dijo Zaferes, con una sonrisa que de alguna manera se refleja en el teléfono.  

Menos divertido es cómo el tiempo libre por el embarazo ha afectado su clasificación mundial y, por lo tanto, su capacidad para participar en las carreras de la Serie Mundial de Triatlón. 

Cuando Zaferes volvió a competir en marzo de 2023, su clasificación mundial de triatlón había caído tanto que comenzó la Serie Mundial de Triatlón de Abu Dhabi literalmente en la parte de atrás (dorsal 61 en un campo de 61 triatletas). Terminó en el puesto 37, una experiencia aleccionadora. Al principio de su carrera, había subido rápidamente en las clasificaciones y no había pasado mucho tiempo al final del grupo. 

World Triathlon ahora congela puntos para mujeres durante el embarazo. Pero la nueva regla (encabezada por la triatleta suiza Nicola Spirig) llegó demasiado tarde para Zaferes. 

“Siempre esperé que el componente físico (de volver a competir después del parto) fuera duro”, dijo Zaferes. “Realmente no me di cuenta de lo difícil que sería volver a las carreras de la Serie Mundial de Triatlón debido a la cantidad de puntos (que había perdido)”. 

Con dos podios en copas del mundo de triatlón esta primavera, Zaferes ha escalado considerablemente en la clasificación. Pero aún no tiene garantizados los inicios de carreras de la WTS, y las carreras de la WTS sirven como clasificatorias para los Juegos Olímpicos de 2024. Otras seis mujeres estadounidenses están clasificadas por delante de ella, y solo cinco de cada país pueden participar en carreras de la WTS. Zaferes se encuentra actualmente en la lista de espera para la carrera Yokohama WTS. 

Zaferes también está tratando de encontrar un buen equilibrio madre/atleta en el entrenamiento y en los días de carrera. Inicialmente, ella y Tommy intentaron hacerlo todo. Ahora tienen una niñera cuatro días a la semana durante cuatro horas.  

Otras publicaciones:

En los días de carrera, Zafares busca el punto ideal entre ser atleta y madre. Necesita a alguien que vigile a Kimble antes de las carreras para poder concentrarse en prepararse física y mentalmente. 

“Si estoy cerca de Kimble, solo quiero hacer todo y estar allí”, dijo. 

A pesar de los desafíos, Zaferes ve muchos aspectos positivos en su nueva vida como madre y atleta (¿mamá atleta?). 

"Lo mejor es poder hacer algo que amo con Kimball viéndolo y siendo parte de ello, ya sea que Tommy lo empuje en la carriola para correr conmigo en una carrera o que se reúna con amigos del triatlón en una carrera", ella dijo. “La comunidad del triatlón me ha dado mucho, especialmente después de que mi padre falleció, mi aprecio se multiplicó por diez. Ahora, poder presentar a Kimble a esta comunidad significa mucho. Simplemente es perfecto para nuestra familia en este momento”.  

“¡Aunque si tengo dos hijos, no voy a hacer esto!” agregó con una risa. 

El padre de Zaferes, William Hursey, falleció repentinamente en abril de 2021. Kimble es un nombre inventado para honrarlo (amable + humilde = Kimble), con William como su segundo nombre. 

Los objetivos de carrera de Zaferes también han cambiado. Está mirando hacia los Juegos Olímpicos de París el próximo verano con el objetivo de “solo ver qué puedo hacer”. 

Ahora también juzgará su carrera basándose en algo más que las medallas ganadas. 

“Mi corazón se siente muy lleno día a día, incluso si muchas veces me siento físicamente agotada debido al entrenamiento además de ser madre”, escribió Zaferes en un correo electrónico de seguimiento. “Hay muchos logros de las mamás que se sienten igual de gratificantes que lograr una sesión de entrenamiento. Podría ser viajar bien con él, acertar la hora de acostarse o algo así como amamantarlo por primera vez mientras viaja. Es realmente desafiante, así que realmente aprecio los momentos que tienen un poco más de fluidez”. 


Para otras atletas que están considerando la maternidad... 

Zaferes solo lleva diez meses siendo mamá. Pero ella ya tiene una idea para transmitir a otros atletas que estén considerando la maternidad. 

“Yo diría, 'Seguro, hazlo'”, comenzó Zaferes. “No tienes que elegir entre ser mamá y ser deportista de alto nivel”. 


Primero, descubra lo que funciona para usted. 

“Es realmente difícil, pero es solo adaptarse a cualquier otra cosa en la vida”, continuó. “No tienes que perder algo que amas o te apasiona porque parece difícil. Puedes encontrar una manera, y no tiene que parecerse a nadie más. Simplemente tiene que funcionar para usted y su familia”. 

Y si no funciona, también está bien. 

“Para mí, volver después de Kimble fue un 'vamos a ver si esto es para nosotros'”, explicó Zaferes. “Si no se sintiera bien para mí y nuestra familia, pivotaría. Sin embargo, quería probarlo antes de descartarlo como una posibilidad para mí y mi familia. 


En segundo lugar, tenga paciencia. 

“En el deporte, siempre es progreso, no perfección”, dijo. “Así es como describiría la paternidad. Solo estás tratando de hacer lo mejor que puedes. No trates de ser perfecto o trates de ser el mejor. 

“Intenta ser lo que quieras ser”. 


Apoyando el regreso de los atletas al deporte. 

El Grupo de trabajo sobre la salud de la mujer de la USOPC se hace eco de las importantes ideas compartidas por Zaferas. Este grupo de trabajo de 18 miembros, compuesto por médicos, proveedores médicos, expertos en salud mental y atletas de renombre mundial, se formó la primavera pasada para identificar las necesidades y desarrollar los recursos y soluciones para apoyar a las mujeres del equipo de EE. UU., antes, durante y después de la competencia.  

 “Cada vez más mujeres participan en un alto nivel de deportes durante y después del embarazo”, afirmó Ellen Casey, MD, miembro del Grupo de trabajo sobre la salud de la mujer de la USOPC. “Es importante tener en cuenta que la duración y la experiencia del regreso al deporte después del parto es variable y personal. Los cambios que ocurren con el embarazo y el parto pueden afectar el rendimiento físico. Sin embargo, un enfoque en equipo, que incluya un médico especialista en medicina deportiva, un fisioterapeuta y un dietista deportivo con experiencia en embarazo, puede ayudar a las mujeres a desarrollar un plan individualizado para una progresión gradual y un regreso exitoso al deporte de élite”.  

Además de los cambios físicos, como destacó Zafares, adaptarse y encontrar un nuevo equilibrio lleva tiempo para todos los nuevos padres.  

“El apoyo psicológico puede ser clave para el éxito de cualquier atleta, pero es innegable equilibrar las demandas psicológicas de ser un atleta olímpico o paralímpico y una nueva mamá”, comparte la Dra. Jessica Bartley, directora sénior de servicios psicológicos en la USOPC y miembro del grupo de trabajo. . “Estamos aquí para ayudar a los atletas a comprender los recursos disponibles para apoyarlos en todos los puntos de su viaje”.  

 

*Fuente: Team USA. Por Peggy Shinn: Una galardonada escritora independiente con sede en Vermont, Peggy Shinn ha cubierto siete Juegos Olímpicos. Ha contribuido a TeamUSA.org desde su creación en 2008

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🇭🇺 Según los húngaros, la maternidad es la profesión más hermosa para las mujeres ⎪ CULTURIZAR MEDIOS

Más del 80 por ciento de los húngaros cree que la maternidad es la profesión más hermosa para las mujeres. 

(Esto es) según la última encuesta representativa del Instituto Mária Kopp para Población (KINCS), que se realizó (...) en el último Día de la Madre. La investigación también reveló que más de dos tercios de los húngaros creen que una mujer no tiene que abandonar su carrera por la maternidad y la crianza de los hijos, y casi el mismo número también piensa que la maternidad significa realización para las mujeres. 

Fuente: KINCS*


El Día de la Madre ha sido una fiesta decisiva en la vida de las familias húngaras durante un siglo. Por primera vez en 1925, por iniciativa de la Cruz Roja de la Juventud Húngara, las madres fueron saludadas el primer domingo de mayo. Con motivo de la festividad en honor a las madres, KINCS dedicó su última investigación a este tema. 

La gran mayoría de los húngaros (83 %) está de acuerdo en que la maternidad es la profesión más hermosa para las mujeres. Nueve de cada diez de los que tienen hijos y siete de cada diez de los que no tienen hijos pueden identificarse con esta afirmación. Esta es principalmente la opinión de las personas que viven en el campo y los miembros del grupo de mayor edad. 


El 80 por ciento de las personas cree que la maternidad y una carrera pueden conciliarse, aunque esta es una tarea difícil. Los solteros y los que tienen un hijo estuvieron mayoritariamente de acuerdo con esta afirmación. 

La encuesta KINCS también reveló que el 74 por ciento de las personas cree que los niños son importantes para que una mujer viva una vida plena, y el 67 por ciento también está de acuerdo en que la maternidad significa satisfacción para las mujeres. Entre los que estaban de acuerdo con estas dos afirmaciones, había una mayor proporción de los que tenían hijos, especialmente los de familias numerosas, los miembros de las generaciones mayores y los que vivían en aldeas. 

Más de dos tercios de los encuestados (68%) cree que una mujer no tiene que renunciar a su carrera y sus objetivos de vida por el bien de la maternidad y la crianza de los hijos, y los mayores y los más jóvenes están de acuerdo con esta afirmación en un en gran medida. 

Según el 61 por ciento de los encuestados, para las madres, el hogar y la familia son más importantes que el trabajo y la carrera. Solo una cuarta parte de las encuestadas (26%) cree que tienen razón aquellas mujeres que no tienen más hijos a pesar de tener una buena profesión o trabajo. 


Entre los diversos roles femeninos, los encuestados ponen la maternidad en primer lugar, según el 60 por ciento de los encuestados, la maternidad es lo más importante en la vida de una mujer. 

Le siguen los roles relacionados con otras relaciones familiares, el rol de cónyuge/pareja (19%), luego el rol del hijo que cuida a sus padres (13%), y solo después de estos los éxitos profesionales relacionados con el trabajo seguir. Un poco más entre los encuestados con hijos (65%) pensaba que la maternidad es el pináculo de la feminidad que entre los que no tienen hijos (45%). En su mayor medida, las madres con niños pequeños anteponen la maternidad, el 71 por ciento piensa que sí. 

En general, se puede concluir que, según la mayoría de los húngaros, la maternidad es la profesión más hermosa para las mujeres, que colocan en primer lugar entre los diversos roles femeninos. Una parte particularmente importante de la política familiar húngara es el apoyo a las madres y garantizar que las mujeres puedan realizarse tanto como madres como trabajadoras. Por esta razón, una serie de medidas en Hungría ayudan a las madres a crear un equilibrio entre la familia y el trabajo. 

¡Que Dios bendiga a todas las madres, abuelas y bisabuelas el 7 de mayo, Día de la Madre! 


Metodología: la investigación representativa a nivel nacional se realizó mediante entrevistas telefónicas a 1000 adultos de la población húngara entre el 22 y el 31 de marzo de 2023.


*Fuente: KINCS. Instituto Mária Kopp para la Población y las Familias. Mayo 2023.

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