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🇺🇸 EEUU. Cómo la estructura familiar conduce al éxito académico

 

La estructura familiar es quizás el factor más importante en el éxito, o el fracaso, de un niño en la vida. 

En 1965, el difunto senador Daniel Patrick Moynihan  escribió : «El papel de  la familia  en la formación del carácter y las capacidades es tan omnipresente que fácilmente se pasa por alto. La familia es la unidad social básica de la vida estadounidense; es la unidad social básica. En general, la conducta adulta en sociedad se aprende en la infancia». 

Sesenta años después, las palabras de Moynihan siguen sonando ciertas, como lo demuestra un  nuevo informe  de Nicholas Zill del  Instituto de Estudios Familiares. 

Mientras Zill examina el fenómeno de la “ inflación de calificaciones ” —en el que más estudiantes en escuelas primarias, intermedias y secundarias reciben calificaciones A (y en muchos casos inmerecidas para mantener contentos a los padres y administradores—, también encontró que aquellos estudiantes criados en hogares intactos de casados ​​tenían más probabilidades de recibir calificaciones A que aquellos criados en hogares con un solo padre, padrastro o madrastra, en convivencia o, en algunos casos, con tutores familiares o no familiares. 

Esto no es sorprendente, como señaló Moynihan tan elocuentemente, porque la estructura familiar es quizás el factor más importante en el éxito, o el fracaso, de un niño en la vida. 

Sin esa estructura, los niños sufren. Incluso Rahm Emanuel, el exalcalde liberal de Chicago, lo entiende. Tras un fin de semana particularmente violento en su ciudad,  declaró: 

Puede que esto no sea políticamente correcto, pero sé el poder que la fe y la familia pueden lograr… Nuestros hijos necesitan esa estructura.

Pero, lamentablemente, políticos, activistas y comentaristas sociales pasan por alto el papel crucial  que desempeñan los padres casados  ​​para ayudar a sus hijos a tener éxito en la escuela y en la vida. La desintegración de la  familia nuclear  en la sociedad estadounidense es, de hecho, la principal razón por la que la brecha entre los que "tienen" y los que "no tienen" se ha ampliado en los últimos 50 años.

Robert Rector, de la Fundación Heritage, señaló esto cuando  escribió  en 2010 que la ruptura del matrimonio y el aumento de los nacimientos extramatrimoniales dieron lugar a una sociedad de castas. Descubrió que, en la mitad superior de la sociedad, las parejas casadas con estudios universitarios crían hijos, mientras que en la mitad inferior, los niños son criados por madres solteras con un título de bachillerato o inferior.

Y como descubrió Zill, esa brecha sigue ampliándose. De 1996 a 2019, la probabilidad de que un niño de una familia intacta tuviera un mejor rendimiento académico que uno de una familia fragmentada aumentó de 1,45 a 1,68 —un cambio estadísticamente significativo—, con el 60 % de los niños de familias casadas obteniendo calificaciones de "mayoritariamente A", en comparación con el 47 % de los de familias no intactas.


Mejores calificaciones se traducen en mejores oportunidades, ya sea para ingresar a la universidad o buscar empleo. Por otro lado, las calificaciones más bajas tienden a perpetuar el ciclo de desesperación económica y social que afecta negativamente a tantos jóvenes hoy en día. 

Por ejemplo, recordando las palabras proféticas de Moynihan de que la familia es la unidad socializadora básica de la vida estadounidense y afecta la conducta de los adultos, Zill descubrió que los estudiantes de hogares no intactos tienden a tener más problemas disciplinarios que los de hogares casados.

Informa que los padres o tutores de estudiantes criados en familias no casadas o fragmentadas tenían más probabilidades de recibir correos electrónicos sobre tareas escolares y problemas de conducta que aquellos de familias casadas.

Y los hogares fragmentados tienden a reducir la eficacia general de las escuelas. George Will quizás lo expresó mejor cuando  escribió : «El mejor indicador del rendimiento de una escuela es la calidad de la vida familiar en la que se desarrollan los niños».

Afirma que esto incluye la calidad y cantidad de material de lectura al que los niños tienen acceso en el hogar, la cantidad de entretenimiento electrónico a la que están expuestos, la cantidad de tareas realizadas allí y, en sus palabras, "lo más importante: el número de padres en el hogar".

Concluye: “La desintegración familiar es el hecho persistente que limita severamente la eficacia incluso de las mejores políticas educativas”.

Los padres casados ​​tienden a estar más involucrados en la educación y la vida general de sus hijos, y cuando los padres están involucrados, los niños tienen más probabilidades de tener éxito.

Los niños no pueden beneficiarse de la participación de sus padres en su educación si no hay un padre capaz de involucrarse, ya sea porque el padre está ausente o porque un padre soltero está luchando para mantener la casa funcionando en un nivel básico y no tiene el tiempo o el espacio mental para participar activamente en la educación de su hijo.

Los niños necesitan estructura: la estructura que brindan las familias casadas. Si queremos que todos los niños tengan éxito, y no solo los de familias casadas y funcionales, necesitaremos un renovado compromiso nacional con la renovación, la preservación y el fortalecimiento de las familias y la crianza.

Así es como se producirá una movilidad ascendente, en lugar de descendente, y se crearán ciudadanos productivos, junto con escuelas mejores y más eficaces, en el futuro.


* Fuente: The Lion, Por Timothy Goeglein. Mayo 2025.

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Enseñar a los niños el valor del dinero, la elaboración de presupuestos y la ética laboral que esto implica es uno de los mejores regalos que podemos darles

 

Ben Affleck nos dio recientemente una clase magistral sobre cómo enseñar a los niños sobre el dinero , sin siquiera intentarlo. 

La reacción de Ben Affleck cuando su hijo se fija en unas zapatillas de 6.000 dólares es la de todo padre: "Hay mucho césped que cortar".

Cuando su hijo de 13 años, Samuel, vio unas Air Jordan 1 de Dior de 6.000 dólares en una convención de zapatillas, Affleck no sacó la tarjeta de crédito. En cambio, bromeó: "Hay que cortar mucho césped", como se escuchó en un vídeo publicado del evento. ¿Un momento sencillo y desenfadado? Claro. Pero también una valiosa lección de educación financiera.

Como padres, queremos darles a nuestros hijos el mundo, pero eso no significa darles todo en bandeja de plata. Enseñarles el valor del dinero, la gestión de presupuestos y la ética de trabajo que implica ganar dinero es uno de los mejores regalos que podemos darles. Aquí te mostramos cómo hacerlo de forma duradera.

1. Empieza temprano y hazlo visual

Los niños adquieren hábitos financieros desde pequeños , por lo que es fundamental enseñarles a ser financieramente responsables desde pequeños. En lugar de lecciones abstractas, haz que el dinero sea tangible. La mamá de TikTok @makenzie.athome creó un sistema bancario adaptado a su edad con sobres etiquetados como "cuenta corriente", "ahorros" y "facturas", donde sus hijos incluso "pagan" $1 al mes por comida y vivienda. Este enfoque práctico ayuda a los niños a comprender la responsabilidad financiera de una manera que les resulta real.

Jennifer Seitz, directora de Educación en Greenlight, aconseja a los padres que animen a sus hijos a categorizar sus gastos y a crear un plan para gastar y ahorrar . "Un dólar ahorrado ahora es un dólar listo para disfrutar en el futuro", explica.

2. Dales oportunidades de ganar dinero (y trabajar por sus deseos)

El comentario improvisado de Affleck sobre cortar el césped nos enseña una lección importante: el dinero hay que ganárselo. Ya sea haciendo tareas domésticas, ayudando a un vecino o incluso emprendiendo un pequeño negocio, los niños deberían experimentar el esfuerzo que supone ganar dinero.

Fomentar el emprendimiento puede hacer que esta lección sea aún más atractiva. Si a un niño le encantan los animales, puede cuidarlos. Si le gusta hornear, puede vender galletas. Ayudar a los niños a convertir sus pasiones en ingresos no solo hace que la educación financiera sea divertida, sino que también les da confianza. 

3. Enseñar necesidades vs. deseos

Un derroche de $6,000 en zapatillas deportivas es un gran ejemplo de cómo distinguir entre deseos y necesidades. Jennifer Seitz les recuerda a los padres que « el dinero no es ilimitado, así que deberán tomar decisiones de gasto y pensar detenidamente cómo sacarle el máximo provecho ahora y en el futuro».

¿La mejor manera de enseñar esto? Conviértelo en un hábito. Antes de comprar algo, pregúntale a tu hijo: "¿Es algo que necesitas o algo que realmente quieres?" y "¿Vale la pena gastar dinero ahora o deberías ahorrar para algo aún mejor?". Enseñar a los niños a detenerse antes de hacer compras impulsivas les ayuda a desarrollar hábitos de gasto conscientes que les durarán toda la vida.

4. Implementar la regla de ahorrar, gastar y dar

Una forma sencilla pero eficaz de enseñar a presupuestar es utilizando el modelo “Ahorrar, gastar, dar”:

  • • Ahorrar: reservar una parte para objetivos futuros.
  • • Gastar: Utilice algo para pequeñas alegrías y deseos.
  • • Donar: Donar una parte a una organización benéfica o ayudar a alguien necesitado.

Este método, utilizado por expertos financieros y padres, facilita la elaboración de presupuestos para los niños. El objetivo es ayudarlos a comprender que cada peso tiene un propósito y que equilibrar el gasto con el ahorro es clave para el bienestar financiero a largo plazo.

5. Fomentar la gratificación diferida y los objetivos de ahorro

Los niños reciben una lluvia de mensajes publicitarios que fomentan la gratificación instantánea, pero aprender a esperar y ahorrar es una habilidad invaluable. Un estudio de la Universidad de Michigan reveló que niños de tan solo cinco años ya muestran reacciones emocionales distintas al ahorrar y gastar, lo que significa que nunca es demasiado pronto para reforzar buenos hábitos.

En lugar de comprar algo inmediatamente, anime a su hijo a establecer una meta de ahorro. "Para combatir la tendencia de seguir las últimas tendencias, ayude a su hijo a comprender que gastar en una categoría significa gastar menos en otra", dice Jennifer Seitz. Revisar compras pasadas y reflexionar sobre si realmente valieron la pena ayuda a los niños a aprender de sus propias decisiones financieras.

6. Sea abierto sobre los presupuestos familiares (también conocido como presupuestos ruidosos)

Atrás quedaron los días en que las conversaciones sobre dinero se mantenían en secreto. El movimiento de presupuestos ruidosos anima a las familias a ser transparentes sobre sus prioridades financieras . En lugar de decir "No podemos permitírnoslo", intente decir "Decidimos no gastar en esto ahora mismo porque tenemos otras prioridades financieras".

Darles a los niños este ejemplo de honestidad no solo normaliza la elaboración de presupuestos, sino que también les ayuda a desarrollar confianza financiera. Seitz anima a los padres a compartir decisiones financieras de la vida real, desde ahorrar para unas vacaciones hasta priorizar la compra de comestibles sobre las compras impulsivas. "Tanto los deseos como las necesidades tienen cabida en un presupuesto, y el equilibrio es la clave", explica.

7. Deje que los niños cometan (pequeños) errores con el dinero

Puede ser tentador alejar a los hijos de malas decisiones financieras, pero a veces las mejores lecciones se aprenden con la experiencia. Si insisten en gastar todos sus ahorros en una moda pasajera, permítanles. Cuando se arrepientan de la compra, conversen sobre lo que aprendieron y cómo podrían elegir de forma diferente la próxima vez.

Este enfoque desarrolla habilidades de toma de decisiones financieras en el mundo real en un entorno de bajo riesgo, preparándolos para la independencia financiera futura.

El resultado final

La ingeniosa respuesta de Ben Affleck a su hijo fue más que una simple broma: fue una pequeña lección financiera en ciernes. ¿Cuál es la mejor manera de enseñarles a los niños sobre el dinero? Que sea real, relevante y que sientan las recompensas (y las consecuencias) de sus decisiones.

Porque un día, ellos tomarán grandes decisiones financieras por sí solos, y el mejor regalo que podemos darles es la confianza y la sabiduría para hacerlo bien.


* Fuente: MotherlyPor Stefania Sainato. 

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🇺🇸 Daniel Moses: El objetivo es convertirme en el primer campeón mundial de boxeo autista

 

Nunca ha existido un campeón mundial de boxeo profesional con autismo. Si nadie lo ha hecho, entonces lo haré yo. 

Daniel Moses se estaba preparando para su primera pelea en los California Golden Gloves el mes pasado y le pregunté si estaba listo.

"Yo nací listo", dijo sin dudarlo.

Eso es algo que quieres escuchar de cualquier boxeador en ciernes, ese tono de confianza, no de arrogancia, y el joven de 26 años Moses lo tiene. No está nada mal para alguien que recién tuvo su primer combate oficial amateur hace dos meses. Daniel “Boone” ganó ese, y ahora estaba hambriento de más para avanzar en su objetivo final en el ring.

"Mi objetivo como amateur es tener tantas peleas como pueda porque quiero la experiencia", dijo. "Quiero tener la experiencia de al menos 20 peleas amateur. Y el objetivo final es convertirme en el primer campeón mundial autista de boxeo en el ámbito profesional. Nunca ha existido un campeón mundial de boxeo profesional con autismo. Si nadie lo ha hecho, entonces lo haré yo."

Sí, nunca has conocido a alguien como Moses. En un mundo donde a las personas con autismo constantemente les dicen lo que no pueden hacer, el californiano persigue sueños tan grandes como el corazón que muestra en el deporte más difícil. 

Es algo que su madre, Ita, no esperaba exactamente cuando Daniel, y su hermano gemelo, Evan, eran niños no verbales que iban a 30 horas de terapia a la semana. 

"El boxeo le ha dado un lugar de pertenencia", dijo Ita. "Realmente lo han acogido. Es uno más del gimnasio. Es muy gracioso y a veces dice cosas que tal vez no todo el mundo diría, pero él lo va a decir. Es muy literal, también, así que a veces es muy ingenuo y se ríen de él porque le toman el pelo, y eso es bueno para él, estar rodeado de personas de su edad. Cuando él y su hermano gemelo eran más pequeños, siempre estaban rodeados de adultos debido a las terapias."


Daniel y Evan empezaron a hablar alrededor de los cinco años, y mientras Evan encontró su lugar como fotógrafo de música centrado en las escenas del punk y el heavy metal, Daniel se inclinó hacia el gimnasio de boxeo, donde ha estado desde los 11 años. 

A lo largo de los años, ha trabajado con figuras como Javier Díaz, el excontendor de peso pesado Stan Ward, el excampeón mundial Buddy McGirt, Charles “Chillie” Wilson, y hoy en día, Deon Elam en el New Era Boxing Club en Reseda. Ha sido un viaje físico, seguro, pero también uno educativo.

Y Moses ha aprendido bien sus lecciones, ya que una charla con él se convierte en una lección de historia del boxeo. No, no es una historia que comienza y termina con Floyd Mayweather, Canelo Álvarez y Mike Tyson, sino algo mucho más profundo. ¿Qué tan profundo? El boxeador favorito de Moses de todos los tiempos es George Benton.

"Fue uno de los pocos boxeadores que sabía cómo usar la defensa de rollo de hombro de una manera en la que siempre estaba en posición para contraatacar, rodar, disparar, contraatacar. Nunca estaba fuera de posición", dijo Moses sobre el mago de Filadelfia, tanto un contendiente de peso mediano en los años 60 como un reconocido entrenador de campeones como Pernell Whitaker, Evander Holyfield, Mike McCallum y Meldrick Taylor. Pero no necesito decirle todo eso a Daniel "Boone". Él es el que me está educando sobre Benton, Ward, Jersey Joe Walcott y Jack Blackburn. No es de extrañar que sea una figura popular en el gimnasio.

"Siempre es divertido ir con Daniel porque termina conociendo a mucha gente cuando vamos", dijo Ita. "Especialmente otros entrenadores, le encanta hablar de cosas del boxeo, cosas históricas, y le encanta sacarles información. Siempre tiene millones de preguntas y siempre está muy curioso."

Moses toma todo este conocimiento e intenta aplicarlo entre las cuerdas, y si miras su primer combate amateur en febrero de este año, tiene una defensa muy astuta que lo llevó a la victoria, ya que esquivó con suavidad los ataques de su oponente y salió fácilmente de los problemas. Parecía un veterano experimentado allí, incluso si los nervios de novato lo estaban afectando antes de la campana inicial.

"Cuando me estaban vendando las manos, mis manos temblaban como si fuera a una primera cita con una chica que me gustaba", dijo. "Luego, una vez que sonó la campana, apagué todo y dejé que mi boxeo hablara."

Y boxeó. Fue una actuación impresionante para alguien que inicialmente pensaba que su poder sería su boleto al éxito.

“Me di cuenta de que una cosa que sí tenía cuando comencé era un tremendo golpe”, recuerda Moses. “Y mi poder de golpeo fue mi mayor activo cuando era más joven. Mi primer entrenador fue Javier Díaz del Gaucho's Boxing Club en Pasadena. Me dio el apodo de ‘Mr. Power’, y sabía que tenía una oportunidad de noquear a cualquiera desde el principio. Al comenzar en el boxeo, pensaba que podía noquear a todos. George Foreman lo hacía. Si Mike Tyson podía hacerlo y Joe Louis lo hacía, yo también podía hacerlo. Pero luego comencé a darme cuenta de que mis habilidades no estaban a la altura, así que me estaban pegando un poco. Muchos grandes pegadores no eran los más habilidosos. Y muchos de los mejores pegadores tampoco tenían la mejor mandíbula.”

Así que, alrededor de tres o cuatro años después de comenzar su entrenamiento, empezó a agregar nuevos matices a su juego mientras adhería al viejo adagio de que las habilidades pagan las cuentas. Absorbió el conocimiento de los entrenadores a su alrededor, “Mr. Power” se convirtió en Daniel “Boone”, gracias a McGirt, y la prueba estuvo en el resultado final cuando logró su primera victoria con sus compañeros de gimnasio (y su madre) animándolo. 

“Yo ya había ido a shows amateurs antes, pero esa fue su primera vez peleando y ambos estábamos nerviosos”, dijo Ita. “Él definitivamente estaba nervioso, y yo también estaba un poco nerviosa, pero como estaba haciendo un video, estaba detrás de mi teléfono. Así que actuó como una pequeña barrera. Estoy allí, pero no estoy allí. Lo veía a través de mi pantalla. Eso ayudó. Pero sus amigos del gimnasio estaban allí y podías oírlos animándolo. Definitivamente fue una gran experiencia.”

Tan grande que Moses lo hizo de nuevo una semana después contra el mismo oponente, con el mismo resultado. Esta vez, los nervios estaban bajo control, y empezó a traer un poco más de ofensiva a la mesa.

“Cuando me estaban vendando las manos, fue mucho mejor”, dijo Moses sobre su segunda pelea. “Sentí que no temblaba tanto. Y me di cuenta de que ya había estado allí y sabía lo que podía hacer. Así que en la primera pelea, fui más un boxeador / contragolpeador. En la segunda pelea, fui más un boxeador / pegador. Puse más fuerza en esos golpes y empecé a dejar que mi poder saliera. Y en la segunda pelea, realmente comencé a ponerle manos pesadas.”


Hablar con Moses después de una pelea es como hablar con cualquier peleador. Está el deseo de mejorar, la tendencia perfeccionista de desmenuzar los aspectos negativos en lugar de celebrar los positivos, y siempre está mirando hacia el futuro. En otras palabras, el autismo no lo está frenando. 

Tiene un trabajo en un gimnasio como entrenador, está en su otro gimnasio practicando boxeo, y podría ser un excelente analista si alguien le da una oportunidad. Odio usar la palabra suerte, porque le ha tomado mucho trabajo llegar a este punto en su vida, pero hay personas con autismo que no son tan afortunadas.

“El espectro del autismo es bastante amplio,” explica Ita. “A lo largo de los años, he estado involucrada en la comunidad del autismo con una organización llamada Autism Alliance Southern California, y a través de ellos, sentimos que estamos en este barco, pero es un barco grande y Evan y Daniel están más hacia la derecha. Hay algunos que tienen lo que se llama autismo profundo, donde los que yo conozco, los hijos adultos de los padres, son no verbales o tienen poca habilidad verbal y algunos tienen comportamientos de interés propio. Evan y Daniel tenían comportamientos de interés propio cuando eran pequeños. Fueron diagnosticados cuando tenían dos años y medio, y han recorrido un largo camino.

“Los médicos no querían decir si era de alto funcionamiento o bajo funcionamiento”, continúa. “Decían, ‘Bueno, en primer lugar, si tienes autismo, eso es algo de por vida. No es algo que se va a ir. No hay cura, pero a través de la terapia y cómo impacta a cada individuo de manera diferente, veremos cómo va.’ Y hicimos un montón de terapias, y a lo largo de los años, realmente han florecido. Pero no todos tienen la misma trayectoria, aunque estén pasando por muchas terapias, y cada uno es impactado de diferentes maneras. Y realmente siento por aquellos con autismo profundo que son excluidos de muchas partes de la vida o no hay luz que brille sobre ellos porque siempre son los niños de más alto funcionamiento de los que escuchas historias. No sé, supongo que es mi pequeño mensaje para no olvidar que hay otros que quieren participar o involucrarse de alguna manera en la comunidad y no ser pasados por alto.”

Eso es una madre hablando, y ella también es una luchadora, siempre al lado de Daniel y Evan en cada paso del camino. Eso no es fácil, y es aún más difícil cuando uno de sus hijos está tratando de hacer su trabajo en un mosh pit mientras el otro está recibiendo golpes en un ring de boxeo.

“Él tiene buena defensa”, se ríe Ita. “Pero sí, a veces es difícil de ver cuando lo veo haciendo sparring. Le doy consejos, y él me dice, ‘Mamá, no eres mi entrenadora.’ Sí, tienes razón. Perdón. Levanta las manos. (Ríe) Solía ir al gimnasio con él más seguido, pero sí, lo grabo cuando hace sparring y es algo que a él le encanta. No es que realmente sepa mucho del deporte, pero como a él le gusta tanto, me hace feliz verlo feliz y ver su sueño. Está viviendo su sueño ahora mismo.”

¿Qué dicen sus doctores al respecto?

“Bueno, el año pasado lo golpearon en el ojo y hubo algo con su hueso orbital, pero fuimos al doctor y, por suerte, solo fue una pequeña fractura de cabello que sanó por sí sola. No necesitó cirugía ni nada, pero fue un gran susto. Luego Daniel le preguntó, y él le dijo, ‘¿Querría que no lo hicieras? Claro, soy médico, no te voy a mentir, pero no hay razón por la que no puedas hacerlo. Tienes que protegerte y tener cuidado.’”

Y ahí lo tienes.

Daniel Moses perdió su pelea de Golden Gloves contra Elijah Villalpando por decisión. Sucede. Y si hay algo que Moses sabe es que una derrota no define una carrera, especialmente una que apenas está comenzando. Así que sabes que va a regresar y que no va a dejar de ir al gimnasio. Canelo Álvarez ha adoptado la frase “El boxeo es vida” como su marca. Moses lo está viviendo.

“Me volvería completamente loco sin el boxeo,” se ríe. “Camino arriba y abajo por mi cocina, camino arriba y abajo por la casa. Hago sombra en la cocina. Cuando mi mamá está cocinando la cena para mí y para mi hermano gemelo, mi mamá dice, ‘Oye, no en la cocina. Necesito que dejes de hacerlo ahora. Ve a la otra habitación.’ Sin el boxeo, sería una cáscara de lo que soy.”

Probablemente no era lo que Ita esperaba cuando trajo al mundo a sus hijos hace 26 años, pero es una bendición que ahora pueda verlos perseguir sus sueños mientras experimenta cosas típicas de mamá.

“Absolutamente,” dijo. “Me siento muy afortunada de poder experimentar eso. Y, al mismo tiempo, hay cosas en las que Evan y Daniel son típicos en ciertas áreas, pero hay otras áreas donde están impactados. Y creo que con apoyo, podrán hacer muchas cosas, pero están muy retrasados. Ambos tienen 26 años. Todavía voy a sus citas médicas con ellos y hay cosas que tal vez otros de 26 años hacen, pero yo sigo estando allí con ellos.”

Bueno, Daniel será el primero en decirte que cualquier gran peleador necesita un gran rincón. Y no importa a dónde lo lleve su viaje en el boxeo, ya ha dejado su huella como modelo a seguir para sus compañeros.

“Yo estuve en sus zapatos alguna vez,” dijo Moses. “Todavía tengo desafíos todos los días. No soy perfecto. Lucho con el TDAH, a veces lucho con la ansiedad social. A veces lucho con ciertas señales sociales y situaciones sociales. A veces me cuesta sacar las palabras porque, siendo autista, tengo un pequeño impedimento del habla. He estado en la comunidad del autismo toda mi vida y tengo amigos en el espectro autista que luchan con ser autistas. No todo el autismo es igual. Tengo amigos que son no verbales que luchan, que no pueden hablar. Y en cuanto al comportamiento, no tienen la capacidad de socializar ni de hablar con las personas. Por eso necesitan ayuda. Por eso necesitan apoyo. Y están tratando no solo de ser parte de la sociedad, sino de ser humanos como todos los demás y ser tratados con respeto como todos los demás. Quiero resaltar eso. Son buenas personas y quiero resaltar que son humanos, igual que tú y yo.”


* Fuente: Ring Magazine. Por Thomas Hauser. Mayo 2025.

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Ben Affleck se negó a comprarle zapatillas de 6.000 dólares a su hijo de 13 años: “Tienes que trabajar para conseguirlas”

 

Tras más de 40 años como exitoso actor, director y productor de Hollywood, Ben Affleck puede permitirse prácticamente todo lo que quiera. Pero el ganador del Oscar no tarda en recordarles a sus hijos que sus millones no son suyos para gastarlos. 

En una aparición en TODAY con Jenna & Friends, el padre de 52 años habló sobre el video viral de él y su hijo en una convención de zapatillas. En el video , el hijo de Affleck, de 13 años, compró unas zapatillas Dior Air Jordan 1, con un precio exorbitante de $6,000. Affleck se apresuró a hacerle saber que no sería él quien pagaría.

“Hay que cortar muchísimo césped”, le dijo Affleck a su hijo en aquel momento. “Te gustan porque son caros”.

Affleck le dijo a Jenna Bush Hager que al decirle a su hijo que tendría que hacer tareas domésticas para ganar el dinero para comprar esos zapatos, estaba tratando de darle una lección.

“Mira, amas a tus hijos y quieres darles todo y hacer todo por ellos”, dijo. “Pero creo que les haces un flaco favor al no [comunicarles] que si quieres algo, tienes que trabajar para conseguirlo”. 

 

“Mi hijo de 13 años se enfrenta a esa realidad al ver que no tiene zapatos en su armario”, continuó. “Tiene zapatos, pero ninguno caro y sofisticado. Le digo: ‘Bueno, si quieres eso, puedes trabajar 1000 horas. Y una vez que lo hayas hecho, quizá no quieras gastarlo en unas zapatillas’”.


La estrella de “Air” agregó que sus dos hijos mayores están trabajando actualmente y que uno acaba de conseguir “ese clásico trabajo de adolescente en una tienda”.

A pesar de ganar hasta  55 millones de dólares al año  en 2020, Affleck aún recuerda cómo luchaba por llegar a fin de mes como actor con dificultades al principio de su carrera. De adolescente,  compartía una cuenta bancaria conjunta  con su amigo #MattDamon, que ambos usaban para pagar audiciones.

“Trabajábamos un poco —hacíamos trabajo extra, hacíamos una línea aquí y allá, algún que otro anuncio de #BurgerKing— y luego tomábamos ese dinero y lo depositábamos en la cuenta”, dijo en 2023.

Affleck no es el único padre rico y famoso que les dice a sus hijos que tienen que trabajar para ganarse la vida. El miembro del Salón de la Fama de la NBA, Shaquille O’Neal, también les ha dicho a sus hijos que sus millones no están a su alcance.

“Mi regla más famosa es que, para poder tocar mi queso, tienen que presentarme dos títulos”, dijo en 2018. “Como padre, no les voy a dar limosna. Tienen que obtener una licenciatura y una maestría”.


* Fuente: CNBC. Por Nicolas Vega. Mayo 2025.

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Tu cerebro cambia al ser madre: lo que la ciencia acaba de descubrir

 

La materia gris se reduce con el embarazo y es una buena señal. 

¿Qué pasa en el cerebro de las mujeres cuando se convierten en madres? El cerebro de una madre no vuelve a ser el mismo tras el embarazo y ahora, por fin, la ciencia tiene una explicación. 

Un nuevo estudio publicado en 2024 en Nature Neuroscience confirma que la maternidad modifica la materia gris para fortalecer el vínculo con el bebé. Pero ¿qué significa realmente este cambio? ¿Y qué pasa con las madres que no han gestado? La ciencia responde. 

Que las mujeres cambiamos durante el embarazo es una obviedad, pero hasta hace muy poco no había evidencia científica al respecto. No se trata solo de un cambio físico, de carácter, de relación con el entorno o de percepción de una misma, sino también de un cambio a nivel cerebral. Con el embarazo, el cerebro de las madres experimenta cambios anatómicos relacionados con la neuroplasticidad, que es la capacidad para cambiar a lo largo de la vida. Se trata de cambios muy similares a los que se producen durante la adolescencia, de ahí que a este proceso se le denomine Matrescencia.  

El concepto lo acuñó por primera vez, en los años 70, la antropóloga Dana Raphael y sirve para describir el proceso de convertirse en madre desde un punto de vista físico, emocional y social. La doctora en neurociencias Susana Carmona, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital público Gregorio Marañón de Madrid, hace años que estudia los cambios que se producen en el cerebro. Recientemente, en 2024, ha coordinado un estudio pionero que constata que durante ese periodo se produce una reducción de la materia gris. “Disminuye de igual manera que lo hace en la adolescencia para optimizar el procesamiento de información”, explica Carmona en declaraciones a Psicología y Mente. Añade que esta reducción no es algo negativo ni una atrofia, “sino más bien todo lo contrario: una optimización de ciertos procesos”. El resultado del estudio abre muchas incógnitas, pero sobre todo aporta una certeza: cuanto más cambios en el cerebro de las madres, más vinculación tienen con sus bebés. 

Esta conclusión abre también un debate: ¿qué pasa con las madres que no son gestantes o con las madres adoptivas? En este sentido, Carmona es muy clara: “La conducta maternal no depende del cambio del cerebro. Sería absurdo pensar que una mamá adoptiva no va a ser una buena madre porque no pasa por una gestación y un posparto. Nuestro estudio lo que dice es que a mayor transformación, más vinculación. No hace falta una imagen cerebral para ver que una mamá adoptiva es fantástica, pero sí que hace falta una imagen cerebral para demostrar lo que pasa durante una gestación, porque algo parecido ocurre en la menopausia”, subraya la científica. 


No, no estás distraída: tu bebé ha secuestrado tu atención. 

“Desde que tuve a mi primer hijo noté dos cosas muy evidentes: la primera es que me volví una loba, tenía una sensación y una necesidad casi biológica de proteger y tener encima a mi bebé; no quería que nadie lo cogiera”, explica María, madre de dos pequeños de 1 y 4 años. “La otra cosa que noté claramente es una falta de concentración tremenda, ya desde el embarazo, y también que después, en el posparto, se me olvidaban palabras, una sensación muy extraña”, continúa. Las sensaciones de María son comunes en muchas madres y ahora también tienen una explicación científica. 

En la vida de las mujeres se producen tres etapas hormonales: la pubertad, el embarazo y la menopausia. El equipo de la neurocientífica ha demostrado con datos de neuroimagen que los cambios que se producen en las gestantes son muy parecidos en tamaño y forma a los que se producen en la adolescencia. Se trata de grandes momentos de plasticidad cerebral con muchos cambios cognitivos y emocionales, donde el cerebro tiene que adaptarse para aprender cosas nuevas. En el caso de las madres, hay que aprender a mantener con vida a un ser humano muy demandante.

Carmona, que también es autora del libro Neuromaternal: ¿Qué le pasa a mi cerebro durante el embarazo y la maternidad? (Ediciones B, 2024), cuenta que muchas veces, cuando las mujeres se quedan embarazadas, se dice que “se vuelven tontas o que pierden la memoria”, cuando lo que realmente pasa es que tienen que aprender un millón de cosas nuevas y muy relevantes. Las incógnitas son todavía muchas, pero en modelos animales se ha visto que las hormonas gestacionales modifican el cerebro para que los estímulos del bebé sean muy relevantes, tanto que son capaces de secuestrar la atención de la madre: “Si antes, el 100% de la atención estaba destinada al día a día, con el bebé el 50% se destina a él y con el otro 50% hay que hacer todo lo demás”, explica. 


El cerebro de la mujer, un gran desconocido.

Estudios como el desarrollado en el Gregorio Marañón servirán para estudiar el cerebro de la mujer, “puesto que existe un sesgo de sexo y género en biomedicina”: Solo el 0,5% de los estudios de neuroimagen abordan aspectos relacionados con el cerebro de la mujer. Para Carmona, estudiar el cerebro de la mujer es importante no solo para prevenir la depresión posparto, sino también para abordar la menopausia, ya que lo que sucede durante la gestación tiene efectos en ese periodo y en el riesgo de demencia. 


*Fuente: Psicologia y Mente. Por Gisela Rodríguez. Mayo 2025.

Gisela Rodríguez. (2025, marzo 7). Tu cerebro cambia al ser madre: lo que la ciencia acaba de descubrir. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/cerebro-cambia-al-ser-madre-ciencia-acaba-de-descubrir. 

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La creatividad ayuda a los niños a lidiar con la Soledad

 

Las actividades creativas protegen la salud mental de los niños que se sienten solos. 

El sentimiento de soledad durante la infancia puede llegar a suponer un gran problema a nivel emocional. Debido a las exigencias de nuestra sociedad es una realidad cada vez más común, por desgracia, entre los más jóvenes. Por ello es importante que podamos ayudarles a encontrar formas saludables para hacerle frente.

Según un estudio reciente, la creatividad puede ser de ayuda en este proceso. A lo largo de este artículo hablamos sobre la soledad, la creatividad y la relación que existe entre ambas en base a la evidencia científica. Por último, planteamos unas estrategias para mejorar la creatividad en niños.


Causas y consecuencias de la soledad en niños. 

Tal y como adelanté, la soledad puede experimentarse en la infancia con más frecuencia de la que pensamos. Debemos tener presente que sentirse solo no implica necesariamente la ausencia de personas. De igual modo que sucede en la adultez, cuando no hay conexiones emocionales significativas en la infancia pueden generarse profundos sentimientos de soledad.

Son diferentes los factores que pueden contribuir a que los niños y las niñas se sientan solos. Entre ellos destacan los siguientes:

  1. Familiares: falta de comunicación, ausencia física o baja disponibilidad emocional de los cuidadores y estilo de crianza autoritario.
  2. Sociales: ser víctima de acoso escolar (o cualquier tipo de acoso), dificultades para relacionarse, cambios importantes en el entorno.
  3. Psicólogos: baja autoestima, ansiedad social o tendencia a la introversión.
  4. Culturales: uso excesivo de la tecnología que acaba desplazando y sustituyendo las interacciones sociales.

La soledad en la infancia puede tener graves consecuencias en el desarrollo social y emocional de las criaturas. Con frecuencia, agrava la baja autoestima y genera cuadros de ansiedad e incluso de presión. Además, se observa un deterioro del rendimiento académico y un incremento de la vulnerabilidad a experimentar problemáticas de salud física.


La creatividad en la infancia. 

La definición de creatividad puede variar mucho en función del contexto o de los autores. Sin embargo, parece que hay cierto acuerdo en que es la capacidad que permite crear ideas nuevas. Además, se relaciona también con la creación de mundos o realidades alternativas y la expresión de los pensamientos de forma original.

Se relaciona con otros muchos aspectos como la resolución de problemas, la comunicación y, especialmente en la infancia, la expresión de emociones. Puede manifestarse o expresarse mediante formas muy diversas (juego simbólico, dibujo, escritura, música, historias, etc.) y todas ellas permiten integrar lo vivido para darle un sentido. Asimismo, mediante la creatividad se expresan y regulan las experiencias emocionales. 


¿Qué relación hay entre la creatividad y la soledad en la infancia?

Durante mucho tiempo se ha considerado que los niños con mucha creatividad podían tener una mayor tendencia a sentirse solos. Esto se explicaba mediante su tendencia a la introspección (estar mucho tiempo en su mundo interno). Además, se consideraba que estos niños presentan una forma de pensar que difiere de la de sus iguales y eso puede incrementar la soledad.

Sin embargo, un estudio reciente señala que la creatividad puede ser justamente una herramienta que permita disminuir la soledad. Se considera que, al ser creativos, los infantes pueden encontrar formas de expresar lo que sucede en su mundo interno y conectar con sus iguales mediante las actividades artísticas y narrativas.

Más concretamente, el estudio relacionaba una mayor teoría de la mente con una menor soledad. Vieron que niños que tenían una mayor teoría de la mente tenían más habilidades para comprender los mundos internos (pensamiento, emociones y puntos de vista) de las otras personas y, de este modo, se sentían menos solos.

Así pues, aunque no encontraron una relación directa entre la creatividad y la soledad, sí se planteó la opción de que mediante las habilidades creativas se puede contribuir a desarrollar una mejor teoría de la mente en los niños. Dado que la relación observada en el estudio entre la teoría de la mente y la soledad era débil, sería interesante continuar investigando.

Finalmente, es necesario destacar que lo que sí se hace evidente en las investigaciones es la importancia de que los niños desarrollen adecuadamente aspectos como la creatividad y la empatía para poder disfrutar de un desarrollo saludable a nivel emocional, mental y físico.


Estrategias para fomentar la creatividad. 

La creatividad es necesaria para que los niños se desarrollen adecuadamente. Les permite explorar y comprender tanto el mundo que les rodea como su propio mundo interno. Cultivar esta habilidad puede ser más sencillo de lo que imaginamos.

Es necesario que los infantes dispongan de tiempo y espacios para jugar libremente sin tener que seguir reglas estrictas constantemente. Aspectos como la lectura, la escritura, la música y el arte pueden ser grandes aliados también en este sentido.

Es importante que los adultos referentes sean cautos/as con el uso de las tecnologías. Estas pueden ser un arma de doble filo. Si bien es cierto que pueden ser una herramienta para desplegar la creatividad, también pueden generar adicción y desplazar otras actividades como el juego libre.

En esta línea, los cuidadores pueden fomentar también la creatividad de los niños mediante su apoyo. Es decir, pueden proporcionar materiales diversos para que los niños exploren y permitirles hacerlo de forma libre. Además, pueden animarles a seguir creando y explorando. Fomentar la curiosidad y evitar la sobreprotección son aspectos básicos.


*Fuente: Psicologia y Mente. Por Nera Moreno. Marzo 2025.

Nerea Moreno. (2025, marzo 11). La creatividad ayuda a los niños a lidiar con la Soledad. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/creatividad-ayuda-a-ninos-a-lidiar-con-soledad

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 CULTURIZ.AR   MEDIOS 

Perdidos en el mundo digital: niños privados de vínculos familiares, identidad y valores

 

El colapso de la identidad familiar en la sociedad moderna no es una simple tendencia social más: es una causa fundamental de nuestra desintegración cultural. 

Desde las tribus digitales hasta el extremismo ideológico, las repercusiones son generalizadas. 

Como padre de nueve hijos, he presenciado de primera mano cómo la erosión de los vínculos familiares deja a los niños sintiéndose desarraigados y vulnerables, lo que los impulsa a buscar su pertenencia en comunidades artificiales. Hay mucho en juego: sin familias fuertes, la propia sociedad civil comienza a deteriorarse.

En nuestro hogar, los rituales familiares —actos sencillos como preparar la cena a la misma hora cada noche— se han convertido en la piedra angular de nuestra convivencia. Estos momentos, aunque puedan parecer triviales, encarnan lo que el filósofo Roger Scruton describió como la creación de nuestra «primera persona del plural»: el «nosotros» que une a las familias mediante experiencias compartidas y comprensión mutua.


Sin embargo, en los últimos 25 años he observado un cambio preocupante. La erosión sistemática de los vínculos familiares ha creado un vacío que los niños ahora intentan desesperadamente llenar. 

Donde antes encontraban un sentido de pertenencia dentro de la unidad familiar, ahora recurren a comunidades digitales y movimientos ideológicos, buscando la conexión y la identidad que antaño les proporcionaba la vida familiar. 

Este cambio no es solo un cambio de hábitos; representa una profunda pérdida cultural con consecuencias de gran alcance. Cuando los lazos familiares se debilitan, perdemos algo más que la armonía doméstica: perdemos la unidad fundamental de la sociedad que sirve como nuestra primera escuela de afecto social. 

Es en las familias donde aprendemos a pertenecer a algo más grande que nosotros mismos, a navegar por las complejidades de las relaciones y a cultivar las virtudes de la lealtad, el deber y el amor. Sin esta base, el tejido mismo de la sociedad civil comienza a desmoronarse.


El declive de los rituales familiares. 

La erosión de la identidad familiar crea un vacío que no puede quedar sin llenar. Los niños tienen una necesidad innata de pertenencia: un sentido de pertenencia que moldea su identidad. Sin embargo, si bien antes la encontraban de forma natural en la unidad familiar, ahora la buscan en otros lugares.

A lo largo de la historia, las familias han evolucionado y se han adaptado, pero la necesidad fundamental de pertenencia se ha mantenido constante. Lo que ha cambiado es la velocidad y la magnitud de esta erosión, impulsada por las tecnologías y los cambios sociales que desalientan activamente la cohesión familiar.

Un estudio de 2020 publicado en la revista  Appetite  reveló que solo alrededor del 30 % de las familias con niños cenaban juntas todas las noches. Cabe destacar que, durante la pandemia, un estudio de 2021 reveló que el 60 % de los padres informaron comidas familiares más frecuentes, lo que pone de relieve cómo los lazos familiares pueden fortalecerse cuando se eliminan las distracciones modernas. Sin embargo, este resurgimiento temporal ha disminuido en gran medida a medida que se reafirman los viejos patrones, lo que subraya la necesidad de un cambio cultural que recupere una vida centrada en la familia.

El declive de los rituales familiares, como las comidas compartidas, los cuentos y las tradiciones navideñas, ha dejado a los niños sintiéndose desconectados y vulnerables. Sin la influencia estabilizadora de la identidad familiar, buscan cada vez más un sentido de pertenencia en comunidades digitales y movimientos ideológicos.


El auge de los sustitutos digitales. 

Lo que hace que las tribus digitales sean particularmente insidiosas es que proporcionan lo que Scruton llamó un “simulacro” de pertenencia: una ilusión de comunidad sin su verdadera sustancia. 

A diferencia de los vínculos familiares, que exigen obligaciones recíprocas y nos enseñan a desarrollar relaciones auténticas, las conexiones digitales nos permiten gestionar nuestras interacciones, evitando la fricción que fomenta el desarrollo del carácter y la comprensión genuina. Este sentido superficial de pertenencia hace a los jóvenes especialmente susceptibles a la manipulación ideológica.

En las redes sociales, los niños construyen identidades artificiales y buscan la validación de desconocidos en lugar de explorar sus roles dentro de las narrativas familiares. Estas comunidades virtuales prometen un sentido de pertenencia, pero solo ofrecen conexiones superficiales: los "me gusta" y las publicaciones compartidas sustituyen la comprensión genuina y la obligación mutua.

Consideremos cómo se desarrolla esto en el panorama digital del Reino Unido, donde los debates sobre la identidad digital han cobrado relevancia. La mesa redonda de la Cámara de los Comunes sobre identidades digitales prevé un futuro en el que la identidad podría digitalizarse cada vez más, lo que podría reducir el papel de la familia en la formación de la identidad individual. Esta situación subraya una importante tensión entre el afán de avance tecnológico y la necesidad de preservar las estructuras comunitarias tradicionales.


Impacto en la salud mental y la sociedad.

Los datos confirman la existencia de esta crisis. Los niños y adolescentes que pasan más de tres horas al día en redes sociales se enfrentan al doble de riesgo de sufrir problemas de salud mental, incluyendo síntomas de depresión, una estadística que subraya el impacto emocional de las interacciones digitales en comparación con las conexiones familiares. En cambio, las personas que afirman tener relaciones familiares sólidas presentan tasas significativamente más bajas de ansiedad y depresión.


La perspectiva burkeana: la familia como fundamento de la sociedad.

Una nación no es solo un conjunto de individuos aislados. Es un legado vivo. Edmund Burke lo llamó «pequeños pelotones»: familias, parroquias y asociaciones locales unidas por costumbres compartidas y afecto mutuo.

Estas comunidades son el caldo de cultivo para nuestras virtudes públicas. Actúan como mediadores esenciales entre el ciudadano y el Estado. Aquí aprendemos más que obligaciones contractuales. Aprendemos sobre lazos de pertenencia más profundos. Estos lazos hacen posible la vida cívica.

Cuando estos pequeños pelotones se debilitan, nuestro tejido cívico se desmorona. Observamos una creciente polarización. La participación cívica disminuye. Surgen comunidades artificiales que ofrecen un simulacro de pertenencia sin una obligación ni un deber genuinos.

Para Burke, y posteriormente para Scruton, la familia no es una comunidad más. Es la unidad fundacional de la sociedad civil. Es la primera escuela del deber, la lealtad y el amor.


El debilitamiento sistemático.

Esta transformación refleja las preocupaciones de Burke: la erosión intencional de los vínculos sociales orgánicos en favor de conexiones artificiales que atienden intereses comerciales y políticos. Diversas fuerzas en la sociedad moderna se esfuerzan activamente por socavar los lazos familiares, reconociendo que las personas desarraigadas son consumidores más eficaces y ciudadanos más obedientes. El ataque a la identidad familiar es sistemático y lucrativo.

Las presiones económicas que socavan la vida familiar ejemplifican lo que Scruton llamó la “tiranía del presente”: el sacrificio de las instituciones sociales duraderas en aras de la eficiencia del mercado a corto plazo. 

Cuando ambos padres se ven obligados a trabajar para mantener un nivel de vida básico, perdemos lo que Burke reconoció como la «colaboración no solo entre los vivos, sino también entre los vivos, los muertos y los que nacerán». La transmisión de la cultura familiar requiere tiempo, un tiempo que las presiones económicas nos niegan cada vez más.

En el Reino Unido, la tensión económica se ha visto exacerbada por la crisis de la vivienda, haciendo que las viviendas de tamaño familiar sean cada vez más inasequibles, sobre todo en zonas con comunidades establecidas y buenas escuelas. 

Esta situación se complica aún más por la importante inmigración que ha experimentado el país en los últimos años. La afluencia de nuevos residentes ha incrementado la demanda de vivienda, lo que ha disparado los precios y ha contribuido a la escasez de opciones asequibles para las familias.

Esta dinámica no solo afecta la asequibilidad de la vivienda, sino que también tiene implicaciones significativas para la estabilidad de la comunidad. La rápida transformación de los barrios debido a los cambios demográficos altera los vínculos orgánicos que Burke identificó como esenciales para la cohesión social. 

Cuando las familias tienen dificultades para costear una vivienda en comunidades donde pueden arraigarse, pierden las redes locales que tradicionalmente sustentan la vida familiar: vecinos, escuelas, iglesias y tradiciones locales. Esta situación socava el concepto de estabilidad comunitaria, lo que indica que las políticas deben abordar las cuestiones de vivienda en conjunción con los valores culturales para apoyar genuinamente la vida familiar. 

Si no se abordan tanto las presiones económicas como la integración social de los nuevos residentes, se corre el riesgo de desmantelar el tejido mismo de la identidad familiar, que depende del sentido de pertenencia y de comunidad. El desafío no es meramente cuantitativo; es esencial garantizar que el crecimiento demográfico no se produzca a expensas de los vínculos familiares y comunitarios, cruciales para criar hijos con un fuerte sentido de pertenencia.


Construyendo resiliencia.

¿Qué más podemos hacer para afrontar esta crisis? Restablecer la identidad familiar requiere acciones en múltiples sectores. Las reformas laborales deben reconocer a los empleados no como unidades intercambiables, sino como miembros integrales de las familias. 

La crisis de la vivienda exige políticas que permitan a las familias prosperar con un solo ingreso, permitiéndoles disponer de más tiempo para el cuidado de la vida familiar. 

Los enfoques educativos deben respetar y reforzar, en lugar de debilitar, los vínculos familiares.

Pero los cambios más esenciales deben darse en el seno de las propias familias. Los padres y cuidadores, ya sean solteros, coparentales o miembros de una familia extensa, deben resistir la tentación de delegar la vida familiar en dispositivos e instituciones. Esto implica establecer ritmos familiares claros —comidas regulares, actividades compartidas y tradiciones consistentes— que fomenten un auténtico sentido de pertenencia. 

Además, es importante abordar las preguntas y preocupaciones de los niños antes de que busquen respuestas en otro lugar.


Lo que está en juego para la sociedad.

No debe pasarse por alto la ironía de nuestra situación actual. En una era preocupada por la identidad, hemos socavado sistemáticamente su fuente más natural. Mientras corporaciones e ideólogos ofrecen innumerables métodos para descubrir quién eres, hemos debilitado la misma institución que tradicionalmente ha proporcionado una identidad auténtica sin necesidad de actuación ni compra.

En un mundo donde “encontrarse a uno mismo” es una industria multimillonaria, hemos olvidado que la identidad no es algo que se pueda comprar o representar, sino algo que heredamos y cultivamos dentro de nuestras familias.

Sin embargo, hay motivos para la esperanza. La intensidad misma de estas identidades sustitutivas refleja un profundo anhelo por lo que la familia proporciona inherentemente. Los jóvenes no rechazan el concepto de pertenencia; más bien, lo buscan fervientemente. Las comunidades artificiales y los movimientos ideológicos que cobran fuerza hoy en día intentan, en esencia, replicar el sentido de identidad y pertenencia que las familias funcionales siempre han ofrecido.

El colapso de la identidad familiar no es solo una tragedia personal; es una emergencia social. A medida que las tribus digitales y los movimientos ideológicos llenan el vacío dejado por el debilitamiento de los vínculos familiares, las consecuencias se extienden a todos los aspectos de nuestras vidas, impactando la salud mental y la estabilidad política.

Reconstruir familias fuertes no es una fantasía nostálgica: es una necesidad práctica para una sociedad al borde del abismo. El futuro de nuestra nación depende de reconocer esta crisis y fomentar las condiciones para que los lazos familiares fuertes florezcan de nuevo.


*Fuente: Conservative Woman. Por Richard Morrissey. Marzo 2025.  

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Para revertir la crisis de salud mental de los adolescentes, es necesario restablecer la autoridad parental

 

Hoy en día, no son sólo los adolescentes los que tienen problemas de identidad. Los padres también. Se ha producido un cambio preocupante en la crianza de los hijos: las madres y los padres han perdido la confianza y han renunciado a su autoridad como líderes basados ​​en valores de sus familias. 

Creo que esta disminución de la autoridad parental está profundamente entrelazada con la crisis de salud mental que afecta tanto a los niños como a los adultos.

Un padre con un fuerte sentido de sí mismo proporciona a los hijos lo que necesitan (estructura, orientación y límites), a la vez que les ofrece amor, comprensión y atención. Los niños necesitan que sus padres sean padres. Sin embargo, la creciente tendencia a la fragilidad parental ha hecho que los padres sean más susceptibles a las presiones sociales que socavan su papel. 

En el pasado, los padres eran respetados como pilares de sus familias y valorados en la sociedad, pero ese respeto ha sido reemplazado por sospecha, desconfianza e incluso desdén. 

Como dijo brillantemente la Dra. Dana Suskind: “Los padres no solo contribuyen a la sociedad. La crean”. Sin embargo, la sociedad no proporciona a los padres el apoyo y el respeto que necesitan. Esto ha contribuido a fomentar una cultura que devalúa la belleza y la importancia de la crianza de los hijos. 

En las escuelas, los padres suelen ser los últimos en enterarse cuando sus hijos tienen problemas de identidad, ya sea relacionados con  el género , la sexualidad o la salud mental. La mayoría de los padres están  preocupados por la presencia en línea de sus hijos , pero las redes sociales les permiten operar en espacios digitales sin que los padres puedan monitorear u orientar sus experiencias. Al permitir que la crianza de los hijos se divida de esta manera, la sociedad ha disminuido la confianza de los padres, lo que les dificulta actuar como figuras principales de autoridad en la vida de sus hijos. Como resultado, muchos padres ya no entienden cuál debería ser su papel ni cómo deberían comportarse.

Los padres que se ven privados de su autoridad se sienten impotentes, frágiles, ansiosos y cada vez más incómodos con la incomodidad y la ira de sus hijos. Su falta de confianza ha cambiado la dinámica de poder en la relación padre-hijo. Este alejamiento de un papel de liderazgo hacia una relación más permisiva y de igualdad es perjudicial para los niños. La relación padre-hijo es única y no se puede confundir con la amistad, el entrenamiento o la enseñanza. Los padres son los guías morales y basados ​​en valores para sus hijos. Sin embargo, muchos padres han desarrollado el temor de hacer que sus hijos se sientan incómodos o enojados, confundiendo la empatía y la sensibilidad con pasividad y sumisión.  

"Sí, los padres de hoy deben distinguirse de las generaciones pasadas que tal vez no hayan comprendido la importancia de escuchar y validar la perspectiva de un niño. Sin embargo, la compasión no significa volverse cómplice de todos los deseos de un niño".

 

La neurociencia confirma lo que la mayoría de los padres siempre han observado: los niños requieren la supervisión y la guía de un adulto hasta bien entrada la edad adulta. 

El funcionamiento ejecutivo del cerebro (responsable del juicio, el control de los impulsos y la toma de decisiones) no está completamente desarrollado hasta mediados de los veinte años. Pueden ser todo acelerador y nada de frenos, pero los padres sirven como esos frenos, ayudando a los niños a manejar sus impulsos y prever las consecuencias de sus acciones. Son los lentes que ayudan a los niños a ver lo suficientemente lejos en el futuro para comprender el impacto de sus decisiones. Son el refugio moral que los niños necesitan para convertirse en adultos emocional y éticamente fundamentados. 

Sin embargo, en el clima actual, los padres dudan en afirmar su autoridad, por temor al rechazo o la desaprobación de sus hijos. Decir "no" es difícil, pero es una parte esencial de la crianza. Los niños necesitan límites y necesitan padres que puedan soportar su frustración y decepción sin renunciar al control.

Aunque se habla mucho del estrés de  la crianza de los hijos , la realidad es que siempre ha sido un desafío. Siempre ha requerido sacrificio, noches de insomnio y el delicado equilibrio entre las necesidades de los padres y las de sus hijos. La diferencia hoy es que muchos padres se sienten incapaces de manejar estas demandas. 

Por supuesto, algunos padres tienen problemas con su salud mental: muchos son frágiles, ansiosos o han sufrido traumas que los han dejado emocionalmente sin preparación para liderar. En mi práctica, veo fragilidad multigeneracional: padres que fueron criados por cuidadores que lucharon con las responsabilidades de la crianza. 

Estos padres, que ahora crían a sus propios hijos, son más vulnerables emocionalmente, menos resilientes y se ven abrumados más fácilmente por las pruebas de la paternidad. Cuando los padres pierden el rumbo, abdican de su papel de liderazgo, permitiendo que los hijos tomen las riendas. 

Algunos padres intentan ser iguales a sus hijos: beben y fuman con ellos o ceden a las demandas de teléfonos inteligentes a una edad temprana por miedo al conflicto. Pero esto continúa un ciclo de niños que han perdido su camino porque sus padres han perdido el suyo. 


Para revertir la crisis de salud mental infantil es necesario empezar por restablecer la autoridad de los padres. 

Los padres deben recuperar su autoridad, no volviéndose autoritarios, sino proporcionando la estructura firme y amorosa que los niños necesitan para un desarrollo saludable, y la sociedad debe dejar de socavar su influencia. En cambio, debemos apoyar a los padres en su papel fundamental como principales cuidadores y guías morales de sus hijos. 

Esto significa poner fin a la externalización de la crianza de los hijos a las escuelas, los terapeutas y los influencers de las redes sociales. Significa reconocer que, si bien la crianza de los hijos es un desafío, también es uno de los roles más significativos y necesarios en la sociedad. Solo así podremos criar una generación mentalmente fuerte, emocionalmente estable y preparada para enfrentar el mundo con confianza.


*Fuente: Institute For Family Studies. Por Erica Komisar, LCSW es ​​psicoanalista y autora de  Being There: Why Prioritizing Motherhood in the First Three Years Matters  y  Chicken Little The Sky Isn't Falling: Raising Resilient Adolescents in the New Age of Anxiety. Febrero 2025.  

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El liderazgo enseñado en la familia hace la diferencia en la crianza de niños fuertes y felices

 

Aunque en la escuela o en otros entornos sociales se les anima a convertirse en líderes, es en el hogar donde los niños encuentran sus mayores ejemplos de liderazgo. 

Por eso es fundamental que los padres se pregunten si el ejemplo dado está motivando a los niños y adolescentes a ser meros seguidores (de ideas o incluso de personas) o si les está mostrando que es posible ser protagonista en las situaciones que la vida impone.

Las familias que sobreprotegen a sus hijos, no dejándoles sufrir las consecuencias de sus actos o incluso no permitiéndoles contacto con los problemas que existen en el mundo, están creando lamentablemente una generación que tendrá serios problemas para adaptarse a la realidad que se les imponga en la vida adulta.

Las situaciones de crisis dentro de la familia o de carácter global son complejas de vivir. Pero períodos como este, si los experimentan los niños con una comprensión dentro de sus limitaciones, son valiosos. Y por eso, es necesario que los padres estén preparados para liderar y enseñar esto no como algo beneficioso para ellos mismos, sino para el bien común. 


¿Cómo enseñar a los niños a superar la adversidad?

Los padres deben seguir adelante y superarlos junto con sus hijos. Se reflejan mucho en lo que ven a su alrededor. Si los niños ven un mundo sin frustraciones, sólo con su propio éxito o el de sus amigos, no sabrán cómo superar la adversidad. Es necesario delegar responsabilidades, ver que sus padres se esfuerzan en su vida diaria y toman decisiones difíciles.

En mi infancia, por ejemplo, pasé por muchos momentos difíciles, mi padre nunca se quejó. Pero, en uno de esos momentos, mi madre me explicó la situación en la que estábamos y me exigió que sacara buenas notas y ayudara a mis hermanos, ya que no trabajaba fuera de casa.

Muchos dicen que evitan que sus hijos sufran, porque no quieren que pasen por lo que ellos vivieron en su infancia. Esto es absurdo, que bueno que tu hijo pase por lo mismo que pasaste tú, incluso peor. ¿Cual es el problema? Quizás él está de paso y tú crees que no, debido a una falsa protección.


¿Cómo puede el liderazgo familiar ayudar a moldear el liderazgo de los jóvenes?

Por referencia. Se trata de dar a los jóvenes la oportunidad de decir "como lo decía mi madre, como lo hacía mi padre, etc." La educación y el ejemplo familiar no tienen resultados inmediatos. Es necesario comprometerse y creer en el trabajo realizado y esperar que el niño crezca, así como esperamos el crecimiento de una planta, a la que no se puede tirar hacia arriba para acelerar su proceso. De hecho, nos resulta difícil esperar. Por eso, son importantes las iniciativas que muestran lo que hay detrás de la familia, que saben contar y escuchar historias de la vida real.

¿Cuál debe ser el límite de la interferencia de los padres? ¿Cómo ayudar a los niños a seguir su propia voluntad?

Educar en la responsabilidad, el niño tiene que tomar decisiones. Como médico, a menudo tengo que decirle a mis pacientes: "¿Se ha dado cuenta de que su hija ya es una mujer? Si no lo ha hecho, mírela y deje de tratarla como a un bebé".

Es bueno compartir los problemas con los niños y darles responsabilidad de las decisiones, dándoles tiempo para pensar en las consecuencias de cada una. Si no se les enseña a reflexionar, si no se les da tiempo para madurar, los deseos de los padres terminan reflejándose, ya que los jóvenes no tomarán sus propias decisiones.


¿Qué importancia tiene el liderazgo en la familia?

Liderazgo es una palabra importante, sin duda. Sin embargo, ya ha sufrido un gran desgaste, como otras palabras que surgen en un momento dado y, con el tiempo, acaban convirtiéndose en algo común. Necesitamos volver al origen.

En el cine, por ejemplo, Sylvester Stallone, en Rocky Balboa, al escuchar a su hijo decir que no necesitaba luchar, nos da una lección: “Mira, no sé cuándo dejaste de creer en ti mismo. (…) Nadie te va a pegar tan fuerte en la vida, pero no se trata de qué tan fuerte golpees. Se trata de cuánto puedes aguantar y seguir adelante, lo importante es cuántas veces te levantas”.

Este es el liderazgo que se debe ejercer, no puede ser un liderazgo protocolario ni para que lo vean otros. Es el padre hablando con su hijo, quien sabe cuándo hablar y dirigir al joven. Entonces, el liderazgo es saber ser modelo. Tal como decía un libro que leí: “Los niños siempre son un poco sordos a lo que dicen sus padres, pero nunca se equivocan cuando ven lo que hacen sus padres”.

Los padres y las madres deben enfatizar la importancia de escuchar, de dejar el teléfono a un lado para participar en una conversación, de dar ejemplo, ante todo. Además, deben recordar que son mucho más que simples amigos en las redes sociales, que confían en las acciones de sus hijos y en lo que comparten con la familia.


*Fuente: Gazeta Do Povo-Sempre Familia. Por Sissy Zambão. Febrero 2025.

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Cómo ayudar a mantener seguros a los niños en línea ⎪ CULTURIZAR MEDIOS

 

Los expertos recomiendan hablar con los niños sobre el contenido al que acceden en línea. 

Abrir la conversación:

Un primer paso importante que pueden dar los padres es mantener conversaciones periódicas y adecuadas para la edad de sus hijos sobre su vida en línea. Estas conversaciones pueden ser difíciles, pero la NSPCC ha proporcionado algunos consejos.

  • * Mantén la calma, el equilibrio y no juzgues: "No abordes la conversación cuando te sientas muy emocional", aconseja Rani Govender, gerente de políticas regulatorias de la NSPCC.
  • * Hable con otra persona al respecto. "La escuela de su hijo puede ser una gran fuente de información, en particular el maestro de la clase y el responsable designado de la protección", añade Govender.
  • * Sigue escuchando, intenta no interrumpir aunque haya un momento de silencio. "Puede que estén pensando en cómo expresar algo", dice Govender.
  • * Los niños suelen hablar de castigos. "Por ejemplo, si se sinceran contigo y te dicen que han visto contenido explícito por accidente, tienen miedo de que les quiten el dispositivo", explica Govender. "Lo ven como un castigo y una consecuencia de algo que estaba fuera de su control. Es una decisión que hay que tomar con cuidado". 

Sigue hablando: 

Es importante mantener un diálogo abierto sobre sus experiencias en línea. "En lugar de limitarse a supervisar su actividad, pregúnteles qué les interesa o qué es tendencia entre sus amigos", sugiere el Dr. Huriye Atilgan , neurocientífico y experto en seguridad en Internet.

"Esto no solo le ayuda a mantenerse informado, sino que también hace que sea más fácil para ellos acercarse a usted si algo no les parece correcto". 

Ganarse su confianza: 

Generar confianza entre padres e hijos es fundamental para una vida segura en Internet. "Los padres deben mostrar interés en lo que hacen sus hijos en Internet y tener conversaciones abiertas sobre los posibles riesgos que conlleva", aconseja Govender. "También es importante respetar la independencia creciente que adquieren los niños a medida que crecen". 

Enséñeles cómo detectar información poco confiable: 

Hable sobre las señales de alerta, como los titulares exagerados o las fuentes que no le resulten familiares. "El uso conjunto de herramientas como Full-fact , Snopes o Fact Check Explorer de Google puede convertir esta situación en un momento de aprendizaje en lugar de una conferencia", aconseja el Dr. Atilgan. "Si su hijo ve algo cuestionable, anímelo a que se lo muestre para que puedan resolverlo juntos". 

Ampliar sus fuentes: 

A menudo, las plataformas en línea nos muestran contenido basado en lo que nos gusta, pero Govender sugiere intentar alentar a los niños a mirar una variedad de recursos diferentes para aprender y acceder a nueva información.

Adoptar una política de “no estoy seguro, no compartir”: 

Si su hijo ve algo en línea que lo preocupa o lo molesta, anímelo a no volver a compartirlo. Govender recomienda recordarle que puede hablar con usted, con otro adulto de confianza o con un consejero de Childline si tiene preguntas sobre algo que vio. 

Introducir controles parentales:

Estos permiten bloquear y filtrar contenido molesto o inapropiado. "Funcionan en tu red WiFi, red telefónica, aplicaciones y dispositivos individuales", aconseja Govender. "Asegúrate de tener esta conversación con tu hijo para que se considere una decisión conjunta sobre qué controles implementar, en lugar de una decisión unilateral".

Fomentar el equilibrio: 

La Dra. Atilgan describe la importancia de ayudar a los niños a encontrar un equilibrio entre las actividades en línea y fuera de línea. "Ya sean pasatiempos, deportes o simplemente pasar tiempo en familia, estos momentos reducen el tiempo que pasan frente a la pantalla y ayudan a los niños a mantenerse centrados", afirma. 

Busque más ayuda: 

Es necesario tener información sobre organismos locales o provinciales (estatales), etcétera, que aborden cada temática. Existen en diversos distritos, organizaciones que acompañan a padres, hijos y familias de acuerdo al caso. Hay también en Internet diferentes asociaciones ligadas a la seguridad informática y a brindar herramientas online de distintos tipos. Siempre es necesario buscar ayuda, sobre todo a lugares y espacios creados por personas que han atravesado por los mismos problemas o dificultades, o que están luchando organizadamente para hacer todo más seguro y menos vulnerable.


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